“Puedo asegurar que cuando entreguen el mandato lo van a hacer con más déficit fiscal que el FA”

Liliam Kechichian, senadora del Frente Amplio (FA)

Con trayectoria ejecutiva desde el Ministerio de Turismo, Liliam Kechichian ahora se encuentra ejerciendo la función legislativa como opositora. En diálogo con CRÓNICAS, se mostró muy crítica de la actual administración de gobierno y del presidente Luis Lacalle Pou, respecto al cual señaló que “se arriesgó a dar muchas opiniones que luego no pudo sostener”. En cuanto a su partido, analizó el panorama de cara a una nueva elección interna, en la que desde su espacio, Convocatoria Seregnista, se impulsa a la figura de Mario Bergara.

Por Oscar Cestau | @OCestau y Matías Kapek | @matias_kb

-¿Qué opinión tiene de la oferta electoral que tiene el FA de cara a esta elección interna?
-El primer análisis nuestro de la elección interna parte de la responsabilidad que tiene el FA de mostrar la diversidad. Los cuatro candidatos representan espacios bastante claros en el FA: Carolina lo que es el Partido Socialista y el Partido Comunista, Yamandú como una figura de hace muchos años del MPP, Andrés con su propio espacio en una parte del interior del país y a partir de su gestión como intendente, y creo que Mario Bergara, como representante de un sector en el que nos sentimos fuertemente herederos del astorismo, aunque no los únicos. 

-Dado que las figuras que se encargaron de liderar los primeros gobiernos del FA han fallecido o se encuentran alejados de la política, uno podría interpretar que la próxima campaña interna no es solo por saber quién será el próximo candidato, sino también por posicionarse como líderes dentro del partido. ¿Lo ve así?
-Si esos compañeros van a ser líderes lo dirá la vida. Los líderes se van construyendo. No hay duda que ser intendente te posiciona muy bien, al igual que haber sido presidente del Banco Central, ministro de Economía u hoy un senador destacado, como lo es Bergara. No hay duda que Tabaré, Danilo y Pepe fueron un trípode muy fuerte de liderazgo, lo importante es que todos dejaron muchas cosas, nosotros tenemos que agarrar esas banderas.

-¿Alguno de los precandidatos le propuso acompañar alguna fórmula?
-No, ninguno de los candidatos me ha propuesto, pero si es cierto que algunos compañeros del FA en algún momento lo pensaron. Pero creo en la renovación generacional, tiene que venir gente más joven.

– ¿Qué temas se deben poner si o si en agenda en la próxima elección?
-La pobreza infantil, sin ninguna duda; volvimos a cifras que son muy insultantes para un país pequeño que genera y exporta alimentos para tantas partes del mundo. En ese sentido, debe tenerse en cuenta otra cosa que el senador Bergara ha mencionado mucho, me refiero al sistema de cuidados; debe trabajarse en eso si queremos mejorar la sociedad, la vida de los niños pequeños de cero a tres años, el apoyo a la tercera edad y la obtención de libertad económica por parte de las mujeres. Si la sociedad quiere crecer, quiere desarrollarse e incluir a todos, hay que poner presupuesto en el sistema de cuidados.

-¿Qué significa para el FA el reciente fallecimiento de Danilo Astori?
-Es una pérdida tremenda. Veníamos teniendo hasta último momento diálogo con él vía online porque se estaba cuidando mucho; más allá de eso, dejó mucha cosa escrita, creo que 14 libros de diversos temas. Los que tuvimos el privilegio de compartir la tarea de gobierno con él sabemos que fue una persona que defendía sus ideas hasta las últimas circunstancias. Como decía Seregni, decía lo que pensaba y hacía lo que decía, no medía costos. En el FA se dieron muchos debates donde Danilo defendió a capa y espada alguna propuesta de responsabilidad, especialmente en los temas económicos, o también reformas que había que hacer, por ejemplo, la reforma tributaria.

-Si tuviera que sintetizar en pocas palabras las principales ideas que deja, ¿qué destacaría?
-Danilo deja las banderas de la responsabilidad, de pensar en la mañana siguiente. Se trata de enseñanzas fundamentalmente unidas a la coherencia, y además, algo que para mí no es poca cosa: deja el ejemplo de una persona que hizo política pública de forma profundamente honesta. Las cuestiones éticas deben guiar al FA, y también a Convocatoria Seregnista, donde entiendo que las debemos colocar como una cuestión central.

-¿Cómo ve la figura de Mario Bergara, precandidato del sector? ¿Considera que su perfil es el que capta en el FA ese famoso electorado del “centro político” tan importante a nivel electoral en nuestro país?
-Si uno se pone a leer quién es Mario Bergara descubre que es un hombre que se recibió a los 20 y pocos años, que hizo dos carreras a la vez, que tiene un master de los más difíciles en Birmingham, fue además presidente del Banco Central y estuvo en los equipos económicos de los gobiernos del FA. Paralelamente, también es un hombre que nació en el Cerrito de la Victoria, que fue la educación pública, que es hincha de Peñarol, queda claro que puede llegar a muchos públicos. Por si fuera poco, en su gestión de gobierno y ahora como parlamentario ha defendido la conducta política en la certeza, sin dar pasos en falso, por eso creo que tiene realmente un prestigio bien ganado.

-¿Cómo analiza la situación del país después de cuatro años de gobierno de coalición multicolor?
-La bandera más grande de la campaña electoral fue llevar adelante un gobierno muy responsable con las finanzas públicas, pero les puedo asegurar que cuando entreguen el mandato lo van a hacer con más déficit fiscal que el FA; por lo tanto, la gran promesa electoral está incumplida. Asimismo en la gestión hay otros problemas: no hay medicamentos en ASSE, hubo inconvenientes en el Ministerio de Vivienda, y se dieron algunos comportamientos, como la entrega del puerto por 60 años. Después, en materia de seguridad no hemos avanzado, más allá de que algunas cifras puedan dar mejor. 


-Después de 15 años el FA volvió a ser oposición, ¿cómo vio al partido en ese rol?
-Nuestra fuerza política e incluso nuestra bancada estuvo un poco en shock el primer año después de la derrota. Luego iniciamos un proceso de autocrítica, de congreso, de elección de nuevo presidente, que nos empezó a posicionar de otra manera y nos permitió cumplir verdaderamente nuestra función. Te diría que haber sido gobierno nos daba un plus de conocimiento del Estado y de algunas gestiones; eso conformó, por ejemplo, una bancada de senadores solvente, que estudia los temas, que sabe de lo que habla. Hemos sido una oposición responsable.


-¿Qué le pareció el papel del presidente en los casos Astesiano y Marset? ¿Se ha hecho cargo como señaló en reiteradas oportunidades?

-La verdad que no. Ante cada episodio, el presidente tuvo declaraciones confusas. Astesiano al principio era un hombre intachable, alguien a quien le había entregado la custodia de sus hijos, después no era su jefe de seguridad. En el caso Marset, dio una conferencia de prensa evasiva de todas las responsabilidades, culpando a un decreto del FA. El presidente se arriesgó a dar muchas opiniones que luego no pudo sostener.

-¿Qué consideraciones hace de la reforma de la seguridad social que impulsó este gobierno?

-Es mala, porque pone toda la carga única y exclusivamente en los trabajadores. Había que hacer una reforma, estamos de acuerdo, pero lo que no puede suceder es que siga habiendo sectores a los que les va muy bien y aun así siguen teniendo exoneraciones tributarias de aportes que podrían ser un ingreso a la seguridad social. Si ganamos el gobierno, ya el 1º de marzo queremos instalar un diálogo social que permita construir un proyecto de reforma de la seguridad social; no es solo de la jubilaciones, hay que hablar de la niñez, de los cuidados y muchas otras cosas. Ese va a ser un objetivo primordial.


-¿Y del plebiscito que busca impulsar el PIT-CNT para reformar la Constitución de la República e introducir modificaciones en el sistema de seguridad social?

-Tengo una opinión negativa, no lo comparto. En primer lugar, porque el FA nunca estuvo en contra del ahorro individual, y en segundo lugar, porque pone un mínimo jubilatorio que es muy demagógico al decir que tiene que ser igual al salario mínimo nacional. Esto hace que, por lo tanto, cualquier presidente que vaya a aumentar el salario mínimo nacional, va a tener que mirar si tiene plata para aumentarles a todos los jubilados; y en ese contexto, es posible que se frene el aumento del salario. A su vez, se dice que nadie perderá las conquistas obtenidas hasta ahora, lo que implica, por lo tanto, que la Caja Militar sigue intocada; y la misma es para nosotros un factor clave del desequilibrio que tiene la seguridad social. Una ley mala se cambia con una ley buena, y ese es el camino que nosotros queremos transitar, no como se propone de establecerlo en la Constitución, donde para la modificación será necesario un plebiscito.


Elecciones argentinas y el posible vínculo con Uruguay
-¿Cómo ve lo sucedido en las elecciones argentinas?
-Debo decir que es muy irresponsable la falta de respuestas que los gobiernos le han dado a la sociedad. Considero que una sociedad que tiene 140% de inflación y un 40% de pobreza vota con bronca. Eso sirve para todos los partidos que no cumplen con sus promesas electorales y que tienen elementos de corrupción; de alguna manera son castigados. La sociedad en Argentina buscó, desde mi punto de vista, no el mejor atajo, pero indudablemente tuvo motivos para querer cambiar. Se debe resaltar también que quedó demostrado que la democracia argentina es sólida y ese no me parece un dato menor. 


-¿De qué forma puede repercutir la victoria de Milei en la región?

-Veamos cuál va a ser la política exterior, todavía no está clara. Obviamente su discurso individualista, disruptivo, violento, y diría de odio, no lo comparto. Hoy se está desdiciendo en muchas de esas cosas; por ejemplo, está contento que Xi Jinping lo haya saludado aunque había dicho que iba a romper relaciones con comunistas. Lo cierto es que va moderando el discurso. Ahora parece que tuvo una buena charla telefónica con el presidente Lacalle. Cuando somos vecinos hay que aspirar, por encima de las diferencias, a trabajar por los intereses del Uruguay, entonces tenemos que ser muy responsables


Armenia y una situación “dolorosa”
-Es conocida su relación con Armenia. ¿Cómo ve la situación que está viviendo en esa zona del mundo?
-En un mundo tan convulsionado, me gustaría dejar claro que los armenios hemos vivido un año muy doloroso; empezó en el 2020 en la guerra entre Azerbaiyán y Artsaj, lo que terminó este año con el vaciamiento de todos los armenios de Nagorno-Karabaj, una zona poblada hace 3000 años. Lo peor es que el gobierno turco y el gobierno azerí dicen que Armenia es parte de la Turquía occidental, por lo tanto, están mandando señales de que muy probablemente puedan entrar en Armenia. Armenia es casi un milagro, es un pueblo cristiano en un enclave musulmán, tiene miles de años de historia y su territorio lo demuestra. 

-¿Ve un foco de conflictos ahí?
-Sí, veo y me preocupa muchísimo.

-¿Considera que se habla menos de lo que sucedió y sucede en Armenia?
-Sí, mucho menos. Los armenios la han tenido que remar, y si bien es cierto que muchos países como Francia lo han reconocido, o el mismo Uruguay que fue el primero, ha costado mucho esa acción ante el genocidio.