Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo para reformar las reglas fiscales y de deuda del bloque, lo que fue posible luego de que Alemania y Francia alcanzaran un pacto sobre las grandes líneas de la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. “El acuerdo sobre las reglas fiscales es una noticia importante y positiva; dará certidumbre a los mercados financieros y reforzará la confianza en las economías europeas”, celebró la vicepresidenta y ministra de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño.
Luego de varios meses de tire y afloje, finalmente los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo político sobre las nuevas reglas de control del déficit y de la deuda, que darán mayor control a los países sobre su ritmo de ajuste, pero también incluyen requisitos mínimos de disciplina fiscal.
De acuerdo a lo informado por la agencia de noticias EFE, el pacto que se selló durante una reunión por videoconferencia, fue posible luego de que Alemania y Francia alcanzaran un acuerdo sobre las grandes líneas de la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y permite a España cumplir uno de los grandes objetivos que se había marcado para su presidencia del Consejo de la UE.
“El acuerdo sobre las reglas fiscales es una noticia importante y positiva; dará certidumbre a los mercados financieros y reforzará la confianza en las economías europeas”, celebró en un comunicado la vicepresidenta y ministra de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño, quien dirigió las negociaciones.
Duro debate
El proceso no fue simple y las negociaciones llevaron meses. Por un lado, un bloque de países liderados por Alemania, remarcaban la importancia de que las reglas garantizaran la disciplina fiscal, y del otro, un grupo de socios con Francia e Italia a la cabeza, pedían más margen para invertir en áreas prioritarias, como defensa o transición ecológica.
Las nuevas reglas mantendrán los límites del 3% del déficit y de un nivel de deuda del 60% sobre el PIB, pero introducirán sendas fiscales individuales de cuatro años para cada Estado miembro, con lo que tienen más en cuenta la situación de cada país que las anteriores.
Este periodo es ampliable a siete años si los países se comprometen a realizar reformas e inversiones pactadas con la Comisión Europea y estarán basadas en un nuevo indicador: el gasto primario neto, que excluye el desembolso en intereses de la deuda, entre otras cuestiones.
Sin embargo, a pedido de Alemania se introdujeron objetivos comunes para todos los Estados con el fin de evitar que se posterguen los ajustes. En concreto, los países cuya deuda supere el 90% del PIB tendrán que recortarla un punto porcentual de media cada año y aquellos con un ratio entre el 60% y el 90%, en 0,5 puntos; asimismo los que tengan un déficit por debajo del 3% del PIB deberán seguir reduciéndolo hasta el 1,5% con el fin de crear un colchón para tiempos difíciles.
“Las nuevas reglas fiscales para los Estados miembros de la UE son más realistas y efectivas al mismo tiempo. Combinan cifras claras para unos déficit y ratios de deuda cada vez más bajos con incentivos para las inversiones y reformas estructurales”, celebró el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, en la red social X (ex Twitter).
Precisamente, el mayor punto de desencuentro hasta el final fue el ritmo de ajuste del déficit, así como el nivel de incumplimiento de la senda de gasto que permitirá a la Comisión Europea abrir un expediente.
Italia y Francia querían excluir en el cálculo del ajuste de déficit los intereses de la deuda, lo que suaviza automáticamente el recorte, pero finalmente se ha pactado que esto sea tenido en cuenta solo hasta 2027 dado el entorno de altas tasas que se espera estos años. Además, cuando el déficit no supere el 3%, se podrá rebajar el ajuste anual si se hacen inversiones.
El acuerdo tiene aún que ser aprobado formalmente por los embajadores de los Veintisiete ante la UE, tras lo cual podrán comenzar las negociaciones con el Parlamento Europeo para consensuar los textos definitivos con el fin de que las nuevas reglas entren en vigor en 2025.