Desde la asunción del presidente argentino Javier Milei, el 10 de diciembre del año pasado, su retórica radical de campaña busca la forma de materializarse mediante la voluntad del Poder Ejecutivo. Sin embargo, La Libertad Avanza tiene un 13% de las bancas en el Congreso, y una fuerte oposición sindical. En conversación con CRÓNICAS, los expertos argentinos Claudio Fantini y Julio César Gambina dieron su versión del panorama económico y político del país vecino. Para el primero, cuando las fórmulas económicas dejan de lado a la gente y a las pequeñas y medianas empresas, “no configuran políticas económicas serias o continuables”
Por: Sofía Dri
La situación actual en Argentina a nivel económico presenta muchos frentes. Por un lado, tanto jubilaciones como salarios crecen a un ritmo desproporcionado con la aún abismal inflación. La inflación, según Julio César Gambina, economista argentino, continúa siendo “el principal problema de la economía”, a su vez “agravada por una recesión importante”. El economista planteó que “la política económica del gobierno es contener la inflación induciendo una recesión económica”.
En un reciente estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) se estimó que un 57% del país vive en la pobreza, comparado con el 40% que se maneja desde hace tiempo. Esta cifra, explicó Gambina, es “próxima a la de la crisis del 2001”. El economista expresó que todavía no hay datos sobre el impacto de la recesión en la tasa de desempleo, “pero sí está claro que hay un crecimiento de la pobreza y el deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población”.
Las medidas económicas del nuevo gobierno, comentó Gambina, “profundizan la afectación de la condición de vida de la mayoría de los argentinos”, lo cual “puede tener impacto político en el corto y mediano plazo”.
En el espectro económico, el politólogo argentino Claudio Fantini opinó que “en Argentina el gradualismo se satanizó equivocadamente”. “Yo creo que lo que fracasó en el gobierno de Macri no fue el gradualismo, sino Macri como presidente”, reflexionó. El politólogo consideró que lo que Argentina “necesita con urgencia” son “reformas del Estado que impliquen achicarlo y volverlo funcional”, y “den mayor protagonismo a la iniciativa privada”, pero sopesó que la única forma de hacerlo es “gradualmente”, para evitar que algunos sectores de la población continúen sumiéndose en la pobreza.
En ese sentido, el politólogo opinó que “estamos viendo una forma de buscar el equilibrio fiscal pero se están destruyendo pymes y puestos de trabajo de manera brutal. Yo creo que cuando las fórmulas económicas dejan de lado a la gente y a las pequeñas y medianas empresas, no configuran políticas económicas serias o continuables”, sentenció Fantini.
Para el politólogo, Argentina se encuentra en un “péndulo”, que oscila entre el populismo de izquierda, que “hace un estatismo paralizante y sofocante”, y el populismo ultraconservador, “que hace lo opuesto”, pero “ninguna de estas dos posiciones extremas son sostenibles en el tiempo, y mantienen a la Argentina estancada”.
La paciencia del votante
Cabe preguntarse si el extendido apoyo que recibió Milei durante las elecciones nacionales se mantendrá a largo plazo si la situación económica no mejora. Por ahora, expresó Gambina, el presidente mantiene el apoyo de su base votante, pero se preguntó si “esta situación es sustentable en el tiempo”. El economista señaló que los logros del actual gobierno en materia económica, sobre todo a nivel macro, como el equilibrio fiscal que se obtuvo en enero, “se logran sobre la base de un profundo ajuste del gasto público social”. “Estamos transitando un período de luna de miel, en el que los problemas económicos todavía se adjudican a la herencia del gobierno anterior”, comentó.
Por su parte, Fantini expresó que “hay que ver qué tan dramático llega a ser el golpe en el bolsillo. “Existe la posibilidad de que amplios sectores que votaron a Milei empiecen a poner el grito en el cielo y disponerse a votar exactamente lo contrario”, puntualizó.
Resistencia a nivel sindical y parlamentario
Si bien sus votantes continúan apoyándolo, Milei se enfrenta a una oposición muy fuerte, tanto en el ámbito parlamentario como a nivel sindical y social. El primer paro general en su gobierno fue el más rápido en organizarse desde la vuelta a la democracia; en menos de 45 días la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) convocaron un paro masivo a nivel nacional. Además, para marzo se esperan grandes movilizaciones, sobre todo durante el 8, Día Internacional de la Mujer, y el 24, el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que conmemora el golpe de Estado de 1976.
En cuanto a la consolidación del partido del presidente, Fantini apuntó que La Libertad Avanza es una fuerza muy particular, porque “el fenómeno Milei en la política argentina es un fenómeno unipersonal”. También señaló la poca representación que el partido tiene en el Congreso para haber ganado las elecciones -La Libertad Avanza tiene tan solo el 15% de la cámara de diputados y el 10% de la de senadores-, y a la falta de gobernadores de ese signo. “Este es un caso raro, normalmente un candidato muy fuerte arrastra votos que también recoge su partido”, expresó el politólogo.
Por esto, explicó Fantini, “necesita el apoyo de partidos como el PRO, los radicales, el peronismo de centro, o la Coalición Cívica”. Aún así, Fantini consideró que los partidos de centro y derecha “tampoco lo apoyan incondicionalmente”; de hecho, rechazaron varios puntos de la Ley Ómnibus propuesta por el presidente. “El kirchnerismo y la izquierda no están dispuestos a ayudar en absolutamente nada, van a torpedear todo lo que proponga”, reflexionó el experto.
La poca representación en el Parlamento supone un obstáculo para Milei, ya que para muchas de las propuestas radicales que prometió en campaña necesita cierto apoyo de otros sectores políticos. Aun así, expresó Gambina, la respuesta de Milei ante los trancazos en el Poder Legislativo es “si las cosas no salen por ley, van a salir por decretos”. Como ejemplo, mencionó el decreto número 70, un Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) impulsado por el presidente que tiene vigencia desde finales de diciembre, y que eliminó la ley de alquileres. En efecto, esto liberó los precios de los arrendamientos, lo cual “es un problema serio para los que buscan alquilar”, ya que “hay alquileres dolarizados”, explicó el economista.
Pero ahí entra la pregunta de dónde está el límite entre lo que puede hacer mediante el Ejecutivo, y lo que requiere constitucionalmente discusión en el legislativo. En el caso del decreto 70, una comisión bicameral del Parlamento debió discutir la constitucionalidad del asunto. Según Gambina, algunos temas en los que no podría avanzar, acorde a la Constitución, serían la deuda pública y los cambios a nivel fiscal. “El superávit fiscal puede obtenerse únicamente por disminución de gasto, requiere también de cambios tributarios e impositivos, que no se pueden efectuar a través de decretos”, señaló.
Por otro lado, Fantini aseguró que “la ideologización extrema” de Milei hace muy difícil distinguir qué rumbo tomarán las cosas. El politólogo valoró que hay algunas figuras en el gabinete, como el Ministro del Interior Guillermo Franco, “que son más lógicas y menos ideológicas”. Por eso consideró que “aún está por verse” cómo se desarrollará el panorama de aquí en adelante.