Las consecuencias de la baja del dólar, el “atraso cambiario” y la competitividad

Saccone: Bajar la inflación será “el legado más valioso que va a dejar esta administración”

Foto: Pixbay


>>El contador Carlos Saccone y el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) Freddy Lagos, explicaron a CRÓNICAS los motivos y consecuencias que conlleva la situación actual del dólar junto con algunas predicciones respecto a su futuro en el país. Si bien se reconocen las consecuencias negativas de la reciente baja del dólar, se espera estabilidad en su cotización, y se insta a  mirar la competitividad desde una perspectiva más amplia.

En los últimos días, diferentes medios nacionales hicieron eco de una pronunciada racha negativa que afecta el valor de la divisa norteamericana en el mercado local. De acuerdo a la cotización del Banco Central del Uruguay (BCU), el dólar experimenta una profunda caída en marzo y ayer jueves 14 alcanzó los 38,641 pesos, su valor más bajo en cinco meses, desde fines de setiembre. A su vez, en el histórico, el cierre del pasado viernes 9 representó la peor caída semanal acumulada en lo que va de 2024, tras tres jornadas a la baja de forma consecutiva.
A nivel internacional, el reciente anuncio de una aceleración en la economía de los EEUU calmó la incertidumbre por un posible recorte en las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), sugerida por su presidente Jerome Powell, pero todavía establecidas en el rango de 5,25% a 5,50%.

Apetito por el peso
El contador Carlos Saccone, gerente de inversiones del HSBC en Uruguay, dijo a CRÓNICAS que si bien es cierto que el dólar está por debajo de su valor de equilibrio, explicó que en la realidad “no tiene por qué estar permanentemente ahí”. El dólar, señaló, vale lo que tiene que valer de acuerdo a lo que dictamina el mercado en base al “apetito por pesos o por dólares de los inversores internacionales”. En ese sentido, valoró que estas fluctuaciones negativas en la cotización del billete verde tienen que ver con el ingreso de dólares al mercado, y con que actualmente haya más apetito por pesos uruguayos, debido al prestigio y buena reputación del país. En tal sentido, explicó que la reciente baja “nos llama la atención por haber sido históricamente una economía bimonetaria”.
Saccone también se refirió al concepto de atraso cambiario y señaló algunos desacuerdos, clasificándolo como un factor que “existe según el cristal con el que se miren las cosas”. En tal sentido, introdujo la idea opuesta de “adelanto inflacionario”: “Si mirás el dólar en 2020 estaba igual que hoy, con la diferencia de que tuvimos un 30% o 40% de inflación acumulada. Si hubiéramos tenido todos los años una inflación del 1% el atraso cambiario no existiría. Ocurre que es más sencillo poner el foco sobre la divisa que sobre la inflación, una cuestión más compleja con información esparcida en el tiempo”. En este sentido, expresó una enfática aprobación por el rol del BCU en este debate al poner el foco en bajar la inflación estructuralmente e incidir a la baja en las expectativas. Aseguró que es “el legado más valioso que va a dejar esta administración”.
Por otro lado, a nivel transfronterizo, expresó que se espera un recorte en las tasas de interés por parte de la Fed en la segunda mitad del año, lo que “le quita atractivo” a la moneda, junto con una debilidad estructural vinculada a “la inundaciones de dólares post-pandemia”, una importante licuación de su valor.

Con todos estos elementos sobre la mesa, sumado a que el dólar mantiene la calidad de “activo refugio” ante crisis y shocks económicos -períodos en los que sube rápidamente para luego “volver a acomodarse”- prevé que la divisa se mantenga “más o menos” estable y en estos niveles actuales todo el año. 


Las víctimas del dólar

Sin embargo, la debilidad del dólar golpea en mayor medida a ciertos sectores industriales, mayormente a los exportadores. Saccone reconoce que “hay partes del agro complicados” por una suerte de doble golpe: un dólar debilitado y precios internacionales de productos que bajaron. Una de las industrias particularmente afectadas por esta situación es el sector arrocero. El presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Freddy Lagos, explicó a CRÓNICAS que en la composición de costos de la industria hay dos subsectores. Por un lado está el productivo -la mano de obra, la energía eléctrica, el combustible, etc-, con un 40% de gastos que son en pesos uruguayos, y por otro el industrial, con un 80% en moneda nacional. Es en este último donde mayormente repercute el atraso cambiario, con una tonelada de arroz 40% o 50% más caro que los países compradores.
Por este motivo, Uruguay incrementó la venta de arroz “cáscara” sin procesar, para evitar estos gastos, sin valor agregado por la industria y con afectaciones estructurales en todo el sector, contrariando una “tradición histórica uruguaya” de desarrollar agregado de valor por intermedio de procesos industriales. Lagos identifica una “luz roja total”, que sin la actual capacidad productiva, una mejoría en los precios y un aumento en los ingresos estaría generando “una situación muy difícil” como la que vive la industria de la molinería a raíz de esta situación, con una merma importante en su actividad.

La cuestión de la competitividad
Para Saccone, la competitividad no debería solo interpretarse por el tipo de cambio, sino con una visión “más integral”, que considere otras cuestiones, como “la innovación y la inversión en tecnología”. Además, señaló algunos “instrumentos” que ofrece el sistema financiero y que en su opinión están desaprovechados, como los contratos forward (dólar a futuro), elementos que permiten ver con “claridad un horizonte de corto y mediano plazo, independientemente de lo que pase con el dólar”.
Lagos coincidió con esas apreciaciones, y dijo que, si bien su industria “siempre necesita mayor competitividad”, el Uruguay tiene otros problemas que se suman a este concepto al margen de la tasa de cambio como el “combustible más caro que en casi todos los países”, energía eléctrica “más cara de la región”, un elevado costo logístico por tonelada movida y un puerto “más caro que los puertos de la región”, lo que arroja como resultado que producir una tonelada sea mucho más costoso que hacerlo en otro país, con un añadido a los costos.


El futuro de la hegemonía dólar
Consultado por la situación actual de hegemonía de la divisa norteamericana, Saccone comentó que “hasta el siglo pasado no se discutía”, pero cuando surgió el euro hubo un primer cuestionamiento, con bancos que se inclinaron hacia esa divisa. Sin embargo, desde su análisis, el dólar “en este momento está estable a mediano plazo, o hasta incluso favorecido” porque era la moneda china la que podía disputarle la hegemonía, pero “en este momento China está con una desaceleración económica importante”.

El dólar sigue siendo la moneda preferida por los inversores, por los ahorristas, por los bancos centrales y por el comercio internacional en general.

Lagos, ante la misma interrogante, no se explayó demasiado pero acotó que “el sector tiene experiencia en buscar este tipo de soluciones al momento de verse obligado a trabajar con otra moneda”.