Ayer jueves 21 de marzo, la Academia Nacional de Economía, a través de Pharos, realizó el lanzamiento de su estudio “Impactos del Cptpp y el ingreso de nuevos miembros China y Uruguay”, en el que se abordan las particularidades que posee el acuerdo, la afectación a los costos del comercio y el impacto en las exportaciones del país.
La apertura de la presentación estuvo a cargo del canciller Omar Paganini, quien destacó que un país pequeño como Uruguay debe abrirse al mundo para poder atraer “eslabones importantes” para las cadenas productivas internacionales.
“En América Latina normalmente tenemos una visión bastante miope de los beneficios del comercio. Pensamos que es bueno todo aquello que nos permita exportar más y al mismo tiempo importar menos y no siempre entendemos el verdadero alcance del concepto de inserción internacional”, resaltó Paganini en su oratoria.
A su vez, el canciller agregó que el objetivo es mejorar la producción de riqueza del país, acceder a “mejores mercados” y generar “mejores condiciones” de integración.
La ganancia es “mayor” si Uruguay ingresa al acuerdo junto a China
Marcel Vaillant, autor del estudio junto a Pedro Moncarz, Flavia Rovira y Sebastián Villano, hizo hincapié en el término “multilateralización del regionalismo”, para referirse a la particularidad de este tratado, siendo un concepto que explica un proceso que se ha dado para reunir y “anidar”, en un único acuerdo, un conjunto de acuerdos previos que “armonizan las reglas”.
Según explicaron los autores, el estudio construyó distintos escenarios que incluyen el ingreso solamente de China, el ingreso solamente de Uruguay y, finalmente, el ingreso de ambos, en tres definiciones de equilibro, que abarcan el corto plazo, el largo plazo y un efecto de largo plazo dinámico.
“En el análisis, el escenario con China es clave y estar fuera de los acuerdos genera una pérdida para Uruguay. En todo sentido, de los cambios que estamos hablando, son cambios significativos, pero no son cambios como para decir que resolvimos al país”, confesó Vaillant.
Por su parte, Pedro Moncarz especificó que el “plus” de tener un acuerdo de esta índole en comparación con no tenerlo, es del 28% de impacto directo para Uruguay.
“La apertura y el beneficio de Uruguay, tanto como comprador como vendedor, es una de las más importantes y por lo tanto es donde más shocks trae. Uruguay, dentro de los integrantes, culmina en el cuarto lugar en términos de bienestar, tras Vietnam, Malasia y Singapur”, concluyó Moncarz.
Ambos académicos coincidieron en el hecho de que muchos de los cambios que propone el Cptpp (Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico) “valen para los países del bloque”, pero que también valen sobre los “principios no discriminatorios”, porque cuando se cambian las reglas sobre la facilitación del comercio o se armonizan barreras técnicas en una determinada dirección, “no se puede hacer sobre bases discriminatorias”.
La apertura de Uruguay brinda “consistencia” al desarrollo económico
Para el economista Gabriel Oddone, socio de Agora y profesor de la Universidad de la República (Udelar), el estudio presentado trata un tema “muy relevante y pertinente”, dado que la inserción internacional contribuye al crecimiento económico, algo que es un “elemento central” para la economía uruguaya.
Al respecto del ingreso al acuerdo y la postura que Uruguay ha adoptado a nivel de inserción internacional, Oddone señaló que parte de la actual situación de la economía argentina, tiene que ver con “no saber entender algunas cosas que el mundo ha hecho en esta materia”, y esta postura de Uruguay, que hoy forma parte de un “consenso”, es un elemento “muy importante” y que le da consistencia al desarrollo económico.
“También son importantes las adhesiones a tecnologías institucionales y de gobernanza, además de los requisitos técnicos, en los cuales Uruguay debe insertarse. No es lo mismo tener la tecnología Mercosur que tener una tecnología del nivel que tienen los integrantes del Cptpp”, agregó el economista.
Por último, Oddone resaltó la importancia de “dejar de jugar en la liga Mercosur”, que “está bien y es relevante”, pero que es una liga de “segunda o tercera categoría”, en relación con lo que se discute en el mundo en términos institucionales y de requisitos.
El ingreso de Uruguay es bien visto por los integrantes del acuerdo
“La solicitud de ingreso al Cptpp fue una de las señales más proactivas y significativas de nuestro país en materia de inserción internacional. No solo por el país, sino también por las características del acuerdo”, especificó Nicolas Albertoni, subsecretario de Relaciones Exteriores.
Sobre el proceso de negociación, Albertoni confesó que en todos los diálogos políticos “se notó con claridad” la intención de que Uruguay ingrese al Cptpp y resaltó que hay apoyo de Nueva Zelanda y Australia con respecto al ingreso de Uruguay.
En cuanto al factor Mercosur, el subsecretario aclaró que hay dos países que pusieron sobre la mesa el tema. Uno de ellos fue Canadá -el otro país no lo develó- y confesó que en las siete rondas de negociación con ese país siempre se consultó si Uruguay negociaría en conjunto con Mercosur o si lo haría bilateralmente.
“Hay una convicción política, desde el momento en que presentamos la solicitud de adhesión, de que el país entiende que técnica y políticamente está en condiciones de hacerlo”, concluyó.