Estos últimos tres años han sido los más rentables en la historia de la empresa estatal, a lo que la presidenta Annabela Suburú comentó que son números que “motivan a seguir creciendo”. Además, las inversiones se ejecutaron al 100%, que incluyeron instalaciones de fibra óptica e infraestructura para 5G.
Ayer jueves, el directorio de Antel aprobó el balance del 2023, que cerró con una utilidad del ejercicio de US$ 246,4 millones. Los números del año anterior habían cerrado en US$ 246,8 millones y el anterior en US$ 247,2 millones. Estos tres resultados son los mejores en la historia de la empresa, y para la presidenta Annabela Suburú estos “nos motivan para seguir creciendo”. La jerarca expresó que “este es un período de fortalecimiento para Antel”, con “indicadores sólidos de crecimiento, altos niveles de inversión, y la posibilidad de realizar aportes que el Estado convierte en obras y servicios para la población”.
Además, Suburú destacó los márgenes de Ebitda y operativos de la empresa este año (33% y 23% respectivamente), que definió como “excelentes márgenes para esta industria” que tiene “altos niveles de competencia”.
La ganancia en ingresos operativos durante el año fue de US$ 1121,7 millones. La mayor parte del factor de crecimiento se dio por un aumento de clientes y servicios, y por modificación de tarifas. Del total de ingresos operativos, 46% corresponden a telefonía móvil, 42% a datos, y el 10% a la telefonía fija. En total se vendieron 334.192 aparatos móviles, y los servicios móviles convencionales aumentaron un 2,1% con respecto al año anterior.
Las inversiones de la empresa concluyeron en un total de US$ 156 millones en 2023, y buena parte de ellas se destinaron a mejorar la infraestructura de la red 5G y la instalación de fibra óptica en todo el país. Además, Antel constató que ejecutó el 100% de las inversiones previstas.