Con propuestas “al estilo Bukele” para abordar los problemas de inseguridad, Guzmán Acosta y Lara pretende solucionar un apartado en el que nota que el espectro político está “muy tibio” y donde se proponen cosas como crear el Ministerio de Justicia, lo que, a su entender, “es generar más burocracia”. Así declaró el precandidato en entrevista con CRÓNICAS, en la que además destacó que pretende reorganizar el Estado y por eso se diferencia de los blancos, porque a ellos “no les gusta proponer cambios en las estructuras de gobierno”.
Por Mateo Castells | @teocastells
El entrevistado degustó raviolones de calabaza y parmesano con manteca de salvia y maíz crocante, que acompañó con agua mineral sin gas. De postre eligió gelatina de frutilla y terminó su almuerzo con un café doble.
-¿Cuál cree que es la pertinencia de su candidatura en un partido con múltiples opciones para el 30 de junio?
-Nosotros fuimos los primeros en arrancar con la campaña hace un año y medio, cuando nadie quería hacerlo en el Partido Colorado (PC), y fuimos los que dimos puntapié inicial al proceso de renovación que hoy el partido está viviendo. No nos olvidemos que hace un año y medio todos estaban esperando el retorno de Pedro Bordaberry a la política y algún otro movimiento que hicieran los grupos tradicionales del partido. En este sentido, nosotros hemos planteado una propuesta nueva y diferente, porque no provenimos de las viejas estructuras y no las representamos, sino que representamos algo nuevo, donde hemos integrado gente del sector Batllistas y del interior, y gente que se estaba acercando al PC y quería una opción nueva y diferente. Cuando hablamos de renovación no solo hablamos de un cambio de caras, sino de un cambio de posturas políticas. El PC en los últimos 15 o 20 años ha tenido dos liderazgos que se han caído y estamos en un proceso de encontrar una identidad mucho más abierta, como la que proponemos nosotros, y no tan cerrada como la que se proponía últimamente. Entonces, yo creo que era sustancial algo nuevo que viniera a desempolvar las viejas estructuras, como dice nuestro jingle.
-¿Qué demuestra el hecho de que el partido tenga seis precandidatos para la interna?
-Muestra que hay un proceso de nuevos liderazgos que empezarán a surgir a partir de ahora y que el colorado se cansó de los viejos liderazgos. Esto no está mal, en un partido que necesita sí o sí renovarse y pensar hacia adelante, porque si el PC no se renueva y no crece, no va a haber posibilidades de que la coalición gane.
-La seguridad es el eje central de esta campaña electoral, un apartado en el que usted ha propuesto soluciones “al estilo Bukele”, buscando reconocer al narcotráfico como terrorismo de Estado y construir cárceles de máxima seguridad. ¿Cómo piensa que estas propuestas pueden ser recibidas por la población y el espectro político?
-El espectro político está muy tibio en el tema seguridad y se proponen cosas que no tendrán solución, como generar un Ministerio de Justicia. Simplemente es trasladar la responsabilidad de las cárceles a un nuevo ministerio. Esto es lo que proponen para solucionar este problema, que es lo mismo que la nada y que generará más burocracia de la que ya tenemos. Además, esto va en contra de lo que nosotros proponemos, que es disminuir el aparato político. Por otro lado, en lo que refiere al tema seguridad, si no nos ponemos firmes con el narcotráfico y el crimen organizado, van a seguir creciendo. Si esto sigue ocurriendo y no le ponemos un freno, va a ser una lucha perdida. La posibilidad que tenemos no es de eliminarlo, es de decirle al narcotráfico que en Uruguay las cosas no van a ser fáciles. El segundo tema es que no lo arreglamos solamente con esto. Lo que proponemos es un primer impacto y que los narcos van a perder derechos individuales, que no tendrán visitas y no podrán seguir delinquiendo desde el interior de las cárceles, que se trata de una medida clara y contundente, que nada tiene que ver con el proceso de rehabilitación. Yo no creo en la rehabilitación de los narcos, en el resto de los privados de libertad, sí.
-¿Y qué postura tiene al respecto del financiamiento de la política?
-Me gustaría que algunos candidatos, que apenas tienen un vehículo, me digan cómo pagan los carteles. Yo sé cómo lo hago.
-¿Cómo lo hace?
-Con mis propios ingresos. Por suerte tengo buenos recursos para poder hacerlo, además de las cenas y colaboraciones que se hacen y que publicaré después como corresponde. Yo he vendido hasta propiedades para hacer esto. Hay algunos que no tienen propiedades y nadie les pregunta.
-¿Cómo evalúa a este gobierno en materia de seguridad?
-Quedó con la sábana corta. Si bien fue positiva la disminución de varios delitos, no había que hacer mucho para mejorar la seguridad en relación con lo que fue la era Bonomi. Fue mejor, pero no estoy conforme, porque le prometimos a la sociedad que íbamos a hacer un cambio sustancial en el tema seguridad y no fue así. Por eso he sido crítico en el manejo de la seguridad pública por parte de la coalición.
-¿Hay algo más en lo que no concuerde con este gobierno?
-En el manejo de la mesa política que tendría que haber realizado el presidente cuando convocó a una coalición republicana, donde la negociación fue de forma individual con cada partido, en lugar de ser una negociación colectiva para manejar los temas importantes que tiene el país. En el manejo de la coalición creo que Lacalle Pou fue personalista. Pretendemos que evolucione el proyecto de la coalición y poder tener una visión más igualitaria de los socios.
-¿Por qué al haber integrado este gobierno de coalición ahora se manifiesta en contra de muchas cosas que se hicieron?
-Antes era un director de Telecomunicaciones proveniente del sector Batllistas, con un Sanguinetti con una impronta muy lacallista. Y ahora estoy planteando una renovación en el PC, reivindicando una impronta colorada, que apunta a estar dentro de la coalición, pero marcando más nuestro perfil reformista. A lo largo de este gobierno hemos perdido identidad y perfil, tal es así que Andrés Ojeda dice que su referente político es Lacalle Pou, en lugar de Batlle, Rivera, Baltasar Brum o el que sea. A Ojeda le aconsejaría que arme una lista dentro del Partido Nacional, que le va a ir mucho mejor que ser precandidato del Partido Colorado.
-¿Cómo se ve integrando nuevamente un gobierno de coalición?
-Me veo poniendo condiciones distintas a las que hemos tenido hasta ahora y además me veo con la posibilidad de, si ganamos la interna, liderar el proyecto de la coalición. Si gano la interna pretendo ser un presidente que sea un referente de la libertad. Lacalle Pou fue un poco liberal, pero no fue el referente de la libertad. Cuando hablo de libertad, hablo de libertad económica y la desburocratización de muchas medidas que tiene el Estado, que hacen que la gente no se pueda desarrollar. Eso es un elemento clave, porque creo que es la única manera que tenemos para que el uruguayo deje de depender de los planes sociales para empezar a ser más libre. Para eso, necesitamos desregular muchos sectores de actividad, para que los precios no sean tan altos y a la gente le rinda más el dinero. Menos normas y barreras arancelarias y burocráticas es el diferencial que pretendo tener en la próxima administración. Y voy a luchar para que eso ocurra.
-Hay que tener en cuenta el factor recaudación y la fiscalidad.
-Como pretendo compensar con la disminución de los cargos políticos al 50% al nivel de las intendencias y al nivel de la administración central, y reducir la cantidad de ministerios, estimo tener un ahorro cercano a los US$ 100 millones, que me permita verter directamente en lo que mencioné anteriormente.
-Uruguay tiene 14 ministerios y usted propone reducirlos a ocho. Pero hace un año, en una nota con este mismo medio, proponía crear el Ministerio de Telecomunicaciones, Ciencia e Innovación. ¿No piensa que esta reducción de la que usted habla puede ser tildada de botín electoral?
-Cambié. Me di cuenta que podíamos hacer eso dentro del propio Ministerio y no justificaba crear uno nuevo. Con el tiempo pensé que no tiene sentido seguir generando más burocracia, y tal es así que también planteo la fusión de Ancap y UTE, para que exista un solo ente de energía en Uruguay, y no tener tanta organización política y superestructura, que a veces terminan aumentando el gasto administrativo y de funcionamiento para cumplir la misma función. Yo pretendo reorganizar el Estado y por eso me diferencio de los blancos, porque a ellos no les gusta proponer cambios en las estructuras de gobierno. Y los que venimos del ambiente colorado estamos acostumbrados a constantemente reformar el Estado, porque lo construimos nosotros. Batlle y Ordóñez hasta propuso un colegiado en Uruguay y generó una tremenda lucha entre los conservadores y los batllistas. Nosotros proponemos una gran reforma del Estado que sea en serio. Si yo pretendo que Uruguay sea más barato, el primer ajuste que hay que hacer es en la política.
-El propio FA había propuesto este tema y con mayoría parlamentaria no lo realizó.
-Porque no estaba maduro, y porque en la región no había ninguna corriente que apunte hacia este sentido del que hablamos. Hoy en la región hay otros vientos que nos pueden ayudar.
-¿Y no piensa que dentro del espectro político se puede encontrar con distintas trabas?
-El espectro político, en todo lo que respecte a amputarse beneficios, va a hacer todo lo posible para que eso no ocurra. Yo propongo algo distinto, pero alguien lo tiene que proponer. Después está el proceso de convencimiento que se deba hacer. Ahora estamos en el proceso de gestación y de que la gente conozca nuestra figura y nuestras propuestas. Tenemos que terminar con el país del no se puede, de no avanzar. Este es el principal defecto que tiene Uruguay en su organización política y ciudadana. Siempre se dan pasitos chiquitos para no molestar. El propio Ricardo Pascale hablaba del freno al impulso, y nosotros siempre estamos con el freno de mano puesto.
“De los 136 liceos que habíamos prometido a lo que hicimos, nos faltó mucho”
-¿Qué postura tiene respecto de la educación? ¿Cómo evalúa lo realizado hasta ahora?
-Robert Silva ha hecho una gran gestión. Ha tenido que derribar barreras, pero nos quedamos cortos con el proceso de transformación, y eso no es culpa de Robert. Esto es una crítica a la transformación educativa en sí. Yo creo que nos apuramos en hacerla, porque si no nos apurábamos no llegábamos a cumplir, pero al fin y al cabo nos quedamos cortos. De los 136 liceos que habíamos prometido a lo que hicimos, nos faltó mucho.
-Esa fue la propuesta de Talvi, con Ciudadanos.
-Sí, pero fue la lista que ganó la mayoría dentro del PC y la que tendríamos que haber asumido todos los colorados para que esa propuesta llegara. Yo apunto a un proceso mayor y a la virtualidad. Debería ser opcional que en los tres niveles educativos se recurra a la zona virtual. La virtualidad ha sido una gran experiencia para la educación y se debe extender de manera opcional, para que el que quiera ir en forma virtual lo pueda hacer, porque evidentemente en las zonas donde la escuela cumple otra finalidad más allá de educar, es obvio que no se va a poder hacer. A la larga, el proceso virtual educativo local y hacia el exterior, va a ser el futuro del Uruguay.
“En pelea de perros grandes, el perro chico se queda quieto”
-¿Cómo ve lo realizado hasta el momento en materia de inserción internacional?
-En la inserción internacional yo soy partidario de que tenemos que negociar con todos. Cuando tenía mi amistad con Sanguinetti, un día tuvimos una charla sobre el 5G y el tema China y Estados Unidos en la que me dijo que, en pelea de perros grandes, el perro chico se queda quieto. Esto quiere decir que Uruguay no puede tener ningún tipo de limitaciones ideológicas para comerciar, con lo cual debe comerciar con todos y en forma bilateral, más allá de lo que son los bloques regionales. Lo hizo Batlle con el Tratado de Libre Comercio con México, y ya había Mercosur. Debemos seguir incentivando ese proceso de excepciones, porque nosotros no le vamos a quitar ni afectar el comercio a nadie con nuestras exportaciones. Nosotros debemos seguir apuntando a la calidad como diferencial, lo que debe ser el nicho de mercado del Uruguay. Debemos comerciar con todos y no meternos en los líos comerciales que tienen las potencias.
-¿Ya no tiene relación con Sanguinetti?
-Me independicé y fue parte de mi pasado, pero no puedo desconocer que trabajé muchos años con él y lo aprecio mucho. Nuestra diferencia fue porque yo dije que se tenía que ir, dado que era un momento en el que se tenía que ir por la puerta grande y no como está ahora, que siguió en un proceso donde está manejando el PC con dos precandidaturas, con Viera y Ojeda. Nadie puede dudar que la candidatura de Ojeda es reflejo de la candidatura que el hijo de Sanguinetti está promocionando. No hay duda que Batllistas está promocionando dos candidaturas y el tiempo me lo va a confirmar.