El TPP salió a buscar sustituto para Estados Unidos: China y Corea del Sur son candidatos

China » QUIERE TENER UNA MEJOR POSICIÓN GEOPOLÍTICA

Esta semana, los integrantes del acuerdo Trans Pacífico se reunieron con los países integrantes de la Alianza del Pacífico en Viña del Mar. El TPP, al borde de la frustración tras la retirada de Estados Unidos, busca sustituir al mercado norteamericano por otro similar, al mismo tiempo que China intenta colocarse en una posición geopolítica ventajosa, la misma que Barack Obama buscaba opacar desde 2009, cuando se integró al Tratado.

A Donald Trump no le tembló el pulso para cumplir una de sus promesas de campañas más significativas en relación a la política internacional de Estados Unidos. Una vez que asumió, dio el portazo y dejó al TPP sin su principal socio. El último en llegar fue el primero en irse, o mejor dicho, el que ni siquiera llegó a ingresar.

Este despojo del país norteamericano significó el fin del acuerdo tal y como estaba planeado y retiró a Estados Unidos de un juego geopolítico crucial para el futuro de las relaciones comerciales a nivel global. El mundo miraba con admiración aquel bloque, que murió antes de que el primer contenedor cruzara una frontera sin aranceles.

Fue en 2009 cuando Barack Obama demostró su interés en sumar a Estados Unidos a Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Sobre todo para avanzar varios casilleros en una carrera geopolítica en la que podía dejar atrás a China, la potencia económica y política que le come los talones.

El 23 de enero de este año, Donald Trump firmó un decreto presidencial que selló la salida de su país del TPP, y dio el golpe de gracia a un bloque que, desde la victoria de Trump en noviembre, veía cada vez más lejos su viabilidad.

Hay que armarse de nuevo

El martes y el miércoles se reunió en Viña del Mar el bloque estrella de la integración latinoamericana, la Alianza del Pacífico (AP) y esta vez integró a quien quiso ser su hermano mayor, el TPP, con excepción de Estados Unidos.

«Esta es un señal política importante en momentos de incertidumbre, en que es necesario mayor claridad y una de las cosas importantes que está en el trasfondo de esta reunión es que queremos un comercio más abierto, más libre y menos proteccionista», dijo el canciller chileno, Heraldo Muñoz.

Ante este abandono, hay quien ya se frota las manos: China. Los chinos ya se ven como sustitutos de Estados Unidos en lo que podría ser el mayor acuerdo comercial del mundo, y le da respiro al bloque. De todos modos el gobierno chino no ha manifestado interés en las propuestas para revivir el TPP y en su lugar prefiere negociaciones a través de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por su sigla en inglés), en la que Pekín tiene un papel clave. Chile y Perú tienen interés de vincularse al RCEP que actualmente está en fase de negociación.

La Alianza del Pacífico que fue creada en 2011 por Chile, Colombia, México y Perú, y con la que ha coqueteado Uruguay en varias ocasiones, se ha posicionado, en vista del penoso estado del Mercosur, como el más exitoso bloque comercial de América Latina. Ahora la expansión está puesta hacia el Pacífico, y la reunión con los integrantes del TPP, parece demostrarlo.

La AP “ha logrado ya la circulación sin aranceles de más del 90% de los productos, flexibilizado las reglas de origen e integrado las bolsas de valores; además de otras iniciativas, favorables también para el desarrollo económico, tales como la eliminación de visados, compartir sedes diplomáticas, presentarse como ‘marca’ Alianza del Pacífico y promover la movilidad académica y las becas de estudios”, dijo a Deutsche Welle, Ana Soliz de Stange, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales, con sede en Hamburgo. «La AP es una imagen de estabilidad y puertas abiertas a la inversión extranjera, lo que no puede decirse justamente del Mercosur. Básicamente, el Mercosur fue demasiado ambicioso y construyó una maraña institucional sin lograr sus objetivos. La Alianza del Pacífico ha sido, sobre todo, práctica; es una organización flexible que deja abierta las puertas a más proyectos conjuntos”, subraya la investigadora. Para Soliz de Stange podría vislumbrarse un pacto alternativo al TPP en el que se integren, además, China y Corea del Sur. “Con el retiro de Estados Unidos, el TPP, tal como estaba planeado originalmente, murió antes de nacer; sin embargo, abre la posibilidad a un pacto alternativo en el que China podría integrarse e incrementar su liderazgo global”, concluye la investigadora.