González Conde: “Los promotores privados son los que arriesgan en todos los proyectos con su propio dinero”

SUPLEMENTO ESPECIAL | 105 ANIVERSARIO DE LA CÁMARA DE LA CONSTRUCCIÓN

Ignacio González Conde, presidente de Appcu

La Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (Appcu) mantiene una estrecha relación con la Cámara de la Construcción, con la que los debates siempre “llegan a buen puerto”. Si bien la realidad del sector el año pasado era “muy buena”, las perspectivas a futuro no son tan auspiciosas. Además, el mayor desafío hoy es el tipo de cambio.

¿Cómo ha evolucionado la relación entre Appcu y la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) a lo largo del tiempo?

Appcu se fundó en 1990 con algunos integrantes de la CCU y profesionales, arquitectos, ingenieros, constructores y promotores privados que buscaban y siguen buscando intereses distintos para sus quehaceres en todo sentido. Los promotores privados son los que arriesgan en todos los proyectos con su propio dinero. También vale lo mismo para los desarrolladores inmobiliarios.

A su vez, en muchas ocasiones los intereses son los mismos, por lo tanto, la relación ha tenido varias etapas de convivencia. Ahora, desde hace una década, aproximadamente, la relación ha sido cada vez más estable y fecunda, lo que no quiere decir que no tengamos disensos y discusiones, aunque siempre llegan a buen puerto.

Hace tiempo también que los presidentes junto con la Liga de la Construcción y CICE (Coordinadora de la Industria de la Construcción del Este) se juntan una vez por mes para ir llevando la agenda en forma conjunta y consensuada.

¿Cuál es el estado actual del sector de la construcción desde la perspectiva de los promotores privados?

Desde la perspectiva de los promotores y desarrollistas privados, la realidad hasta el año pasado era muy buena, con récord absoluto de presentación de permisos en la Intendencia de Montevideo y récord de obras presentadas y empezadas en la Agencia Nacional de Vivienda.

Eso, desgraciadamente, está cambiando, pues al no mejorar el atraso cambiario -que a nuestro juicio es de un 20% o más-, se está haciendo cuesta arriba la rentabilidad del negocio. Una cosa fue empezar y estar terminando proyectos -aproximadamente y en promedio, las obras entre presentaciones de permisos y construcción no demoran menos de cuatro años- con el dólar de otrora y otra cosa es arriesgar y empezar con este dólar planchado y perdiendo poder a diario. Eso ya se está sintiendo, lamentablemente.

¿Qué desafíos enfrentan actualmente los promotores privados en el mercado de la construcción en Uruguay?

Los desafíos son múltiples, pero, como comentaba antes, el principal es el relacionado con el tipo de cambio. Los procesos de construcción son largos, se vende al empezar a determinados dólares y eso es fijo, y son ciertos pesos que al terminar son un 20% menos, y contra eso es muy difícil. Mientras el dólar pierde competitividad, es cada vez más caro construir y obtener ganancias con el atraso que se está generando día a día. Lo peor es que las perspectivas no son buenas. Ahí está el principal desafío.

¿Qué reflexión le merece este nuevo aniversario de la CCU?

Quiero felicitar a la CCU y a todos los funcionarios que la hacen día a día. También al presidente y a los presidentes anteriores, dado que es una ardua labor diaria que la única forma de llevarla a cabo es con la camiseta puesta y mucho amor a la profesión. ¡Salud!