Oscar Bottinelli, politólogo y presidente de la consultora Factum
Bottinelli no sabe si le hubiera recomendado a Delgado que Ripoll sea su compañera de fórmula, pero sí está convencido de que un paso tan “disruptivo” se da con otra “prolijidad” y que la incidencia de Lacalle Pou en la decisión fue “total”. Así lo manifestó en entrevista con CRÓNICAS, en la que además resaltó que el FA tiene una “disonancia discursiva” sobre el tema institucional y el papel del partido en relación al gobierno.
Por Mateo Castells | @teocastells
Menú: El entrevistado escogió de la carta de La Corte raviolones de calabaza y parmesano con manteca de salvia, maíz crocante y lascas de parmesano, que acompañó con una limonada. De postre optó por ensalada de frutas, y para extender la sobremesa pidió un café expreso.
-¿Cree que faltaron propuestas en esta primera instancia electoral?
-De dos millones y medio votó un poco menos de un millón, y de cada cinco uruguayos tres no fueron a votar. Lo que se nota es que, contra el discurso oficial de los dos grandes bloques, que es aquello de que si no sigue este gobierno viene la catástrofe o si sigue este gobierno el país se hunde, ese millón y medio que no votó, y quizás la mitad de los que votaron, no están convencidos de que su vida cambie con la elección. Y lo que genera una gran molestia en una parte muy grande de la ciudadanía es que casi todos los dirigentes políticos no pronuncian una frase sin atacar al otro. Se supone que los partidos políticos están todo el tiempo analizando la situación y mirando cómo está el país. Por lo tanto, no debe ser sorpresa ningún plan de gobierno. Sobre los grandes temas que preocupan a la población, se supone que los partidos no tienen que pensar hoy que van a hacer; eso da la sensación de políticos que están detrás de los cargos, que largan propuestas detrás de los votos y que están en un juego cerrado entre ellos, que es muy peligroso.
-Teniendo en cuenta esto que usted menciona, ¿se puede esperar un crecimiento del voto en blanco o anulado en las nacionales?
-Lo que va en contra a lo que estoy diciendo es que si hubiera rabia de parte de la población, Uruguay no estaría planchado en el voto en blanco y anulado en niveles inferiores al 4%, como actualmente lo está. Eso está explicando que no hay ningún clima de rechazo activo.
-La campaña del MPP, sector que apoya a Orsi, se centró en una estrategia de mostrar que con Cosse el FA no le ganaba a la coalición. Así lo dijeron en reiteradas ocasiones Mujica y Topolansky, mientras que la campaña de Cosse se centró en muchas propuestas y mostró un esfuerzo importante, pero aún así terminó imponiéndose el exintendente de Canelones. ¿Qué muestra esto, a su entender?
-El FA entró en una contradicción, porque aprobó un programa y después aparecieron sus dos candidatos principales haciendo propuestas, cuando se supone que la propuesta ya está y es de todo el partido. Entonces, ahí hay una contradicción discursiva. Hay una disociación entre el discurso estructural del FA, donde dicen ser participativos, que discuten las bases y tienen un congreso, y luego los candidatos aparecen haciendo sus propuestas y diciendo que manda el presidente. El FA tiene una disonancia discursiva sobre el tema institucional y del papel del partido en relación al gobierno.
-A Yamandú Orsi se lo postula como un heredero. Heredó en su momento la intendencia de Carámbula y ahora es el candidato del MPP, lo que lo convierte en heredero de Mujica. ¿Se puede hablar de Orsi como un líder? ¿O se lo puede proyectar como uno?
-Eso se verá en el tiempo. Hoy Orsi aparece como un discípulo de Mujica. Ya hizo algunas movidas, pero la jugada de reunirse con el presidente español da la imagen de alguien que se está probando la banda presidencial y que tiene campo internacional. Orsi es un individuo que marcó un discurso muy amplio y sin aristas cortantes. Apareció exponiendo el batllismo y eso opera como su principal virtud, y probablemente eso lo ayudó mucho en el juego de la interna.
Hablando de la etapa de internas, en todos los partidos ha demostrado que los aparatos como tales funcionan poco. Los aparatos no rindieron; porque tampoco es solo la opinión pública, sino que las estructuras funcionan cuando hay sintonía con la opinión pública. La estructura es un muy buen canalizador de opinión pública. Ya no es cuestión de decir ‘este caudillo tiene tantos votos’.
-¿Y cómo dialoga esto que menciona con lo que ocurrió en el Partido Colorado (PC) con Ojeda?
-Hubo caudillitos que en un tiempo muy rápido se posicionaron con Ojeda. No es que se tratara de opinión pública de un lado y aparato del otro, sino que hay una interacción. Ojeda tuvo una presencia mediática muy grande, con una visión muy favorable de muchos comunicadores, lo que impactó sobre estos caudillitos, que empezaron a transmitir su preferencia por Ojeda. Entonces, la estructura surge a partir de una opinión, y esa estructura le permite canalizar ese voto.
-¿Le hubiera recomendado a Delgado que Ripoll sea su compañera de fórmula?
-No sé. Creo que hay que esperar, porque fue muy disruptivo y sorpresivo. Tengo la percepción de que la idea es que el Partido Nacional (PN) está débil en la Zona Metropolitana. Sin dudas Ripoll es una mujer que no viene de actuar en los niveles medio-altos, que es una funcionaria municipal y dirigente gremial, y la idea es que su figura le permita sintonizar un poco más con el sector metropolitano, dado que tiene una impronta social, no de asistencia, sino de lucha social. No sé si esto rinde o no. Lo que creo es lo que cualquiera debiera haberle aconsejado: que un paso tan disruptivo se da con otra prolijidad. El FA actuó con la prolijidad que actuó el PN hace cinco años y el PN aprendió de la desprolijidad del FA en 2019. Ahora, que Delgado esa noche haya sentido la necesidad de recostarse en Lacalle Pou, junto al procedimiento un poco intempestivo del anuncio de Ripoll, que no se hizo a espaldas del presidente, no fue lo más aconsejable.
-¿Qué grado de incidencia cree que tuvo Lacalle Pou en la decisión de la fórmula?
-Creo que total. La información apunta a eso. Además, es lógico que haya incidido. No me parece nada lógico que con el peso que tiene Lacalle Pou en el PN se haya designado una candidatura sin que éste haya intervenido. Además, creo que ellos tenían varias cartas dependiendo del resultado, y les resultó preocupante que por primera vez desde 2004 el PN quedara tan distanciado del FA. Esa fue una de las razones que llevó a que se tomara esa decisión.
-¿Esta fórmula representa una oportunidad para Ojeda?
-Del lado de la coalición se ha conformado la idea de un bloque, entonces sí puede haber mayor volatilidad dentro de esa área y que haya una indecisión entre votar a Cabildo Abierto (CA), el PC o el PN. Ahí sí pueden jugar determinados elementos sobre fórmulas, candidaturas o posicionamientos, pero funciona más como una volatilidad interna y no externa, que no cambia mucho el resultado de la elección.
“Estamos hablando de Ojeda como un fenómeno como si hubiera ocurrido con la magnitud del FA o del PN”
-¿Cómo se decodifica el fenómeno Ojeda? Él dijo que se sustituye un liderazgo de casi 90 años por uno de 40. ¿Se lo puede postular como líder teniendo en cuenta que tuvo 40.000 votos?
-Hay una renovación total en el PC. Jorge Batlle murió, Sanguinetti se retiró y Talvi también. Entonces, lo que aparece es todo nuevo. El tema es generar un fenómeno nuevo en un espacio reducido, donde votan 100.000 personas y el fenómeno Ojeda se dimensiona en 40.000. Raffo tuvo 62.000 y Gandini estuvo entre Silva y Gurméndez. Entonces, estamos hablando de Ojeda como un fenómeno como si hubiera ocurrido con la magnitud del FA o del PN. Es claro que apuntó a un electorado con características similares a una porción del electorado de Talvi. Ojeda apuntó a un electorado con códigos posmodernos, al perfil de internet y de los streamings. Ahora, tiene un largo recorrido para hacer, porque tiene que posicionar al PC. Sin dudas Ojeda ha salido con un planteo que vuelca al PC a posiciones más de derecha, en una competencia abierta por un segmento del electorado que disputa con CA.
El resultado global entre los tres principales partidos, “se asemeja” a lo que “puede ser” el resultado de la elección nacional
-Si tuviera que poner un titular a lo acontecido en las internas, luego de casi tres semanas, ¿cuál sería?
-El titular es que fue la elección interna, junto con la de 1999, en que el resultado global entre los tres principales partidos se asemeja a lo que puede ser el resultado de la elección nacional, en porcentajes gruesos. En las otras internas estaba muy deformado por un Frente Amplio (FA) votando muy por debajo de su potencial y el Partido Nacional (PN) muy por encima. En la elección pasada el FA multiplicó por casi 3,4 los votos de la interna a la nacional y el PN por 1,6, aproximadamente, lo que habla de una mayor potencialidad de participación del PN, que lo exhibió en 2004, 2009 y 2014. Y el FA tuvo su mayor debilidad en la del 2014. Yo diría que fue una elección interna en la que la proporción entre los tres grandes partidos es bastante normal de acuerdo a lo que se puede esperar de cara a octubre.