Con su modelo de gestión y conocimiento del mercado, Magna busca posicionar a Mazda en Uruguay

Con el objetivo de ampliar su presencia en Uruguay, y tras varios meses de negociación, Magna Motors, representante en Uruguay de BMW, MINI y BMW Motorrad, se hizo con la importación y representación en forma exclusiva de Mazda. En diálogo con Empresas & Negocios, Federico Bangerter, gerente general de Magna, brindó detalles del negocio y estableció los planes a futuro que la empresa tiene para la marca japonesa. Magna, de origen dominicano, desarrolla su actividad en nuestro país desde 2021, y ahora emprende este nuevo desafío.       

Magna Motors adquirió recientemente la representación de Mazda. ¿Qué despertó el interés de la empresa por la marca japonesa?

Desde que Magna desembarcó en Uruguay sabíamos que queríamos aumentar nuestra huella en el cono sur. Una de las etapas importantes para llegar a ese objetivo es expandirnos dentro de Uruguay. En este contexto, y conociendo ya el mercado, una de las marcas que nos llamaba la atención por su potencial era Mazda. La marca tiene shares muy altos en mercados como México, por encima del 6%. Asimismo, la media mundial de Mazda está en el entorno del 2%. En Uruguay es menos del 1%, lo cual refleja un potencial.

¿Qué evaluación ha podido hacer el grupo de Mazda en Uruguay?

Es una marca internacionalmente reconocida, que tiene un potencial de crecimiento sustancial. Mazda tiene mucho heritage, algo que transmitir. No son solamente cuatro ruedas; realmente cuando uno se sube al auto es algo distinto. En Uruguay, en los segmentos en donde participa -y creo que pasa prácticamente en toda Latinoamérica de la misma manera- tiene un motor que transmite algo distinto a lo que es la competencia. Hoy si vamos al segmento de los SUV de menor dimensión, la CX30 es la única en su segmento con motor dos litros. Entonces ahí veo un potencial importante. Mazda transmite sensaciones  e impresiones no solo a través de todo su diseño, sino también en los motores en particular. En momentos en que estamos un poco “inundados” de marcas nuevas casi mensualmente, el poder tener una marca que realmente transmite algo es un valor enorme.

¿Qué objetivo de posicionamiento tienen planificado para la marca?

Queremos cambiar un poco la imagen corporativa de Mazda en Uruguay y para eso vamos a trabajar en el showroom, en nuestro punto de servicio. También estamos trabajando conjuntamente con la fábrica para que nos libere otros productos que hoy no hay acá en Uruguay. Esta ha sido nuestra primera semana de operaciones con la marca y ya despachamos los autos para tener demos afuera, porque queremos que el cliente pueda probar la diferencia. Considero que la gran diferencia es cómo te sentís arriba del auto, y vender eso por catálogo es imposible.

¿Establecieron internamente una cuota de mercado que pretenden lograr?

Aún no, estamos a la espera de confirmar qué modelos nos va a liberar la fábrica. En función de los modelos van a ser los segmentos en los que participemos, y en función de los segmentos la cuota de mercado a la que vamos a apuntar. Todavía no está definido, pero claramente tenemos que dar un salto muy grande de donde estamos, incluso con los modelos que tenemos hoy.

¿Qué novedades habrá en materia de productos?

A nivel global Mazda está apuntando al segmento premium, entonces tenemos que ir hacia ese lado. Los íconos para eso son el CX60 y el CX90. Después estamos analizando activamente ver cómo potenciamos el segmento de la pick up, que si bien hoy lo tenemos, no es una de las fortalezas de Mazda en Uruguay, sabiendo las limitaciones que hay por tema de origen. Pero a donde estamos tratando de ir un poquito más fuerte es en tener los modelos CX60 y CX90.

En lo que respecta a los modelos de Mazda con los que se ha venido trabajando, ¿hay disponibilidad de producto?

Sí, tenemos suficiente stock. De hecho, nosotros ya venimos trabajando desde antes de esta transición para poder tener disponibilidad. Hoy puedo decir que con los productos que tenemos ya liberados -entre los que hay acá y los que están en camino- estamos súper tranquilos de la disponibilidad de producto.

¿Qué pasa con las otras marcas que tiene la empresa?

Seguimos representando a Fiat y a Kia y vamos a trabajar con ellos como lo haremos con Mazda y como lo hacemos con BMW. 

¿Cuánto influye la experiencia de Magna Motors en este nuevo negocio?

Creo que tenemos que repetir de alguna manera muchas de las cosas buenas que se han hecho con BMW. Dentro de ellas, lo primero es aprovechar y potenciar a la gente que ya está. En lo que tiene que ver con el punto del showroom, la idea es generar una experiencia distinta, y poder ofrecer más modelos. Mucho de lo que se ha hecho en BMW se puede replicar, obviamente con el matiz de Mazda, pero el fondo es el mismo: una marca que tiene heritage y el objetivo es poder reflejárselo al cliente y que este lo vea, con el modelo de gestión de Magna, con la agresividad comercial de Magna y con la idea de mercado de Magna. Es un activo muy grande meternos en una marca nueva y poder demostrar que como grupo tenemos el músculo.