El pasado miércoles 10 de julio, UTE anunció una inversión de US$ 102 millones para la renovación de la central hidroeléctrica de Baygorria, con el objetivo de aumentar su capacidad de generación a 108 megavatios (36 MW por turbina) y extender su vida útil por 30 años más. En entrevista con CRÓNICAS, la presidenta del organismo, Silvia Emaldi, afirmó que “es fundamental tomar todas las previsiones para que la central siga funcionando”.
La presentación del proyecto se realizó en la sala de prensa del Palacio de la Luz y contó con la presencia de autoridades de UTE como Silvia Emaldi, la presidenta; Pablo Ferrari, el vicepresidente; y Mariana Ubillos, la directora. Además, acompañaron Christian Nieves, director nacional de Energía, y representantes del consorcio a cargo, compuesto por la empresa uruguaya Saceem y la austriaca Andritz. El proyecto fue asignado a dicho consorcio en diciembre de 2022 tras un llamado internacional, y el mismo será responsable de la fabricación y colocación de las tres turbinas.
Esta central fue inaugurada el 8 de julio de 1960 y está ubicada sobre el curso del río Negro, en el límite entre los departamentos de Durazno y Río Negro. Se trata del segundo escalón de utilización de la energía en ese cauce fluvial, integrado con la central hidroeléctrica Gabriel Terra en Rincón del Bonete y la central Constitución en Paso Palmar.
Emaldi informó que se ha avanzado un 30% del proyecto global que contempla la intervención en las tres turbinas de Baygorria.
La central ha operado de manera ininterrumpida durante más de seis décadas, utilizando tecnología alemana. La jerarca dijo a CRÓNICAS que “es fundamental tomar todas las previsiones para que la central siga funcionando”, para que “pueda ser parte de las energías renovables que el país dispone”. Por esto, es preciso una renovación debido al desgaste de estas instalaciones electromecánicas, que tienen una vida útil de 40 años. Esta actualización técnica permitirá a la central seguir proporcionando energía renovable a 75.000 clientes. Los trabajos de modernización se realizarán por etapas para mantener la producción de energía, por lo que habrá al menos dos turbinas operativas mientras se trabaja en la tercera.
Se espera que las primeras piezas de los nuevos generadores, construidas en el exterior, lleguen a Uruguay a fines de este año para reemplazar a los originales. Los trabajos en campo comenzarán en enero de 2025 y se extenderán hasta 2028. Cada generador tardará aproximadamente 400 días en ser fabricado e instalado, y en el pico de las operaciones se emplearán unas 500 personas, lo que generará un impacto laboral significativo en la zona.
Federico Lurner, gerente de Desarrollo y Mantenimiento de Activos de Generación de UTE, explicó que la central opera bajo un esquema de tres saltos hidráulicos y que la potencia individual de los grupos generadores se elevará a 36 megavatios cada uno. El proyecto incluye el suministro de actualizaciones para todos los equipos, la sustitución de sistemas de comando y control, y la reparación o reemplazo de equipos auxiliares. Además, se prevé la capacitación del personal de UTE para garantizar el correcto funcionamiento y mantenimiento de la central.
Emaldi mencionó la importancia de las energías renovables para Uruguay, subrayando que el 50% de las energías limpias del país provienen de las centrales hidroeléctricas en el río Negro y Salto Grande.
Alejandro Ruibal, director ejecutivo de Saceem, destacó la importancia del contrato para su empresa y la larga relación comercial con UTE, y aseguró que se trata de un consorcio complementario por la experiencia de Andritz en las obras “hidro”.
Por su parte, Marcelo Malafaia, director ejecutivo de Andritz, resaltó la incorporación de tecnologías de última generación para que la central continúe operando de manera eficiente y segura.