Para ahondar en las situaciones que enfrentan los empresarios y emprendedores del interior del país, CRÓNICAS conversó con Fernando Miranda, presidente del Centro Comercial e Industrial de Rocha (CCIR). El ejecutivo destacó el peso del Estado como uno de los grandes problemas, y propuso un impuesto diferenciado para el turismo para aliviar la carga del sector turístico durante las temporadas bajas. Además, comentó sobre el trabajo del centro con organismos estatales, y los desafíos que presenta el diálogo con autoridades departamentales.
El CCIR se fundó hace más de 92 años y se encarga de nuclear, defender y representar a emprendedores locales, además de tener nexos con ciudades cercanas como La Paloma, La Pedrera y Castillos. El centro reúne a alrededor de 350 socios, para los que ofrece una instalación edilicia que cuenta con dos salones donde se llevan a cabo capacitaciones y talleres.
Además, la organización respalda a hoteleros de la zona y administra cinco de los siete complejos de vivienda de Rocha. El CCIR está afiliado también a la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) y trabaja en conexión con la UTU, para la cual brinda pasantías. El Consejo Directivo de la asociación es totalmente honorario.
Trabajo con organismos estatales
El centro interactúa con organismos como la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme). En lo que respecta a la primera, el CCIR funciona como socio estratégico desde hace tres años, y cuyo contrato se extiende hasta 2025.
En conversación con CRÓNICAS, el presidente de la asociación, Fernando Miranda, definió a ANDE como una gran herramienta con la cual han podido llegar a dar capacitaciones a lo largo y ancho del departamento, incluso en localidades pequeñas como 18 de Julio, Villa Cebollatí o 19 de Abril. “Cuando necesitamos algo, como ayuda con alguna capacitación, ANDE nos escucha”, resaltó.
En cuanto a Dinapyme, distinguió que el trabajo es similar, pero orientado a un emprendedor más calificado, que necesita otro tipo de ayuda.
Agregó que estos dos organismos pueden servir a Rocha como una ayuda para “salir de la zona de confort”, poder “salir a trabajar más”, a formarse “porque el mundo lo demanda”, y reflexionó que, dadas sus características, Rocha es “un brillante a pulir”.
Los desafíos de Rocha
Las temáticas que preocupan a los empresarios y emprendedores rochenses son diversas, porque, como lo planteó Miranda, “es un departamento muy diverso”. A nivel de comercio, destacó el centralismo de la capital como uno de los mayores desafíos. En ese sentido, se refirió especialmente al peso del Estado en lo que atañe a dobles impuestos, tasas, certificados y logística. La frontera abierta también juega un rol en este asunto. Por un lado, los costos de tener un centralismo montevideano muy pesado encarecen los productos en ciudades rochenses, que además tienen que competir, por otro lado, con los precios brasileros del Chuy.
El directivo señaló que desde el gobierno central a veces no se tiene en cuenta la zafralidad del negocio en Rocha. “No es lo mismo venir el 6 de agosto que el 6 de enero, pero la Dirección General Impositiva (DGI) o el Banco de Previsión Social (BPS) caen en fechas en las que el comercio y el turismo van muy bien”, puntualizó. En esa línea, razonó que “por eso muchos tienen la idea de que somos grandes empresarios, cuando en la mayoría de los casos no es así”, y quizás debería haber impuestos diferenciados, al menos para el turismo.
El entrevistado indicó que la frontera “es un arma de doble filo” porque por un lado es un gancho turístico y comercial, pero por otro lado “perjudica” a los comercios formales. Para que haya más formalidad, argumentó Miranda, “tiene que haber un control más sensato” sobre la misma, puesto que “no puede ser un lastre”. Aun así, consideró que con un buen diálogo están confiados en poder llegar a trabajar en “mejores condiciones”.
Interacción con autoridades
El presidente del CCIR remarcó que para la asociación es muy importante el diálogo, ya sea a nivel interno como con las autoridades. En ese sentido, manifestó cierto descontento con algunas de las direcciones a nivel departamental, que “no han podido brindar las soluciones que necesitamos”, y comentó que a veces notan una desconexión con las autoridades municipales.
Por otra parte, destacó que sí han tenido un diálogo más fluido con jerarcas a nivel nacional. A modo de ejemplo, mencionó el trabajo que han realizado con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y con la Dirección Nacional de Aduanas, que se mostraron un poco más abiertos al intercambio. “Lo que Rocha necesita es que el gobierno departamental y nacional trabajen junto a los privados para mapear un plan de trabajo a largo plazo para poder vendernos, para poder generar riqueza”, argumentó. En ese aspecto, el entrevistado consideró que el departamento tiene todo para ser exitoso: 180 kilómetros de costa, bañados, áreas protegidas, ganado, agricultura y demás.
Reunión de centros comerciales
En cuanto al evento organizado por la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) en junio, en el que se reunieron centros comerciales e industriales de todo el país, Miranda destacó que lo vio como una instancia “muy positiva” en la que se dio un rico intercambio sobre problemas que enfrentan y posibles soluciones. “Ahí es cuando te das cuenta de que el empresario, el emprendedor, el comerciante, tiene una fuerza gigantesca si se agremia, si trabaja en conjunto”, valoró.