Manini Ríos: “Lo peor es dejar que el mercado se regule, porque lo va a hacer fundiendo al pequeño comerciante”

Guido Manini Ríos, candidato a presidente por Cabildo Abierto, en una charla en la CCSU

El candidato a la Presidencia por Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, participó del ciclo de “Desayunos Electorales” organizado por la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU). Allí, enfatizó en la defensa de las pequeñas y medianas empresas, criticando políticas que, según dijo, perjudican a la clase media. También propuso revisar el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que considera injusto, y exonerar impuestos a los comercios fronterizos para mejorar su competitividad.

El candidato habló sobre la importancia de “dar oxígeno” a las micro, pequeñas y medianas empresas. Argumentó que su fortalecimiento es una inversión del Estado y no una renuncia fiscal, ya que estas empresas son grandes generadoras de empleo genuino. Las exoneraciones tributarias podrían darse en los primeros dos años del nacimiento de una mipyme, porque es un tiempo de consolidación en el que muchas de ellas no logran la rentabilidad. Además, representarían un dinero que no se gastaría en seguridad social para los desocupados.

Agregó que a las grandes empresas extranjeras se les concede una serie de beneficios porque de lo contrario “no vendrían”, pero se falla en hacer lo mismo por las pequeñas empresas nacionales. “Hemos hecho propuestas buscando que estas empresas puedan contratar a un empleado más y que no sea un problema. Pero para ello hay que dar cierto tipo de beneficios, como exoneraciones tributarias. Ahí chocamos con el medio país que no está dispuesto a exonerar ni a flexibilizar ciertas reglas laborales. ¿Cuál es la consecuencia? Un mercado de trabajo rígido, falta de puestos de trabajo y, en definitiva, falta de oportunidades para mucha gente”, expuso.

Manini Ríos también mencionó la necesidad de exonerar impuestos a los comercios de las zonas fronterizas para competir con los precios de los países vecinos, ya que, de otra manera, las personas continuarían comprando en otro país, por lo que “no se renuncia a nada”. Si bien entiende que la disparidad en el tipo de cambio con Argentina hace difícil la competencia aún con exoneraciones a los comercios fronterizos, podría hacer que los precios se acerquen más a una igualdad para frenar las compras masivas allí, lo que podría estimular la creación de empleos y, por lo tanto, cambiar la realidad económica y social de la zona. “Lo peor sería no hacer nada, dejar que el mercado se regule, porque lo va a hacer fundiendo al pequeño comerciante de este lado”, aseguró.

Revisión del sistema tributario

En cuanto a impuestos en general, el ex comandante en jefe del Ejército propuso bajar algunas tarifas públicas como un alivio para una clase media “castigada”, y revisar el sistema tributario “con la ponderación necesaria”, incluyendo el IRPF, al que considera injusto al entender que carga más a quienes trabajan más. “Hay testimonios por doquier de gente que no le sirve trabajar más horas o tener otro trabajo porque lo que gane de más prácticamente se lo da al Estado porque cambia de franja. Tenemos que revisar el descontarlo en determinados rubros, como la enseñanza de los hijos o la alimentación”, argumentó.

Además, sugirió revisar el gasto tributario, que en Uruguay ronda el 7% del PIB y “es prácticamente el doble del promedio del continente”, para redistribuir los recursos de manera más justa en otro tipo de tributos. “El gasto tributario se puede reducir en el entorno de US$ 1.000 millones, es decir, casi dos puntos del PIB, actuando con determinados criterios de beneficios que se otorgaron en un momento y que hoy ya no tienen sentido”, explicó.

La mejora de la inserción comercial

Sobre la política comercial exterior, expresó que “el gran objetivo” es negociar con la mayor cantidad de países posible, por lo que, cuanto más tratados de libre comercio y menos barreras arancelarias haya, mejor. No obstante, opinó que Uruguay debe “cuidar el barrio” pensando en el beneficio a largo plazo, es decir, el Mercosur. “No podemos, por una alianza comercial con un país extracontinental, comprometer nuestras relaciones con el vecindario. Ahora, ese vecindario no puede transformarse en una tranca permanente. Es un equilibrio difícil, pero recientemente Uruguay pudo hacer un tratado de libre comercio con México. Hay que apelar al espíritu inicial con el cual se creó el Mercosur hace ya casi 40 años. No tiene sentido que estemos pagando para entrar a mercados a los que nuestros competidores no pagan porque tienen acuerdos previos”, razonó.


Usura inconstitucional

Por otra parte, Manini Ríos hizo referencia a su campaña “Deuda Justa” contra la usura, y contó que, aunque se tienen que contabilizar las firmas por parte de la Corte Electoral para habilitar el plebiscito, “no parece que en las elecciones departamentales vaya a haber un problema”. Ante la pregunta de si creía que el resto de la Coalición Republicana lo apoyaría con la iniciativa, respondió: “La verdad, creo que no vamos a contar con el apoyo de los demás partidos de la coalición, que ya se han manifestado contrarios a nuestra propuesta, salvo alguna excepción dentro de cada uno de los partidos. Hemos quedado solos”. En caso de que el plebiscito no prospere, aseguró que Cabildo Abierto seguirá luchando para que los créditos se otorguen sobre bases justas, en contra de la actual “usura inconstitucional, pero legal”.

Adicionalmente, consideró que el reciente “Programa Voluntario de Reestructuración de Deudas” impulsado por algunos bancos y administradoras de crédito, es una señal positiva de la administración actual, pero insuficiente. “El principal usurero es el Estado uruguayo, y el acreedor público no está incluido en este acuerdo”, criticó. Agregó que dicho programa demostró que hay 786.000 uruguayos considerados como deudores irrecuperables, un problema que “se pretendió ignorar por mucho tiempo” en pos de “no cambiar las reglas del juego”.