A nivel global, los bancos centrales comienzan a dejar de lado la inflación y comienzan a concentrarse en la actividad económica, según surge del último reporte Escenario Macroeconómico Mundial elaborado por el banco Itaú. Para EEUU se observa una actividad resiliente y la inflación bajo control; en Europa se esperan recortes de tasas más rápidos ante la caída de la inflación y la debilidad de la actividad; y para China se elevaron las previsiones de crecimiento. Para América Latina se advierte el inicio de “la divergencia en política monetaria”.
En el plano global, el informe de Itaú destaca que los bancos centrales son cada vez más sensibles a la actividad económica debido a que los mercados laborales se adaptaron mejor, aunque hay divergencias entre países.
Tras la pandemia, se registró un “reequilibrio del mercado laboral”, lo cual apunta a menores presiones inflacionarias en el futuro, creando margen para una mayor flexibilización de la política monetaria en estas economías, aunque no en la misma magnitud en todas ellas. Nueva Zelanda y Canadá se encuentran en las fases más avanzadas de reequilibrio del mercado laboral, mientras que Australia y la Eurozona van rezagados.
Para EEUU se observa un nivel de actividad “resiliente y la inflación bajo control”, por lo que se espera que la Fed siga su proceso de recortes de la tasa de interés a un ritmo de 25 puntos básicos por reunión, aunque sigue existiendo el riesgo de un ritmo de flexibilización más rápido. La reciente revisión anual de las cuentas nacionales mostró que el crecimiento del PIB en años anteriores fue mayor de lo estimado inicialmente, con fundamentos más favorables para la demanda interna (incluidas revisiones al alza de las cifras de ingreso y exceso de ahorro). Aunque una parte importante del aumento reciente del desempleo se debe a la expansión de la población activa, las cifras también mostraron un deterioro en el desglose de los componentes del desempleo vinculados a la demanda. “En nuestra opinión, el mercado laboral seguirá resistiendo gracias al vigor de la actividad, pero este escenario sigue presentando riesgos a la baja”, indica el informe.
En el plano electoral, se señala que desde que reemplazó al presidente Joe Biden como candidato demócrata, Kamala Harris ha experimentado un aumento sustancial en los sondeos y mantiene una ventaja de entre 2 y 4 puntos en las encuestas publicadas por las principales encuestadoras. No obstante, la carrera sigue reñida, teniendo en cuenta aspectos como un margen mucho menor del que disfrutó Biden en las últimas elecciones, una ventaja más estrecha en los estados indecisos que en el voto nacional, y los errores de las encuestas en las últimas elecciones, que a menudo subestimaron el apoyo al candidato republicano.
Para Europa se esperan recortes de tasa más rápidos ante la caída de la inflación y la debilidad de la actividad, estimándose dos recortes en lo que resta del año y no uno como se proyectaba anteriormente. Se prevé un crecimiento del PIB de 0,7% para 2024 y 1% para 2025, aunque se advierten por “riesgos a la baja para estas estimaciones, especialmente teniendo en cuenta un posible deterioro del empleo, mientras la desinflación cobra impulso”.
Por el contrario, las proyecciones para China fueron revisadas al alza, estimándose un crecimiento de 5,0% (desde 4,8%) en respuesta a las fuertes señales de estímulo fiscal y monetario junto con la atención puesta sobre la estabilización del sector inmobiliario.
Empieza la divergencia
En cuanto a América Latina, se advierte por una mayor divergencia en las sendas de política monetaria. Brasil inició gradualmente su ciclo de alzas, que se prevé desde Itaú que alcance 12% hacia principios de 2025, mientras que el resto de los principales bancos centrales de la región continuaron con sus ciclos de flexibilización. Diferentes factores, incluida la menor presión de los diferenciales de tasa de interés con la Fed, llevaron a revisar a una senda más rápida hacia la neutralidad en Chile, Perú y México.
Respecto a Uruguay, simplemente se hace mención a la coyuntura política, indicando que los sondeos apuntan a un rechazo del plebiscito sobre la seguridad social y a una segunda vuelta en las elecciones presidenciales.