Faltan 16 días para las elecciones nacionales, y al mismo tiempo que los especialistas califican la campaña como “fría” considerando la poca distancia al domingo 27 de octubre, los plebiscitos a votarse el mismo día ocupan un lugar aún menos destacado en la agenda de la opinión pública. Cifra ubica las posiciones a favor en un 59% para los allanamientos nocturnos y 43% para la seguridad social, pero, para el politólogo Daniel Buquet, la adhesión efectiva será mucho menor.
Por Catalina Misson
Daniel Buquet dijo a CRÓNICAS que, aunque no es seguro que el plebiscito para habilitar los allanamientos nocturnos sea aprobado, los sondeos de las encuestadoras indican una intención de voto favorable significativa, lo que “permite prever que hay un potencial suficiente como para que se apruebe”. Sin embargo, advirtió que la intención de voto en un plebiscito no debe interpretarse de la misma forma que en las elecciones, ya que muchos votantes deciden apoyar el plebiscito únicamente porque la papeleta está ensobrada con la lista de su preferencia.
“El 99% de la gente que dice que votaría a un partido, lo termina votando. El plebiscito es distinto, porque no está en el centro de la cuestión. Vos podés tener mucha gente que lo votaría, pero que, si no le dieron una lista ensobrada o si no llevó, capaz que no vota. No es fácil de concretar. Si hay un 60% con intención de votar a favor de este plebiscito, la mitad lo va a hacer porque lo tiene en la cabeza, porque consiguió la papeleta o porque la va a buscar en el cuarto secreto. La otra mitad se va a olvidar si alguien no se lo recuerda”, explicó.
El politólogo comentó que la inseguridad es la principal preocupación de la ciudadanía, algo que favorece al apoyo de la medida. Alrededor del 47% de los encuestados consideran la inseguridad como el mayor problema del país y, en un contexto donde la situación económica “no es particularmente negativa”, la desaprobación de las políticas de seguridad del gobierno aumenta el deseo de una solución directa. En este sentido, el argumento de que los allanamientos nocturnos pueden contribuir a resolver ciertos problemas -como el combate a las bocas de pasta base- “es un mensaje efectivo”.
“Muchas personas viven preocupadas porque a dos cuadras de la casa se instaló una boca y andan malandros en la vuelta, gente mangueando y alguna rapiña empieza a ocurrir por esa causa. No es una sensación térmica alimentada por los medios. La gente lo ve y le preocupa. Es algo fácil de vender, más allá de que su efecto en la criminalidad va a ser marginal”, analizó.
Por otro lado, Buquet afirmó que la contracampaña en contra del plebiscito “ha sido muy inefectiva” y no ha logrado contrarrestar el apoyo, en parte porque el Frente Amplio se opone más por razones históricas vinculadas a las violaciones de derechos humanos durante la última dictadura, que por razones técnicas o de efectividad. Además, el tema de los allanamientos es popular, y oponerse a él de manera explícita podría perjudicar al partido. “El tema no es top de agenda, está en la vuelta, pero los temas top son otros, incluyendo el plebiscito por la seguridad social”, concluyó.
El peso de los apoyos
Para Buquet, el problema de la intención de voto del plebiscito impulsado por el PIT-CNT es que “es una reforma muy controvertida”. La campaña resalta la posibilidad de jubilarse a los 60 años y el aumento de la jubilación mínima, pero el tercer aspecto sobre la eliminación del ahorro individual “no se enfatiza” porque podría generar descontento entre quienes tienen cuentas de ahorro personal y temen que esta medida sea percibida como una expropiación de sus ahorros. “Esa medida tiene perdedores. Cuando vos promovés algo para que la gente lo vote, lo hacés sobre la base de los beneficios a obtener. Entonces, decís que con esta reforma vas a poder jubilarte a los 60 años y además se te va a aumentar la jubilación si ganás la mínima, y no le explicás el costo que tiene eso”, observó.
Al comparar las campañas por los dos plebiscitos a votar el 27 de octubre, Buquet destacó que la de la reforma de la seguridad social tiene su apoyo significativo, pero enfrenta una contracampaña importante, con políticos que incluyen el tema en todos sus discursos, como es el caso de Álvaro Delgado. “Están incluyendo este tema como central. ¿Por qué, porque están en contra de la reforma? Sí, pero también porque lo usan como un argumento en contra del Frente Amplio que dio libertad de acción, como algo que denota una debilidad”, expresó el politólogo.
El apoyo al Sí en este caso es “significativo, pero muy minoritario”, mientras que los allanamientos nocturnos tienen el apoyo de toda la Coalición Republicana. Dentro del Frente Amplio, quienes apoyan la iniciativa por la seguridad social son los comunistas, socialistas y otros grupos menores. Sin embargo, estos sectores representan menos de un tercio del electorado de la fuerza política de izquierda, que “si le va bien” conseguirá un 45% de votos del total del electorado en la primera vuelta. Al mismo tiempo, la relación histórica entre el Frente Amplio y el movimiento sindical “es muy fuerte, pero no estrictamente orgánica”, como sucede con otras izquierdas del mundo. Así las cosas, “es difícil que este plebiscito supere el 30% de los votos”, dedujo Buquet.
