Diego Hekimian, gerente senior de Asuntos Corporativos de PepsiCo Cono Sur
Uruguay es uno de los pocos países del mundo donde PepsiCo tiene sus tres unidades de negocio: el de los concentrados, que se distribuyen a toda América Latina, el de los alimentos y el de las bebidas, algo que Hekimian, en entrevista con Empresas & Negocios, destacó. A su vez, confesó que hoy PepsiCo está migrando toda su flota de distribución del país a camiones eléctricos y comentó que la compañía ha buscado generar nuevos productos que no sean alcanzados por la ley de sellos y lograr cumplir con la norma del país donde opera.
Por Oscar Cestau | @OCestau
¿Cómo definiría a PepsiCo y qué números utilizaría para mostrar su magnitud, tanto a nivel regional como global?
Uruguay es uno de los pocos países del mundo donde la empresa tiene las tres unidades de negocio. PepsiCo es una multinacional que está presente en casi 200 países del mundo, que opera en los cinco continentes y hay muy pocos países que tienen las tres unidades de negocio, que son básicamente la planta de concentrados, el negocio de alimentos y el de bebidas. Eso nos lleva a tener un mercado desde Uruguay, que la puerta de entrada es el negocio de los concentrados, entonces cada vez que una persona abre una Pepsi, una Gatorade o cualquier otro producto en América Latina está, de alguna manera, sabiendo que el jarabe de concentrado fue hecho acá. En términos de números, nuestra fuerza laboral hoy tiende a ser equitativa a nivel de género y hemos sido vanguardistas al llevar adelante las políticas de género, aunque aún no hayamos logrado la equidad definitiva. En el negocio local contamos con distribución en los 19 departamentos del país y, en particular, en el apartado de concentrados tenemos operaciones de comercio exterior que están cercanas a los US$ 800 millones, que para el país es un número interesante. Hasta la llegada de las pasteras al departamento de Colonia éramos el principal exportador y en lo que es alimentos y bebidas somos el primer exportador neto del Uruguay con la planta de concentrados.
Pepsico se instaló en zona franca en Colonia en 1991 bajo un acuerdo de 20 años de duración, que posteriormente se renovó por 20 años más, con una extensión hasta 2041. ¿Por qué Uruguay fue elegido para concentrar las tres unidades de negocio?
Nosotros ponderamos y destacamos la seguridad jurídica del país, que es el valor agregado por el que elegimos Uruguay. El auge de las zonas francas en distintos lugares de América Latina existió en la década del 90 y Uruguay, en ese momento, ya había dado las garantías y las condiciones necesarias para hacerlo. El tema es que, a lo largo de las tres décadas que transcurrieron, el negocio en Colonia se estableció de forma muy concreta y hoy asociamos la planta de concentrados del continente a Uruguay. La realidad es que antes de la pandemia, a finales del 2019, comenzamos el proceso de renovación, algo que empezó con una administración, que era la del Frente Amplio y que terminamos firmando y concretando con la actual administración de Lacalle Pou. La seguridad jurídica, la independencia de los poderes y todo lo que hace a la política económica, que son claves al momento de tomar una decisión como compañía, se mantuvieron inalterados, y eso es para destacar.
¿Cómo vivieron desde PepsiCo cuando en 2021 Brasil impuso determinadas barreras a las condiciones preferenciales de la zona franca de Colonia y cómo se resolvió el tema?
Nosotros veníamos trabajando en protocolos económicos, que se renovaban, según la gestión de cada país, cada uno o dos años, lo que era un desgaste porque muchas veces pasaba que en función de las actividades diplomáticas entre países se terminaba firmado un protocolo económico con efectos retroactivos pero posdatado. Esto se trata de acuerdos entre países, donde PepsiCo pone la buena voluntad y tanto con Brasil como con Uruguay solicitamos formalmente al gobierno que trataran de encontrar una solución de larga duración, porque esto era un desgaste. Se dio esa situación, que no sé si influyó la pandemia o no, pero en el 2022 sí llegamos a un acuerdo a través de una serie de medidas establecidas entre ambos países. Ese acuerdo excedía un producto como el nuestro y abarcaba todo una batería de distintas posiciones arancelarias de intercambio entre los países que hoy está vigente y esperemos que siga así, porque para nosotros era un desgaste de recursos humanos. No era un tema de fondos, era un tema de que cada uno o dos años teníamos que volver a tratar el tema.
La empresa lleva adelante una estrategia a la que llaman PepsiCo Positive. ¿De qué se trata y cuáles son los pilares de la misma?
PepsiCo Positive es la estrategia de posicionamiento global de la compañía que apunta a un futuro más sustentable y al cuidado del planeta. Dentro de esa estrategia, que es global y que a la vez tiene condimentos locales, hay tres pilares a destacar: la agricultura positiva, una cadena de valor positiva y elecciones positivas. La agricultura positiva es todo lo que hace a la regeneración de la tierra. Nosotros buscamos no usar ningún tipo de agroquímicos o fertilizantes y que los ingredientes que utilizamos sean lo más natural posible. Un paquete de Lay´s amarillas es algo tan simple como papa, aceite y sal, sin ningún tipo de aditivos y el producto se logra en un proceso que cada uno puede hacer en su casa. Además, hay toda una serie de condiciones que pone la compañía para que una empresa sea proveedora de materias primas de los productos que nosotros hacemos. También hay un control exhaustivo, vinculado a áreas de compliance y los contratos con los proveedores. Después, el segundo pilar, que es la cadena de valor positiva, alcanza todo lo que nosotros realizamos, desde la cosecha de la papa hasta el paquete que llega a la góndola del supermercado. No solo son los controles que realizamos, sino también está la integridad de la cadena de valor. Además, hoy en Uruguay estamos migrando toda nuestra flota de distribución a camiones eléctricos y el año que viene nuestra flota de distribución va a ser 100% eléctrica. Por último, el tercer pilar, que es el más importante de cara al futuro, es ampliar nuestro portafolio de productos de manera que el consumidor tenga la posibilidad de elegir una variada cantidad de productos, con sal o sin sal, con azúcar o con edulcorantes, según lo elija él mismo. PepsiCo ha buscado generar nuevos productos que no sean alcanzados por la ley de sellos y cumplir con la norma del país donde opera. Si hay que cumplir una norma lo hacemos de inmediato, pero también buscamos, en este pilar de elecciones positivas, tratar de darle al consumidor diferentes oportunidades y, en ese sentido, la inversión que ha hecho la empresa en los últimos años es realmente muy importante.
¿Hay consciencia de la importancia del reciclaje en Latinoamérica o hay que trabajar mucho para ello?
Hay una conciencia corporativa, que quizá en función de las normas de los países, es necesario entenderla más rápido. Lo que sí falta es una consciencia individual, que muchas veces está ligada a diferentes aspectos culturales dentro del propio país. Puede pasar que haya comunas o barrios que tengan una mayor consciencia de lo que hace al reciclaje y otros no.
En el pasado PepsiCo impulsó el programa Mujeres con Propósito. ¿Cómo evalúa la experiencia?
Fue un programa que culminó sobre el final de la pandemia y hoy tenemos un programa de empoderamiento femenino, que busca incorporar mujeres al mercado laboral a partir de una serie de herramientas que brinda PepsiCo, siempre con ONG y socios previamente seleccionados. Hoy en Chile tenemos gente trabajando dentro de nuestra cadena de valor, que llegó a través de este programa y la idea es traer a Uruguay esa buena práctica que hicimos en ese país.
¿Cuáles son los principales proyectos a futuro de la compañía?
A nivel comercial, buscamos seguir ampliando el portafolio para tener soluciones de alimentación para cada momento del día. Por otro lado, apuntamos a seguir impulsando nuestra cadena positiva, bajando las emisiones de CO2 e incorporando camiones eléctricos, entre otras acciones. En términos de sustentabilidad, tenemos la posibilidad de avanzar por distintas etapas y no haciendo todo al mismo tiempo. También buscamos seguir posicionándonos como una empresa de alimentos y bebidas en el mundo, brindando soluciones a cada momento del día.
Cuestión de gustos
¿Cuál es el perfil del consumidor latinoamericano? ¿Difiere mucho con el perfil del consumidor global?
Hay un perfil que tiene que ver con los momentos que el consumidor tiene más presente nuestros productos en la mesa. En Sudamérica el fútbol une a la gente y en esas ocasiones siempre hay momentos para que haya papas Lay´s o una Pepsi en la mesa. Pepsico a nivel mundial tiene una amplia oferta de productos, por lo que se evalúa alternar este catálogo según el país de destino. Hace 15 años la tortilla de maíz, que son los Doritos, no existía en el consumo de ningún país de Sudamérica, y hoy es una marca estrella en todos los países.