Presión fiscal en Uruguay: actualidad, propuestas para reducirla, desafíos y perspectivas a futuro

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En una economía donde cada peso cuenta, la presión fiscal no solo determina los ingresos del Estado, sino que también impacta directamente en la calidad de vida de los contribuyentes. Este indicador, expresado como un porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), refleja la carga tributaria soportada por la sociedad. Además de evaluar la eficacia del sistema fiscal, la presión fiscal permite analizar el impacto de las políticas tributarias en la economía.

Por Cra. Cecilia Santucho Duarte (*)

Impactos de la presión fiscal en la economía

La presión fiscal afecta diversos aspectos económicos y sociales, los cuales podemos analizar desde diferentes perspectivas:

Crecimiento económico: Una alta presión fiscal puede desincentivar la inversión y el consumo privado. En sectores como la tecnología y la innovación, donde las empresas requieren capital constante, una carga tributaria elevada puede limitar su desarrollo. En cambio, países con regímenes fiscales competitivos, como Irlanda, han atraído grandes inversiones extranjeras al ofrecer tasas impositivas reducidas para sectores estratégicos.

Redistribución de la riqueza: A través de un sistema fiscal progresivo, la presión fiscal puede desempeñar un papel fundamental en la redistribución de la riqueza. Sin embargo, es crucial evaluar su impacto en las clases medias, que muchas veces perciben una mayor carga relativa debido a la limitada progresividad de algunos impuestos, como el IVA.

Inversión en bienestar: Los ingresos recaudados permiten al Estado invertir en infraestructura y servicios públicos esenciales. No obstante, la asignación eficiente de estos recursos es clave. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los países que logran un mayor impacto social suelen complementar la recaudación fiscal con una gestión efectiva del gasto público.

Historia de la presión fiscal en Uruguay

Desde la década de 1990, la presión fiscal en Uruguay ha evolucionado mediante diversas reformas fiscales. Estas reformas han buscado mejorar la equidad del sistema tributario y asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas. La introducción del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) y el ajuste en las tasas del IVA son ejemplos de cambios significativos que han influido en la recaudación fiscal.

En particular, la reforma tributaria de 2016 se centró en aumentar la progresividad del sistema, incrementando los impuestos a las grandes fortunas y disminuyendo la carga sobre los sectores más vulnerables. Estas reformas son fundamentales para adaptar el sistema fiscal a las nuevas realidades económicas y demográficas.

Situación actual en Uruguay

En los últimos años, la presión fiscal en Uruguay ha mostrado una relativa estabilidad, rondando el 20,9% del PIB. Este porcentaje incluye una fuerte recaudación de impuestos al consumo, que representa aproximadamente el 55% de la recaudación total. El IVA se destaca como el impuesto más significativo, aportando cerca del 45,5% de los ingresos tributarios.

La dependencia de impuestos al consumo plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de este modelo fiscal. Un sistema tributario centrado en el consumo puede resultar regresivo, afectando de manera desproporcionada a los sectores de menores ingresos, que destinan una mayor proporción de sus recursos al consumo básico.

Contexto internacional y comparaciones regionales

El nivel de presión fiscal varía considerablemente según el contexto económico de cada país. En los países de la OCDE, este indicador suele situarse entre el 30% y el 40% del PIB, mientras que, en América Latina, generalmente se encuentra en un rango más bajo, entre el 20% y el 30% del PIB. En Uruguay, con un 35% del PIB al incluir los ingresos por seguridad social, la carga tributaria se sitúa entre las más altas de la región. Este nivel refleja una estrategia que prioriza el financiamiento de servicios públicos esenciales. A modo de comparación, Argentina presenta un 28,6%, Brasil un 33,1% y Paraguay un 13,9%.

Esta diferencia en la presión fiscal no solo refleja la estructura tributaria de cada país, sino también las decisiones sobre modelos de desarrollo y bienestar social. En el caso de Uruguay, el modelo prioriza la salud y la educación pública, lo que ha llevado a una mayor carga tributaria, alineándose con la búsqueda de un sistema de bienestar social más inclusivo y robusto.

Propuestas para reducir la presión fiscal y el rol de las nuevas tecnologías

Uruguay enfrenta el desafío de reducir la presión fiscal sin comprometer la sostenibilidad de sus finanzas públicas. Algunas medidas posibles incluyen:

Diversificación de la base tributaria: Incorporar impuestos progresivos sobre activos específicos, como propiedades de alto valor o transacciones digitales, podría aliviar la carga sobre el consumo y las pequeñas empresas. Países como Chile han implementado impuestos digitales a plataformas globales, generando ingresos adicionales sin afectar directamente al consumidor final.

Digitalización de la economía y lucha contra la evasión: La implementación de tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial y blockchain, puede optimizar la recaudación y reducir la evasión fiscal. Por ejemplo, sistemas de facturación electrónica basados en blockchain pueden garantizar transparencia y trazabilidad en las transacciones económicas.

Fomento a la formalización: Programas que incentiven la formalización, como subsidios a pequeñas empresas y simplificación de trámites, pueden ampliar la base de contribuyentes y reducir la carga sobre el sistema actual.

Impuestos verdes: Introducir tributos ambientales que promuevan el uso eficiente de recursos y tecnologías limpias podría diversificar la base impositiva y alinear las políticas fiscales con objetivos de sostenibilidad.

Revisión de exoneraciones fiscales: Evaluar la efectividad de las exoneraciones fiscales actuales podría liberar recursos y permitir una redistribución más justa de la carga tributaria.

Desafíos fiscales y perspectivas futuras

Uruguay enfrenta múltiples desafíos fiscales en el contexto actual. La sostenibilidad del sistema de pensiones y la presión sobre el gasto público son preocupaciones importantes, especialmente a medida que la población envejece. La revisión del sistema tributario se vuelve crucial para hacerlo más eficiente y equitativo.

Economistas sugieren implementar reformas que fortalezcan la base tributaria, diversificando los ingresos del Estado y reduciendo la dependencia de impuestos sobre el consumo.

Conclusión

La presión fiscal es un indicador crucial para evaluar la carga tributaria y el funcionamiento de la economía de un país. En el caso de Uruguay, aunque su presión fiscal está por encima de varios países de la región, refleja un compromiso con el financiamiento de servicios públicos esenciales y un sistema de bienestar social.

A medida que Uruguay avanza hacia el futuro, será esencial encontrar un equilibrio entre la necesidad de ingresos fiscales y el crecimiento económico. La adopción de nuevas tecnologías y la implementación de reformas focalizadas pueden ser pasos clave hacia un sistema tributario más eficiente, equitativo y sostenible.

(*) Integrante del Equipo de Galante & Martins