En el marco de una nueva Cumbre del Mercosur, celebrada en Montevideo, volvieron las negociaciones del tratado comercial con la Unión Europea (UE). En conversación con CRÓNICAS, el experto en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi, explicó los beneficios de este acuerdo para el comercio uruguayo, el proceso que deberá transitar en caso de ser aprobado, los desafíos a los que podría enfrentarse, y las motivaciones detrás de su repentina resurrección.
Este jueves, Montevideo abrió sus brazos a líderes y representantes de todo el mundo. No es secreto que el tema central en esta Cumbre del Mercosur será la tentativa del acuerdo comercial entre el bloque y la Unión Europea, que se viene negociando desde hace mucho tiempo. Si bien muchos lo dieron por muerto a mitades de este año, la esperanza de que se concrete vuelve a resurgir con esta oportunidad. Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales, comentó a CRÓNICAS que tiene “la certeza” de que este acuerdo se cerrará en esta ocasión, y que eso convertirá esta cumbre en “histórica”: una ocasión para “festejar”, pero también para “ser cautos”.
El proceso
El experto explicó, sin embargo, que al proceso para la concreción del tratado aún le faltan varios pasos. Una vez que se cierra la negociación y ambas partes se ponen formalmente de acuerdo, significará que se superó el obstáculo que se planteó en 2019, la razón por la cual no se aprobó en 2019, que fueron las exigencias ambientales que el Mercosur no cumplía. Aun así, esto no equivale a la firma del texto, que todavía tiene que pasar otros filtros.
Luego del acuerdo comienza “una discusión política en dos niveles”, señaló Bartesaghi: por un lado en el Consejo Europeo, y por otro lado en el Parlamento. Acorde a las reglas de votación, el acuerdo se aprueba cuando hay mayoría cualificada, alcanzada cuando el 55% de los Estados miembros (es decir, 15 de los 27 países) le den su aval, siempre que reúnan al 65% de la población total de la Unión Europea. De esta manera, se podría bloquear el acuerdo si al menos cuatro países votan en contra y representan el equivalente al 35% de la población.
Otras de las posibilidades que existen para bloquear el acuerdo es que se apruebe de forma mixta. En el acuerdo mixto, el Parlamento de cada país considerará el acuerdo, y es ahí donde Francia podrá no aprobarlo internamente. En caso de ocurrir esto, podrá implementarse provisionalmente en los aspectos exclusivos de la competencia de la Unión Europea, sin embargo, sin lo que es competencia de cada país.
Según Bartesaghi, “a priori los votos en el Consejo Europeo estarían”, pero “hay que ver a cuántos convence Francia”. No hay que olvidar el poder e influencia que tiene el país galo en la mesa de negociación europea. Por otro lado, el experto advirtió que en el Parlamento Europeo la piedra en el zapato podrían ser los partidos ambientalistas. Esto tiene que ver con los dichos de Milei sobre la Agenda 2030 y el cambio climático, que podrían generar rispideces entre los parlamentarios verdes. En ese sentido, Bartesaghi recordó que esto fue lo que ocurrió con Bolsonaro en 2019.
Motivos políticos regionales
Asimismo, el especialista señaló que la vuelta al ruedo de este acuerdo no es casual, y que tiene mucho que ver con la política interna regional de cada bloque. Por un lado, a Lula le sirve “mostrar que el Mercosur tiene éxito” y “contener a Milei”. Por otro, sería beneficioso para Von der Leyen “un éxito en su nueva administración”, y además “dar una señal fuerte a la comisión frente a los estados díscolos respecto a este tema”, como Francia, Polonia, Hungría e Irlanda. “La UE y su presidenta necesitan resultados”, sentenció Bartesaghi.
Beneficios del acuerdo para Uruguay
En cuanto a lo que el cierre de este acuerdo puede significar para Uruguay, Bartesaghi definió que sería “altamente favorable”. Entre otras cosas porque “mejoraría el acceso a la UE para el 70% de las exportaciones” del país, “mejoraría las cuotas”, y también “el acceso por baja de aranceles”. Además, el tratado haría que Uruguay se vuelva “más atractivo” para captar inversiones de otros lugares del mundo. Asimismo, el experto consideró que el comercio entre nuestro país y el viejo continente es “complementario” a nivel de productos, ya que de allí importamos tecnología y productos terminados y ellos nos compran productos agrícolas. Por último, Bartesaghi analizó el impacto que tendría el tratado para el propio Mercosur, que, consideró, podría darle “vitalidad” al mismo, e incluso “ganar años de vida”.