Andrés Ojeda, senador del Partido Colorado
Ojeda dijo, en entrevista con CRÓNICAS y en tono de autocrítica, que creyeron que con una “buena gestión” lo más natural era que la gente quisiera continuar con el gobierno y que la coalición debió mostrar más en materia de administración y tener una “mejor” comunicación. Por otro lado, el senador destacó que a la política tradicional “le llegó su Uber”, y el que no se suba “queda en el pasado”. También destacó que la coalición, en su rol de oposición, va a decir “sí a lo que sí y no a lo que no” y agregó que no van a tener la misma actitud que tuvo el Frente Amplio (FA) en este período, pero dijo que van a discrepar “vehementemente con lo que hay que discrepar”.
Por Mateo Castells | @teocastells
Menú: El entrevistado degustó merluza grillé con puré de papa, que acompañó con agua sin gas.
-¿Para qué quiere liderar usted el Partido Colorado (PC)?
-El PC necesita consolidar el recambio generacional y la renovación de cara al futuro. Hoy tenemos dos conceptos que nos van a llevar para adelante: la renovación y la unidad, que son las dos cosas que vengo hablando hace un año y medio. Estos son los dos ejes del crecimiento real que nos han hecho crecer hasta ahora. Nosotros logramos, después de la interna, una fórmula y un programa de unidad, tratando de transitar ese camino hacia octubre. Y yo sigo intentando transitarlo hoy. El secretario general del partido tiene más responsabilidad que derechos, y la principal responsabilidad es tratar de tener una interna lo más unida posible, para poder tener una coalición lo más unida posible. Porque la unidad es el eje de la fortaleza. Necesitamos fortalecer la marca coalición, porque si se mira, poco después de que gana el Frente Amplio (FA), el presidente aumentó su simpatía en materia de gestión. Hoy el 54% de la gente valora bien a Lacalle Pou y al gobierno, lo que es extremadamente positivo. Y, sin embargo, la misma línea de gobierno no continúa. El mensaje más potente que recibo de todo esto, es que, como dice Milei, la gestión no asegura nada. Usted puede ser el mejor administrador y gobernante del planeta e igual puede perder, porque las decisiones pasan por otro lado.
-¿Por dónde cree que pasan?
-En el año 2019, Tabaré Vázquez salía del gobierno con mala aprobación, con un candidato del FA que no convenció y una vice mal elegida. Y con todas esas variables, perdieron por un punto y casi ganan.
-¿Es lo mismo que le pasó a la fórmula del Partido Nacional (PN) este año?
-No, lo que digo es que, en la elección pasada, con todos esos problemas, el FA casi gana igual. Evidentemente hay un factor marca del FA, que es importante y un factor Mujica, que en esta elección también lo fue. Mujica es uno de los atractivos más interesantes de voto que tiene el FA y es la razón central por la que el MPP vota lo que vota.
-¿Es un atractivo que la coalición no tiene?
-No digo que no lo tenga. Creo que Mujica es un factor importante, sobre todo hoy, que está en un talante más emocional. El mensaje final es que la gestión no asegura, y nosotros creímos que, con una buena gestión, lo más natural era que la gente quisiera continuarla. Y el 54% de las personas que están a favor del presidente no votaron por continuar la gestión. Ahí hay un mensaje.
-¿Y qué atractivos tenía la coalición para ofrecer? ¿Cree que no los aprovechó?
-La coalición debió mostrar más en materia de gestión y tener una mejor comunicación. Debió mostrar más de todo lo que hizo, porque hizo muchas cosas. De todas formas, no sé si esto va en errores nuestros, porque el rival también juega. La diferencia no fue tanta.
-¿Cómo vio la actitud que tuvo Bordaberry al reunirse con Orsi?
-No estoy para comentar e interpretar a los compañeros. Los legisladores no tienen ningún mandato legal o constitucional que les impida hacer esto. De hecho, Fernando Amado se fue a reunir con Tabaré Vázquez por la votación de un polémico artículo en 2014 de la Rendición de Cuentas, en el uso de su libertad, y después terminó votando ese artículo con el FA. Esto no es nuevo. Yo siempre prefiero que las cosas tengan un talante de mayor unidad, pero no me voy a expresar negativamente. Sí quiero tener un talante de unidad hacia el futuro. Que yo critique acciones que ya pasaron no sería el camino.
-Por lo que dice, no le pareció una buena actitud.
-No la voy a calificar, no me corresponde a mí. Si quiero hacer una apuesta a la unidad seria no puedo calificar las actitudes de compañeros. La gente tiene la libertad de hacer lo que quiera, yo no sumo nada calificando lo que hace y no hace.
-¿Se planteó en algún momento reunirse con Orsi?
-La reunión con el presidente electo y con el gobierno, entiendo que serán cuando el gobierno convoque a los partidos. Esa es la mejor manera de llevarlo. De hecho, no ha habido otras reuniones de otros legisladores de la oposición con Orsi, salvo la de Bordaberry.
-¿Se siente cómodo con Bordaberry en el partido?
-El PC tiene muchos grupos y líderes consolidados. Me parece que esto es plural. Lo que sí tengo claro es que la conducción del partido va a ser una sola.
-Cambiando de tema, usted dijo que el sentido de unidad de la coalición siendo oposición es algo importante. Sin embargo, Manini Ríos, post derrota, declaró lo contrario. ¿Dónde ve usted la necesidad de una coalición siendo oposición?
-Si hablamos bien de lo que queremos hacer, estamos más de acuerdo de lo que parece, con todos los integrantes de la coalición. La coalición necesita fortalecer su marca y para ello precisa espacios de coordinación. Los espacios de coordinación no obligan; eso quiere decir que nos reunimos y no es que tenemos una obligación desde ese punto, sino que después cada uno puede hacer uso de su libertad. Lo que digo es que, un espacio de coordinación con cierta periodicidad, con cada uno de los cabezas de los partidos, que pueda fortalecer, a mi entender es algo bueno.
-¿Qué quiere decir con el fortalecimiento de la marca? ¿Está hablando de un partido único?
-Esto es más allá del partido único. Hoy hay un concepto de coalición instalado, que con o sin partido único va a existir en la próxima elección e incluso va a existir en mayo en muchos departamentos. Debemos fortalecer la marca y que la gente empiece a entender cuál es la mística, el trasfondo y el concepto de esta coalición.
-¿Y cuál es esa mística, ese trasfondo?
-Hoy el país está en dos bloques y me parece que incluso nuestra diversidad es parte de lo que ofrecemos. Tenemos partidos muy potentes en lo histórico, que son la historia viva del Uruguay, que supieron enfrentarse y que hoy son socios indiscutidos. También hay partidos recientes, que surgieron últimamente y que empezaron a capitalizar otras sensibilidades más novedosas. Entonces, de este lado estamos quienes defendemos la libertad y la democracia, que cuando pasa lo que pasó en Venezuela nadie duda de condenarlo, también estamos los que queremos un Uruguay abierto al mundo 100%, y quienes, cuando vino la pandemia, defendieron la libertad responsable. Se empieza a conformar una base ideológica común muy fuerte, más allá de nuestras identidades diferentes. Y se empieza a desterrar, por la vía de los hechos, el miedo de perder identidad por integrar una coalición. Que, de hecho, lo vemos en el frente. Todos sabemos quién es comunista, tupamaro o seregnista.
-¿Esa oposición histórica está diluida?
-Si. Seregni toda su vida hizo todo lo que tuvo al alcance para que el MLN y el MPP no entren al FA. Y ese MPP que Seregni no quería dejar entrar, es la mayoría absoluta dentro del FA. Las cosas cambian y evolucionan, y creo que leer cómo es esto, y hacerlo a tiempo, hace la diferencia. A la política tradicional le llegó su Uber, y el que no se suba, queda en el pasado. Entender que la gente empezó a cambiar implica que el sistema político lo entienda rápido. Y la marca coalición se debe fortalecer, donde también radica en la unidad de la coalición, porque no podemos estar a los tiros entre nosotros.
-Este gobierno tuvo los votos para hacer reformas más liberales y profundas y no las hizo. ¿No cree que esa diversidad de ideas y posturas que existen dentro de la coalición y que usted las menciona, funciona como freno para impulsar cambios profundos?
-¿Qué reformas grandes se planteó hacer y no hizo?
-Grandes desregulaciones en distintos mercados, como por ejemplo en los combustibles, es una muestra de ello.
-En el mercado de los combustibles, sin perjuicio de todo, ya sabíamos que había discrepancias internas. Esto le pasó también al FA, y eso que es un partido único hace 50 años. No pudo resolver su interna con el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, de las cosas más importantes para Uruguay en los últimos tiempos. Nosotros resolvimos la interna y salió la reforma de la seguridad social. Capaz que no era la original, pero resolvimos la interna y la reforma estuvo. El hecho de ser una coalición no implica que tengamos una unidad monolítica todo el tiempo.
-¿Faltó coordinación en esta coalición?
-No sé si faltó coordinación. No estuve en el Parlamento o en el gobierno como para hacer un comentario así. Me parece que lo importante se destrabó.
-¿Cree que este gobierno no fue tan liberal como se planteó en la campaña del 2019?
-No sé si en la campaña se planteó tan liberal. Y, además, el concepto de liberal está un poco bastardeado. Yo creo en la libertad, profundamente. Pero pasa que, si yo digo que soy liberal, parece que odio al Estado, y ahí hay una falsa oposición. El concepto coalición impregnó al presidente de batllismo, como el discurso que dio en Buenos Aires, frente a Milei. Creo que fue un gobierno muy amigo de la libertad, y por ende liberal. En el momento más duro optó por la libertad responsable, cuando el mundo optaba por una cuarentena obligatoria.
“Evidentemente nosotros vamos a discrepar con vehemencia de lo que tenemos que discrepar”
-¿Cuál va a ser la actitud de la coalición siendo oposición?
-No vamos a ser como esta oposición. Será no a lo que no, y sí a lo que sí, como ha sido siempre. En el 2010 hubo una interpartidaria de seguridad, que tuvo un consenso para crear la Guardia Republicana, por ejemplo. No tuvimos esa actitud de parte del FA en este período. No le dijo a nada que sí y empezó a pegarle a Lacalle Pou desde el día que fue electo. La expresión de política tolerante no fue una expresión que el FA utilizó en estos cinco años.
-¿Qué pasaría si el FA toca la reforma de seguridad social o la de educación, por ejemplo?
-Evidentemente nosotros vamos a discrepar con vehemencia de lo que tenemos que discrepar. Eso es distinto a oponerse a todo. También puedo decir que si hay cosas en las que estamos de acuerdo, las podemos conversar.