“Es crucial avanzar en la mejora de la competitividad empresarial y económica”

EDICIÓN ESPECIAL 2024

JULIO CÉSAR LESTIDO, PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO Y SERVICIOS

El sector comercio y servicios enfrenta un 2025 desafiante por un contexto global y regional complejo. Desde la gremial plantean la necesidad de un entorno de negocios eficiente, menor carga tributaria y flexibilidad laboral. Además, proponen modernizar el Estado y subrayan la disposición a colaborar con el próximo gobierno para impulsar el desarrollo sostenible del país.

¿Cuáles son las expectativas que tiene para el sector en 2025, teniendo en cuenta no solo el cambio de administración de gobierno, sino también la marcha de la economía local?

Después de un 2024 con un crecimiento económico superior al 3% en comparación con el año anterior, el 2025 traerá desafíos que serán cruciales para el desempeño de los principales sectores económicos, en un escenario global menos dinámico. Estos desafíos vendrán en gran parte del contexto externo tanto extrarregional como regional. En particular, las proyecciones de un crecimiento mundial más bajo, junto con un dólar más fuerte y condiciones financieras más estrictas, serán claves no solo para el comercio global, sino también para las inversiones.

En cuanto a la región, el gran desafío será el desempeño económico de Brasil, que enfrenta un crecimiento más lento, depreciación de su moneda y tensiones fiscales. Esto influirá en cómo Uruguay se posiciona en términos de competitividad de precios, afectando negativamente tanto las exportaciones de bienes como los servicios (especialmente el turismo), y de forma indirecta, las corrientes de contrabando y su impacto en el comercio minorista. Desde Argentina, se esperan noticias más positivas, lo que podría mitigar en parte los efectos negativos de la relación con Brasil. Sin embargo, en términos generales, el entorno externo será más desafiante para la economía local, lo que impactará negativamente en las principales actividades económicas. A su vez, se prevé un contexto interno más complejo, con resultados laborales menos favorables, presiones sobre los precios y las cuentas públicas, lo que llevará a un consumo privado más moderado y expectativas cautelosas para el sector comercio y servicios.

¿Qué desafíos tiene por delante el sector y cuáles son los asuntos que más preocupan a la Cámara de Comercio y Servicios de Uruguay (CCSU)?

Con este pronóstico de un escenario más desacelerado el próximo año, tanto para la economía en general como para el sector comercio y servicios en particular, creemos que los desafíos actuales se podrían convertir en obstáculos que amenacen la sostenibilidad de las empresas, especialmente las de menor tamaño, lo que resalta la urgencia de actuar para enfrentarlos.

No cabe duda de que uno de los desafíos clave del sector y de las empresas privadas que lo componen es lograr un entorno de negocios más eficiente, que resulte en más y mejores empresas, generadoras de fuentes de trabajo de calidad. Para lograrlo, desde la CCSU se considera crucial avanzar en acciones concretas en diversas áreas, como la mejora de la competitividad empresarial y económica en general. Esto debe ir de la mano de un análisis exhaustivo, racionalización y optimización de las intervenciones de organismos, controles y regulaciones, que actualmente generan sobrecostos, demoras y niveles reducidos de competencia.

Otro factor clave para mejorar la competitividad empresarial es avanzar en digitalización e incorporar tecnología, lo que facilita la modernización de los procesos productivos y aumenta la productividad. Además, es preocupante la carga tributaria, el costo de las tarifas públicas y la necesidad de un mercado laboral más flexible, que permita a las empresas adaptarse rápidamente a los desafíos del entorno económico.

La CCSU también señala como prioritarios temas que no solo engloban cuestiones vinculadas estrictamente con nuestro sector, pero creemos que son prioritarias para tener una sociedad más próspera y una economía sólida. Uno de ellos es el fortalecimiento de la seguridad, especialmente en la lucha contra el crimen organizado y la situación del sistema penitenciario. Con 15.907 reclusos y una alta tasa de reincidencia (70% de los 9.800 liberados anualmente), es urgente generar oportunidades laborales para romper el ciclo de delincuencia.

La promoción del empleo juvenil debe ser otro gran tema a trabajar, con herramientas efectivas. Actualmente hay cerca de 25.000 jóvenes que no estudian ni trabajan y que debemos atender de forma urgente porque estamos hipotecando su futuro y el del país. No solo es necesario generar oportunidades laborales, sino también garantizar que los jóvenes estén capacitados con las competencias demandadas por el mercado. Para lograrlo, es fundamental la colaboración entre el sector público y privado, especialmente a través de Inefop, para brindar las herramientas necesarias para su inserción laboral.

Consideramos que el país también enfrenta otras prioridades cruciales para su futuro, como combatir la pobreza y la marginalidad, con énfasis en la niñez. Es esencial promover la colaboración público-privada y desarrollar políticas que creen un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento empresarial.

¿Cuáles son los planteos que se le harían al próximo gobierno por parte de la cámara?

La CCSU ha puesto un esfuerzo especial este año en la elaboración del documento “Pacto por la Patria”, presentado a todos los partidos políticos con representación parlamentaria. Este texto recoge los principales desafíos que, al entender de la CCSU, el país debe abordar en los próximos años. No se trata de un listado de reclamos, sino de propuestas concretas que buscan promover el crecimiento en todos los sectores, impactando positivamente en la sociedad en general.

Entre los puntos destacados, el documento propone modernizar el Estado a través de una revisión exhaustiva de sus funciones, apuntando a eliminar actividades innecesarias o excesivas. En una recorrida que realicé por el norte del país, una empresa extranjera que exporta está esperando hace dos años un certificado para funcionar. Esa es una muestra de cómo el Estado puede ser ineficiente y son cosas que debemos modificar en pos de construir un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento empresarial, tal como se mencionó previamente.

En el ámbito económico, se plantea una reducción de la carga tributaria y del gasto público, junto con la flexibilización del mercado laboral, revisando la estructura y funcionamiento de los Consejos de Salarios para adaptarlos a la realidad actual. Entendemos que la falta de flexibilidad en estos ámbitos de negociación colectiva, basada en categorías rígidas, limita la capacidad de negociación y la agilidad que requieren los tiempos actuales. También se destacan propuestas para garantizar la supervivencia de las micro, pequeñas y medianas empresas que representan el 99,58% del total de empresas del país, impulsar la igualdad de género y la inclusión en sectores productivos, así como desarrollar políticas que promuevan la economía verde y sostenible.

Desde la CCSU reafirmamos nuestra disposición a colaborar con el próximo gobierno para convertir estas propuestas en acciones concretas.

Ante el cambio de administración de gobierno, ¿cómo observa la relación futura entre los distintos actores del escenario comercial, es decir, empresarios, gobierno y sindicatos?

La CCSU reitera su disposición a trabajar junto al próximo gobierno, aportando la experiencia y el conocimiento de una institución con más de 157 años de historia, para encontrar soluciones que impulsen el desarrollo sostenible del país. Este año, durante la campaña electoral, recibimos en un ciclo organizado por la CCSU a todos los candidatos presidenciales, que escucharon las inquietudes que el sector tiene de cara a los próximos cinco años. Eso demuestra que el diálogo es la principal vía de construcción.

Sin embargo, es claro que para avanzar necesitamos un cambio en la forma de abordar los desafíos del mundo del trabajo, especialmente en cuestiones clave como la educación y la capacitación de los jóvenes, que serán los trabajadores del futuro. En un mundo cada vez más dinámico, no podemos permitirnos quedar atrás en esta materia.

En ese sentido, consideramos que el diálogo debe ser constructivo, no una repetición de principios obsoletos que nos mantienen estancados. Un ejemplo de éxito es la colaboración durante la pandemia, cuando gobierno, empresarios y sindicatos lograron un acuerdo rápido para proteger los puestos de trabajo. Ese espíritu de cooperación es esencial para los desafíos futuros.