Juan José Olaizola, viceministro de Transporte
En entrevista con CRÓNICAS, Olaizola dijo que el proyecto del tren-tram coincidió con la campaña electoral, lo que “no ayudó a que pudiera avanzarse a mejor ritmo”, y subrayó que Montevideo “necesita un cambio” y la zona metropolitana una articulación de los distintos modos de transporte. Al respecto de las elecciones municipales de mayo, elogió a Martín Lema, candidato por la coalición, y fue autocrítico al decir que durante “muchos años” le pidieron a un compañero “a último momento” que asumiera la tarea de ser candidato a intendente en la capital, cuando la dirigencia política “no asumía ese desafío”.
Por Mateo Castells | @teocastells
Menú: El entrevistado eligió merluza grillé con puré de calabaza, que acompañó con agua sin gas. Para extender la sobremesa, optó por un café.
-¿Qué balance hace de la gestión del MTOP?
-Hago un balance muy positivo de la gestión en este período. Hubo una inversión en obras viales de US$ 3.780 millones, una intervención en el 81% de la Red Vial Nacional, más de 100 rotondas, más de 10 intercambiadores, más de 70 kilómetros de terceras vías, automatización de los peajes e inversión de US$ 500 millones en obras directamente vinculadas a la mejora de la seguridad vial. El MTOP no solamente se puso como objetivo llevar adelante este nivel de obras que realmente ha sido el plan de obras que entendemos más grande en varias décadas en Uruguay, sino que además le puso mucha importancia a la seguridad vial. Fueron de la mano ambas cosas, es decir, un conjunto de medidas que apuntaban a acercar a los uruguayos que viven en las regiones más lejanas, que fue un mandato del presidente de la República cuando empezó el período. No podía haber uruguayos clase A y clase B de acuerdo al lugar donde vivieran, y algunas obras creo que son simbólicas, son las que van a quedar.
-¿Cuáles son las principales obras o temas que quedaron pendientes?
-Para el gobierno que viene, estamos empezando el intercambiador en rutas 101 y 102, el primer intercambiador en tres niveles de Uruguay, que está quedando muy bien y hay que terminar el acceso este a Montevideo. El departamento necesita ahí una reconfiguración del tránsito que ingresa por el este, que no dio el tiempo para hacerla.
-¿Cuál sería la idea para abordar esa problemática que menciona?
-Hay más de una idea, lo hemos conversado de manera informal con las empresas que están en esa zona. Claramente, hay que buscar alguna vía alternativa para evitar ese embudo que se genera en Av. Las Américas, que en las horas pico realmente se congestiona. Nosotros queríamos hacer la doble vía a Minas y me parece que el gobierno que viene debería tener en agenda la doble vía de ruta 3 de San José a Trinidad, que ha crecido en tránsito y que necesita también una ampliación.
-En lo que respecta a la movilidad del área metropolitana, ¿hubo diferencias con las intendencias, como por ejemplo en el proyecto del tren-tram?
-En lo que tiene que ver con las obras viales, no. Sí hubo diferencias en el proyecto de tren-tram, que es una iniciativa que el Ministerio aprobó y que allí tuvimos algunos matices y algunas diferencias, sobre todo con Montevideo. Este proyecto coincidió justo con la campaña electoral, que creo que no ayudó tampoco a que pudiera avanzarse a mejor ritmo. Hubo una reacción enseguida de Montevideo de no compartir o de mostrar que había desconocimiento, cuando es un proyecto que naturalmente involucra al Ministerio y a las intendencias que están en el territorio. Hay que trabajar en conjunto en esos proyectos. Pero creo que la campaña electoral definitivamente no ayudó a que prosperara el proyecto del tren-tram, que sin duda es interesante.
-¿En qué está hoy el proyecto?
-Hoy está en proceso de estudio. Se sigue avanzando a nivel técnico. Pero ahora con la nueva reconfiguración y con las nuevas autoridades del Ministerio, quedará en manos de ellos y los nuevos intendentes que vengan. Claramente, Montevideo necesita un cambio y la zona metropolitana una articulación de los distintos modos de transporte. No se pueden seguir postergando este tipo de decisiones y el MTOP tiene que articular para conseguir que el montevideano que vive en los barrios más alejados pueda tener una opción de buen transporte y, en la medida de lo posible, que también pueda dejar el automóvil y llegar al centro en un medio de transporte moderno y adecuado.
-¿Este tema va a ser prioridad si la coalición gana la Intendencia?
-Sin duda. El tema de movilidad es prioridad. De todas formas, es una pregunta para Martín Lema, nuestro candidato, pero te puedo decir que sí, que es un tema de prioridad.
-¿Cómo ve a Lema como candidato?
-Para mí es un gran candidato. Martín es una persona joven, con experiencia en gestión. Ya lo ha demostrado en el Ministerio de Desarrollo Social, donde mostró su sensibilidad social y el compromiso que tiene con los problemas que la gente le plantea. Y ha encarado esta tarea con muchas ganas, que es fundamental para un candidato. Nosotros durante muchos años le pedimos a un compañero, a último momento, que agarrara la tarea de ser candidato y, de repente, la dirigencia política del partido no asumía ese desafío. Martín es un cuadro político relevante del partido, con proyección nacional, y ha pedido para sí esta tarea.
-Coloquialmente se suele decir que el Frente Amplio (FA) candidatea una heladera y gana Montevideo. ¿Cree que eso sigue siendo así o cambió el paradigma?
-Eso ha pasado hasta la última elección. Yo espero que el montevideano en esta elección haga un balance de la gestión. El modelo del FA es un modelo agotado, que 35 años después sigue sin dar soluciones a uno de los principales problemas que tiene la ciudad. No puede ser que Montevideo tenga montevideanos clase A y clase B de acuerdo al barrio en el que viven. Claramente hoy hay montevideanos que viven en barrios costeros y que tienen todos los servicios, y montevideanos que viven en barrios alejados y carecen de los servicios más elementales o viven entre la basura, o en condiciones que sanitariamente son indignas. Entonces, no puede ser que pasen los años y que no se brinde una respuesta a esa gente, o que no se comience, por lo menos, a dar las respuestas a esa gente. El problema que tiene Montevideo es que tú en el interior al intendente lo conocés, sabés dónde vive, es un vecino más, hablás con él. Acá en Montevideo podés estar cinco años sin haber visto al intendente. El montevideano puede pasar cinco años sin haberse cruzado con el intendente.
-Pero son realidades distintas, números y tamaños distintos.
-Son realidades distintas porque es mucho más grande, entonces, hay como una distancia. Es como algo que es un mundo en sí mismo que muchas veces no escucha los problemas de la gente. Es una burocracia generada ahí en sí misma, alejada.
-Cambiando de tema, ¿qué diferencias o matices imagina entre la actual administración del Ministerio y la próxima, con Lucía Etcheverry?
-Hay que dejarlos que asuman y ver cuál es la propuesta que van a tener. Yo he visto algunas entrevistas estos días, pero no sé todavía cuál va a ser el plan. Lo que sí es muy importante es que se mantengan los niveles de inversión en materia vial que tuvo esta administración, y que se mantenga la calidad de obras que se han hecho, no solamente en materia vial.
-¿Cree que no comunicaron bien todas esas inversiones y obras que hicieron?
-Yo creo que se comunicaron. Hoy vivimos en un mundo donde todos estamos sometidos a un bombardeo de información permanentemente por las redes sociales. Se hizo publicidad de lo que fue la obra, pero también es cierto que es tanta la información a la que todos estamos sometidos que a veces cuesta que la gente registre las cosas. La gente en el interior lo ve, lo palpa y la gente que viaja también. De repente, hay gente en Montevideo que está más en la ciudad y no percibe realmente lo que ha sido la magnitud del plan de obras viales de este período, pero para ese uruguayo al que le cambió la vida, que lo acercó, es algo muy importante. Entonces, lo vial es medio frío, es cemento, es asfalto, es hierro, pero hay que bajarlo a la escala humana para entender lo que cambia para ese uruguayo que va a trabajar, que va a estudiar, que necesita llegar a un hospital, lo que es tener unas rutas en condiciones y poder acercarse de los lugares más distantes a los centros de servicios que tenemos en nuestro país.
-¿Hubiera sido otro resultado electoral si estas cosas se comunicaban de otra forma? ¿O cree que el electorado mira otras cosas?
-Es muy difícil saberlo. Yo creo que influyó a favor en la votación de la coalición. De todas formas, hay muchas cosas que influyen en una votación.
-¿Cuál es su autocrítica de la derrota electoral?
-Nos tenemos que dar un período de reflexión para ver y evaluar las causas, porque obviamente cuando vos perdés una elección, el otro habrá trabajado bien porque en esto todos juegan. Y nosotros habremos cometido algunos errores que han sido de comunicación, de gestión. No sé, hay que evaluarlo. Pero se trató de dejar todo. Este gobierno no tuvo ningún caso donde se diera un proyecto donde se malgastó el dinero de los uruguayos. Terminamos el período de gobierno sin un solo caso de una regasificadora o de un Alas Uruguay. Se utilizaron con buen criterio los recursos de los uruguayos y se hizo todo lo que se pudo en un período muy especial con dos años de pandemia, con una sequía muy importante.
-Pero sí hubo distintos temas polémicos.
-Sí. No sé hasta dónde influyeron. Siempre en los gobiernos hay algún tema que es polémico, eso es así. Pero en los temas centrales realmente fue un gobierno muy activo y que intentó hacer lo que se había comprometido con la ciudadanía.
Autopista en Canelones: “No podíamos avanzar si generaba problemas ambientales”
-¿Qué pasó con la autopista en la Interbalnearia? En su momento se anunció, después dijeron que iba a ser una vía rápida.
-Este proyecto era una vía rápida concebida desde las cercanías del aeropuerto hasta la ruta 8. Por un lado, hubo un componente importante que tiene que ver con el desarrollo de emprendimientos inmobiliarios y un crecimiento urbano muy grande, que iba a complejizar todo el tema de expropiaciones. Pero lo más relevante fue que había un tema ambiental cruzando el arroyo Solís, que cuando se empezó a estudiar el proyecto, nos dimos cuenta de que en caso de llevarlo adelante iba a haber una afectación ambiental, y a nosotros eso nos frenó. No podíamos avanzar si generaba problemas ambientales.