La inversión de la agricultura descendió levemente en el último año en un escenario de menores precios agrícolas pero con recuperación productiva, según el índice de inversión de inversión en maquinaria agrícola (Idima) elaborado por Carle & Andrioli.
A partir de 2019, la inversión agrícola presentó un proceso de mayor dinamismo, con un importante aumento en 2021 y 2022, que permitió situar el índice de inversión en el mayor nivel de los últimos ocho años. En 2023, factores climáticos y de mercado cambiaron las expectativas, y la inversión de la agricultura presentó una caída de 27%, interrumpiendo su tendencia creciente.
Por su parte, en 2024 la inversión en equipamiento agrícola registró un leve descenso de 4%. Esto surge del índice de inversión en maquinaria agrícola (Idima) elaborado por Carle & Andrioli, con base en los valores importados de tractores, cosechadoras y sembradoras.
Evolución indicador Inversión agrícola
El informe de Carle & Andrioli destaca que la inversión agrícola cayó en el primer semestre del año, mientras que en el segundo semestre aumentó 18% en relación a igual período de 2023.
En 2024 se mantuvo como principal clase de equipo agrícola importado los tractores (40% de la inversión), seguidos por las cosechadoras, con una participación de 36%. Con relación a 2023 descendió la inversión en tractores y cosechadoras, mientras que las sembradoras y fertilizadoras incrementaron levemente su inversión.
Las máquinas importadas en el año provinieron principalmente de Brasil y Estados Unidos, que representan 70% de los valores importados, siendo el resto de las importaciones de China, India, Argentina, México y Europa.
La inversión por hectárea sembrada del año fue de US$ 86, valor algo inferior a este indicador en el año anterior. No obstante, el informe del Estudio expresa que se ubica 30% por debajo de 2022, cuando con otra situación de precios se habían alcanzado altos niveles de inversiones en maquinarias.
Contexto de las inversiones agrícolas
El comportamiento de la inversión se dio en un marco de similar superficie cultivada, recuperación de la producción y menores precios internacionales.
En la zafra agrícola 2023-2024 el área sembrada fue similar a la campaña anterior, pero con cambios en la composición por cultivos. Incrementaron su área la soja y el maíz, mientras que bajaron las superficies de trigo, cebada, arroz y, principalmente, colza.
Miles hectáreas totales sembradas por zafra
Por su parte, con mejores condiciones climáticas, los rendimientos agrícolas se recuperaron en la campaña 2023-2024. Los cultivos de soja y maíz tuvieron una recuperación de su productividad, con efecto en la producción obtenida y en el producto agropecuario. Las toneladas producidas crecieron más de 70%, luego de la importante caída en el ciclo anterior, ubicándose por encima de los niveles de la campaña 2021-2022.
Por su parte, los mercados internacionales de productos agrícolas terminaron el 2024 en un ciclo de precios no favorable. El índice de precios de FAO de los cereales finalizó el año con caída de 9%, mientras que el promedio del año fue 13% inferior a la media de 2023.
Para los productos agrícolas relevantes para nuestro país, el precio de la soja a diciembre cayó 25% respecto al cierre de 2023, mientras que para el trigo la baja fue de 13%, y para el arroz 18%, que había finalizado el año anterior en niveles máximos.
A pesar del descenso de precios, los ingresos de los productores y las exportaciones agrícolas aumentaron en el año por la recuperación productiva. Con mayores ingresos, los agricultores mejoraron su rentabilidad en relación a una zafra anterior adversa, pero se situó por debajo de la media de la última década.
Perspectivas para la agricultura
Los precios de los productos agrícolas plantean desafíos para algunos cultivos como la soja, que comenzó el año con un precio significativamente menor y requiere de altos rendimientos productivos para alcanzar el equilibrio económico.
Para la zafra 2024-25 se mantendría el área global de siembra, con incremento en trigo, cebada y arroz. Por su parte, registrarían descenso de superficies la colza y la soja, por la situación indicada de precios.
En relación al desempeño productivo, para 2025 Opypa estima un descenso de la producción agrícola y un nivel similar para el producto agropecuario global. Respecto a las exportaciones agrícolas, considera una disminución de valores para este año, determinado por el descenso de valores exportados de soja y trigo.
Por el lado de los costos de producción agrícola, el incremento de la cotización del dólar del último trimestre de 2024 determinó un aumento de 13% en el año, y posibilita un mejor punto de partida para 2025.
En este marco, Carle & Andrioli considera en su informe que la evolución de la inversión del último semestre permite tener expectativas de que la inversión en maquinaria agrícola recupere su dinamismo en 2025. Asimismo, indica que los avances de la tecnología aplicada a los equipos agrícolas brindan oportunidades para la sostenibilidad de la agricultura.