Según la Dirección Nacional de Aduanas, en el último semestre de 2024, el número de envíos por franquicia mensuales casi se triplicaron: mientras que en junio fueron 60.727, diciembre cerró con 153.607. El abrupto aumento, que coincide con la llegada de la firma china Temu a Uruguay, preocupa a los empresarios locales por el impacto que tiene en la economía, tanto a nivel de competencia como tributario y de generación de empleo. CRÓNICAS conversó con Oscar Rosas, director de Magnum, para ahondar en este tema y en las propuestas que están desarrollando los actores del comercio para mitigar el efecto de este fenómeno en el sector.
Si hace 40 años se le preguntaba a cualquier persona en Estados Unidos dónde hacía sus compras, lo más probable era que contestara que lo hacía en el shopping, en el “mall”. Según el Wall Street Journal, en la década de 1980 había alrededor de 2.500 de estos establecimientos en todo el territorio norteamericano. Hoy, el número se acerca a los 700, y se estima que para 2032 puedan ser solo 150. A lo largo y ancho de los 50 Estados, miles de edificios que alguna vez fueron la imagen del crecimiento económico y un ícono cultural estadounidense de finales del siglo XX, hoy son moles de cemento vacías, que en el mejor de los casos son reinventadas como viviendas o centros culturales, y en el peor de los casos permanecen abandonadas.
El declive de esta industria comenzó con el advenimiento de internet, con el cambio de milenio, cuando los americanos accedieron a las compras online. Con pocos clics, un producto que estaba a miles de kilómetros de distancia podía aparecer en sus puertas en cuestión de horas. Este proceso se intensificó al estallar la pandemia, que limitó el acceso a lugares públicos. En Uruguay no ha pasado lo mismo hasta ahora, o al menos no a esta escala, pero, aun así, un aumento en las compras online en nuestro país preocupa a los comerciantes locales. Para indagar en el tema, CRÓNICAS conversó con el director de Magnum, Oscar Rosas.
Las compras online en Uruguay
Según el empresario, si bien el fenómeno viene en aumento desde hace unos años, la aparición de la empresa china Temu en 2024, que permite realizar pedidos sin costo de envío y ofrece precios muy atractivos en productos muy variados, contribuyó a que más y más consumidores se volcaran al comercio online. “El problema es que esto tiene un impacto en toda la cadena del comercio, ya sea en los importadores y en los minoristas, pero también en los trabajadores, ya que hace peligrar muchas fuentes de trabajo al reducirse el caudal de facturación y de ventas de las empresas”, advirtió.
Por ese motivo, un grupo de empresarios está buscando “generar conciencia” de esta problemática, “que hoy es Temu, pero mañana puede ser otra empresa aún más agresiva en sus políticas”. En ese sentido, emprendedores de todo el país se están reuniendo y convocando a través de la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) para buscar posibles medidas “que aporten a la solución de este problema”, y eventualmente presentarlas a las autoridades para su análisis y adopción.
Las propuestas
Si bien no tienen definidas las propuestas que presentarán al nuevo gobierno, Rosas adelantó que una de las medidas podría tener que ver con el régimen de franquicias, que adjudica a cada persona la posibilidad de recibir tres envíos por año sin pagar impuestos, siempre que el valor de cada compra no exceda los 200 dólares.
Para estos empresarios, esta posibilidad genera una “competencia desleal” con “los comercios establecidos”, que “pagan impuestos y generan fuentes de trabajo” en el país. En esta línea, una limitación a esta norma, es decir, que se reduzca el límite de dólares o se graven estos envíos, “podría mitigar” el impacto que este fenómeno tiene en el comercio local e incluso “aportar a las arcas del Estado”, que “es dinero que hoy el país no obtiene”.
Cuando la situación comenzaba a mejorar, surgió un nuevo problema
El entrevistado resaltó que este incremento del comercio online en el exterior empezó justo cuando el litoral comenzaba a sacar la cabeza de la situación con Argentina, en la que la diferencia cambiaria llevó a un gran flujo de clientes de frontera a cruzar hacia el otro lado para hacer sus compras. Sin embargo, de acuerdo con Rosas, si bien “el tema de Argentina era más generalizado” e impactaba en casi todos los sectores por igual, las compras online están pegando más fuerte en comercios abocados a la tecnología, la vestimenta, la electrónica y el entretenimiento.