Itaú espera crecimiento de 2,3% en 2025 para Uruguay y recortó su expectativa de inflación

Se espera un descenso del déficit, pero condicionado por “expectativa de un crecimiento más débil”

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El banco Itaú bajó su expectativa de inflación a 5,5%, frente a 6,0% antes, pero advierte que el resultado de las negociaciones salariales será clave para la inflación y las expectativas, según lo manifestó la entidad a través de su informe Escenario macro-Uruguay. Asimismo, espera un “ligero fortalecimiento” del peso uruguayo, y respecto al PIB se proyecta para este año un crecimiento de 2,3%, aunque el riesgo de sequía en el sector agrícola podría frenar la actividad.

El Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU subió la tasa de interés en 25 pb hasta 9% en febrero, por segunda reunión consecutiva. Según el comunicado, el objetivo de esta suba es consolidar la tendencia a la baja de la inflación y situarla en 4,5% del horizonte de política monetaria (HPM). El repunte de las expectativas de inflación en los últimos meses ha conducido a una orientación más contractiva de la política monetaria. Las expectativas de inflación aumentaron hasta 6,12% en enero, según la encuesta del BCU a los analistas.

Dado el reciente deterioro de las expectativas de inflación,  desde Itaú ahora se espera una tasa terminal de 9,5% para fines de 2025, frente a 9% de nuestro escenario anterior. Esta previsión de tasas más altas “incentivaría el carry trade, lo que se traduciría en un ligero fortalecimiento de la moneda”. De esta forma, desde la entidad ahora se espera un tipo de cambio de 45,3 pesos por dólar para el cierre del año, frente a los 46 pesos del escenario anterior.

En materia de inflación, el IPC aumentó 1,1% en enero respecto al mes anterior (frente a 1,5% de hace un año y una cifra media quinquenal de 1,7%). La inflación subyacente (excluidas las frutas y verduras y los precios de los combustibles) aumentó 0,98% mensual, frente a 1,45% mensual de enero de 2024. Sobre una base anual, la inflación general cayó a 5,05% en enero (desde 5,49% de diciembre), mientras que la inflación subyacente cayó a 5,35% desde 5,83% del mes anterior. Ambas lecturas se mantienen dentro del objetivo de inflación. Desde Itaú se estima que este año cerrará en un nivel de 5,5%, frente a 6,0% anterior. No obstante, se advierte que el resultado de las negociaciones salariales será clave para la inflación y las expectativas de inflación.

Actividad y déficit

En cuanto a la actividad económica local, el informe destaca que el indicador mensual del PIB (IMAE) del BCU aumentó 3,3% interanual en noviembre, lo que lleva a una expansión de 4% en el trimestre finalizado en ese mes (4,1% interanual en el tercer trimestre). Las cifras reflejan probablemente los efectos de base de la normalización del sector agrícola tras la grave sequía de 2023. Mientras tanto, el último dato del indicador de Ceres muestra que el nivel de actividad económica siguió aumentando en enero, con un incremento mensual de 0,1%. Se trata del sexto mes consecutivo de crecimiento, manteniendo la tendencia positiva. Sin embargo, el índice de difusión (el número de sectores que evolucionan favorablemente) cayó a 60% en enero, frente a 80% de diciembre.

Desde Itaú se prevé un crecimiento del PIB del 2,3% en 2025, tras una expansión prevista del 3,0% en 2024. Por el lado de la demanda, el consumo privado seguirá apoyando el crecimiento, junto con los efectos indirectos del ajuste macroeconómico en Argentina, que se espera continúen este año. En particular, se espera que la temporada turística sea positiva, dando un impulso al crecimiento en el primer trimestre de este año. Por el lado de la oferta, el riesgo de sequía en el sector agrícola podría frenar la actividad.

En materia fiscal, se señala que el déficit a 12 meses del Gobierno Central aumentó a 3,4% del PIB en diciembre, frente al 3,3% en 2023. El informe de Itaú destaca que la administración entrante ha manifestado su compromiso con la responsabilidad fiscal y con el mantenimiento de la tasa de interés oficial como principal instrumento de la política monetaria. No obstante, señala que “a corto plazo deberían anunciarse más detalles sobre la política fiscal y los planes para contener las expectativas de inflación”.

“Nuestra previsión para el resultado fiscal nominal en 2025 se sitúa en -2,9% del PIB. Sin embargo, nuestra expectativa de un crecimiento más débil limita el margen para mejorar las perspectivas fiscales este año”, señala el informe.