El comercio internacional enfrenta un panorama incierto tras los recientes anuncios arancelarios del gobierno de Trump.
Por Sofía Tuyaré (*)
El comercio internacional mostró una expansión en 2024, impulsado principalmente por los sectores de tecnologías de la información y las comunicaciones. Sin embargo, el panorama para 2025 es más incierto.
Un nuevo escenario de incertidumbre
La incertidumbre global en torno al comercio internacional vuelve a crecer con los recientes anuncios arancelarios del gobierno de Trump, que asumió en enero su segundo mandato. Desde la llegada a la Casa Blanca, la administración ha comunicado varias medidas comerciales. Hasta el momento, solo se han mantenido vigentes los aumentos a productos chinos y la reciente imposición de aranceles al acero y al aluminio. No obstante, la posibilidad de incrementar aranceles a México y Canadá (pausados hasta el 2 de abril) o imponer medidas recíprocas contra otros países sigue presente, lo que encendió las alarmas de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
En este contexto, los aranceles han pasado de ser un concepto técnico a ocupar un lugar central en las noticias y en los debates en materia económica. Este tipo de medidas tienen implicancias directas en las cadenas de suministro, los precios y el producto global, generando preocupación entre los distintos actores del mercado.
Si bien estas decisiones responden principalmente a estrategias de política interna y a intereses geopolíticos, su impacto podría trascender fronteras. Dependiendo de la magnitud y la duración de las medidas, el endurecimiento del proteccionismo podría afectar el comercio, la inversión y el crecimiento económico a nivel global.
Apuesta a los aranceles
Los aranceles son impuestos aplicados a los bienes importados. Su propósito puede ser proteger la producción local, encareciendo los productos extranjeros, o tener un fin recaudatorio.
Sin embargo, estas medidas también pueden generar efectos negativos en la economía. El encarecimiento de los bienes importados puede elevar los costos de producción para las empresas que dependen de insumos del exterior y, a su vez, aumenta los precios para los consumidores. Esto podría generar presiones inflacionarias y reducir el poder adquisitivo.
La administración Trump ya había implementado medidas proteccionistas en su primer mandato y, durante su campaña electoral de 2024, anticipó que estos instrumentos seguirían formando parte de su política económica. En los primeros meses de su gobierno se anunciaron nuevas subas arancelarias y se anticipó la posibilidad de incrementos adicionales en el corto y mediano plazo.
Efectos globales
El impacto de los aranceles de Estados Unidos trasciende a los países directamente involucrados. Al restringir el comercio, generan aumentos de costos para importadores, empresas y consumidores, desincentivan la inversión en los sectores afectados y pueden provocar represalias comerciales por parte de otras economías. Esto podría derivar en una nueva guerra comercial, similar a la que en el pasado afectó al comercio internacional.
Si bien en algunos casos la actual administración utilizó los aranceles como herramienta de negociación, una aplicación prolongada de estas medidas, dependiendo de los productos afectados, podría tener consecuencias en el crecimiento económico y la inflación.
Impacto en América Latina
Para la región, el endurecimiento de las políticas arancelarias de Estados Unidos presenta desafíos importantes, ya que podría implicar una reconfiguración del comercio global. Esto podría traducirse tanto en riesgos como oportunidades para distintas economías del continente.
Los países más expuestos a este giro proteccionista son aquellos que ya fueron mencionados en los anuncios como posibles afectados, como es el caso de México. Si bien el incremento de aranceles a este país se encuentra pausado, es incierto qué pasará a futuro.
Por otro lado, grandes exportadores de commodities agrícolas y minerales, como Argentina y Brasil, podrían sufrir el impacto de una desaceleración del comercio global. El menor crecimiento en países de relevancia mundial, como Estados Unidos o China, podría tener efectos en estos sectores.
Si bien Uruguay está más distante del impacto de las políticas de Estados Unidos por el momento, tampoco es ajeno a este nuevo escenario global más adverso. La incertidumbre en el entorno del comercio internacional plantea importantes retos para el país.
En 2024, Estados Unidos fue el cuarto destino de las exportaciones uruguayas, representando el 9% del total de ventas al mundo. Entre los principales productos exportados al mercado estadounidense se encuentran la carne bovina (50% del total), seguida por la celulosa, los subproductos cárnicos, la madera y productos de madera, entre otros.
Desde Uruguay se sigue de cerca la evolución de las políticas comerciales de Washington, atentos a posibles medidas que afecten el comercio exterior del país.
Exportaciones de bienes de Uruguay a Estados Unidos, en millones de dólares

Fuente: elaboración propia en base a datos de Uruguay XXI
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group Alliance