La última Encuesta de Actividad, Comercio y Servicios de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS), destaca que el sector tuvo un arranque de año en un “escenario más optimista que el que primaba trimestres atrás”, lo que se refleja en “una mayor consolidación en el crecimiento de sus ventas”, como había comenzado a percibirse a partir de la segunda mitad de 2016.
En el informe se detalla que en el primer trimestre de 2017 más del 60% de los rubros relevados evidenciaron un mejor resultado que durante el cierre del 2016, al tiempo que comparándolo con enero-marzo de 2016, esa cifra asciende al 85%. No obstante, respecto a la comparación interanual, se aclara que por un lado hay una diferencia en cuanto a la cantidad de días comerciales (en 2016 la semana de turismo cayó en el primer trimestre del año) y por otro, a que el comportamiento del primer trimestre de 2016 “había sido malo”. De todas, formas, destaca que “independientemente de estas consideraciones, (…) se percibe un escenario de recuperación que si bien aún es débil, alienta las expectativas de los empresarios para lo que resta del año”.
No obstante, la gremial sostiene que aún “no es posible hablar de repunte sostenido ni tampoco generalizado para todos los subrubros que lo componen, pese a que sí se trata de un contexto más favorable respecto a lo ocurrido en el comienzo del año anterior”
Explica que hay “determinados factores” que han jugado un rol clave en el comportamiento del consumidor y en el aumento de las ventas de algunos rubros en particular. El principal fue la evolución del dólar, que “ha favorecido un escenario de menor crecimiento en el nivel de precios” y ha beneficiado las ventas de aquellos sectores vinculados a la venta de bienes de consumo duradero y semiduradero, así como de bienes de capital. Al respecto, advierte que “de mantenerse las expectativas respecto a la evolución del valor del dólar para lo que resta del año (…) es posible proyectar un año más favorable para el sector Comercio en general, lo cual le permitiría retomar su senda de crecimiento luego de tres años de caída”.
De todas formas, la CNCS alerta que el mercado laboral del sector “aún presenta cierta fragilidad, manteniéndose la pérdida de puestos de trabajo en sectores relevantes de la economía, por lo cual parecería ser que los mejores datos de actividad económica de estos últimos trimestres aún no se han reflejado en el mercado de trabajo”.
El informe advierte también que persisten “importantes desequilibrios macroeconómicos que incorporan una mayor fragilidad al proceso de crecimiento actual que atraviesa la economía en general”. Entre ellos, destaca las dificultades del sector público para reducir el déficit fiscal, “lo cual determina ajustes sucesivos en el precio de tarifas públicas, así como en la carga tributaria, (que) recaen en el sector privado, restringiendo las posibilidades de incrementar los niveles de consumo e inversión de forma sostenida en el tiempo”.
Por último, interpreta que Uruguay continúa estando “caro” en relación a sus principales competidores, lo que “hace cada vez más complejo poder lograr una recuperación sostenida de la economía en el mediano plazo”.