“En Uruguay es posible ser empresario partiendo de cero”

Mario Garbarino, director y socio fundador de Garbarino Lombardo & Asociados


Mario Garbarino es la cara visible de Garbarino Lombardo (GL), una organización que tiene bajo su paraguas inversiones de decenas de millones de dólares. El foco del negocio es el desarrollo y el gerenciamiento de emprendimientos inmobiliarios, vinculados a sectores turísticos y comerciales. A través de distintas líneas de negocio -entre las que se destacan GL Desarrollo y Sacramento Management-, la empresa maneja -bajo diferentes modalidades de trabajo-, tres shopping y 10 hoteles, a la vez que encara otros proyectos próximos a ver la luz.

Por Oscar Cestau | @OCestau

Él era de la Unión y ella –Graciela Lombardo-, de Punta Carretas. Coincidieron en la misma clase de Facultad, y aunque la cantidad de alumnos por sala era en esa época muy numerosa, él la identificó rápidamente y se sintió atraído por ella. El primer paso fue invitarla a salir. La primera cita fue en la Pizzería Trouville. Tres años de novios, y se casaron.

“La verdad es que la gente de la Unión no le tenía demasiada simpatía a los de Pocitos y Punta Carretas, pero me terminé ennoviando con una chica del barrio, luego me casé y terminé viviendo en Punta Carretas y desarrollando ahí mis actividades principales”, rememora Mario Garbarino. Ambos se recibieron de Contador Público, y con Graciela, además de una unión matrimonial, con el tiempo conformó una sociedad comercial y una marca.

¿Cuál era mejor estudiante de los dos?

Los dos éramos buenos estudiantes. Yo la embromo porque no perdí ninguna materia en facultad.

Eso quiere decir que ella sí.

Ella sí perdió algún examen, pero lo mío fue suerte (dice entre risas).

Los dos nos recibimos casi que al mismo tiempo, incluso hicimos la monografía juntos.

Los primeros pasos de Graciela fueron en el Ministerio de Agricultura, y los de Mario en la actividad privada con su padre, que tenía un estudio contable. Posteriormente, empezaron a desarrollar algunas cosas juntos. Uno de los primeros proyectos fue el de Punta Carretas. Después empezaron a desarrollar hoteles, y ahí ella ese dedicó más al gerenciamiento de ese tipo de negocio, mientras él se dedicó más al tema de los desarrollos comerciales.

Garbarino Lombardo representa a unos 100 inversores. La mayoría son locales, salvo Costa Urbana en el que hay un fondo americano; y ninguno, en general, tiene más de un 10 o un 15 por ciento de cada sociedad.

Garbarino Lombardo es una organización especializada en el desarrollo y el gerenciamiento de emprendimientos inmobiliarios. ¿Cómo es el esquema de trabajo?

Nosotros nos imaginamos los proyectos, después hacemos los estudios de mercado y del proyecto en sí, desarrollamos un anteproyecto con algún estudio de arquitectura, buscamos inversores, llevamos adelante el proyecto durante su obra. En ocasiones los gerenciamos, y en otras no, como el caso de Sheraton que lo terminó gerenciando la cadena Starwood, que ahora es Marriott. Pero en la mayoría de los casos, los desarrollamos y gerenciamos nosotros.

¿El primer proyecto desarrollado fue el de Punta Carretas Shopping?

Sí, y lo hicimos con algunos otros socios. En este caso, hicimos desarrollo y gerenciamiento de obra, la comercialización y, posteriormente, la administración durante mucho tiempo. Ahora la administración pasó a ser de la misma sociedad, y yo soy uno de los directores de Punta Carretas.

¿La marca Garbarino Lombardo fue posterior  al desarrollo de Punta Carretas?

Garbarino Lombardo nació unos años después. Mi hijo fue a hacer un MBA a Estados Unidos y cuando volvió se empezó a conformar definitivamente la marca, hace unos 13 o 14 años.

¿Cuántas empresas administra la organización?

Tenemos dos centros comerciales -Costa Urbana Shopping y Las Piedras Shopping- y 10 hoteles.

garbarino2¿A cuántos inversores representa Garbarino Lombardo?

Diría que a unos 100 inversores. La mayoría son locales, salvo Costa Urbana en el que hay un fondo americano. Y ninguno, en general, tiene más de un 10 o un 15 por ciento de cada sociedad. A su vez, de los grupos inversores locales, muchos se repiten.

¿El producto que más trabajo le demanda es Punta Carretas Shopping?

En lo personal, sí. Otros dos socios de Garbarino Lombardo, que son Pablo y Marianela (sus hijos), están más enfocados en Costa Urbana y Las Piedras. Y Graciela en el gerenciamiento hotelero. Por supuesto, tenemos reuniones donde intercambiamos información de todo.

¿Cómo es trabajar con la familia? ¿Cómo se compatibilizan los roles?

Como familia, tenemos una particularidad, y es que veraneamos todos juntos. Hace 66 años que voy a Las Toscas, en el departamento de Canelones, y lo mismo mis tres hijos, con sus respectivas familias. Es decir, pasamos la mayor parte de los fines de semana del verano y algunos durante el año en Las Toscas, en familia. Y allí hablamos de todo… de trabajo, de lo que pasa en el país, de deporte -porque no todos somos de los mismos equipos, sino que hay de Nacional, de Peñarol, de Defensor y de River Plate-. Hay momentos difíciles, pero, en general, diría que trabajar en familia da muchas satisfacciones. Hemos logrado un desarrollo desde el punto de vista familiar y de trabajo excelente. Estamos todos involucrados en los emprendimientos, por supuesto que cada uno en su función. Pablo está más en la operativa de Costa Urbana y Las Piedras; Marianela enfocada en la parte financiera y económica; mientras que Lucía, que también está en la organización, tiene a su cargo el tema recursos humanos. Nos reunimos una o dos veces por semana y ahí tratamos aspectos comerciales, de promociones, de ahorro de costos o inversiones, todos aportando lo suyo.

¿La demanda llevó a la ampliación de Punta Carretas Shopping?

Había una demanda de locales y, sobre todo, una tendencia hacia locales más grandes. Dadas las características que tiene Uruguay, de ser una plaza con estabilidad jurídica, donde los tres poderes están separados, aparecen marcas internacionales manifestando su intención de instalarse acá. En el retailer mundial estamos muy bien posicionados, diría que al mismo nivel de Chile y Colombia, y algo de Perú. En base a esa necesidad es que nace este último desarrollo. Pero esta ampliación es una idea de hace 12 o 13 años atrás, que demandó mucho tiempo en la intendencia en la concreción de los permisos. Para que el shopping pudiera crecer había que trasladar a Disco, pero para que Disco pudiera trasladarse, tenía que estar comunicado con el shopping, y eso requería de un puente sobre la calle Víctor Soliño, lo que llevó muchos procesos de aprobación. Finalmente, se consiguieron los permisos y comenzó, diría, la ampliación más importante de Punta Carretas desde que nació, hace 23 años. Hablamos de una inversión de unos 70 mil metros cuadrados de construcción, que implica un nuevo estacionamiento, que ya se inauguró; que abarca el nuevo hotel y las oficinas, que seguramente se inauguren en setiembre; el nuevo local de Disco y el de Lojas Renner, que se inaugurarán en noviembre. Y a fines del año que viene pensamos inaugurar la ampliación del shopping en sí mismo, con 30 nuevos locales, más alguna tienda muy importante que va a venir al Uruguay.

“Cuando me recibí no tenía capital. Mis padres me habían dado lo mejor que me podían dar, que fue una buena educación. Y con eso pude desarrollarme y ser empresario”.

Es decir, que la zona se va a seguir transformando.

Los shopping son organismos vivos que están siempre en pleno crecimiento y cambio, que a su vez se modernizan. Son más de uso múltiple, porque hay oficinas, públicas y privadas, hoteles, centros de entretenimiento, spa, zonas deportivas, gastronomía… Los shopping se van dinamizando y creciendo con las necesidades de la población. La idea es que cuando la población piense en satisfacer alguna necesidad, el shopping se la pueda dar. Esa es un poco la imagen. Estamos en ese proceso, que no ha sido fácil, pero estamos acercándonos a los cortes de cinta.

¿Qué monto de inversión demanda la obra?

No todo lo hace el shopping, porque la parte de Disco corre por cuenta de la cadena, y el hotel por parte de Tonosol, pero estaríamos hablando de una inversión superior a los 130-140 millones de dólares en total.

¿Es realidad o mito que algunos shopping tienen lista de espera de marcas que quieren instalarse?

Todos los shopping tienen plena ocupación. Siempre hay una lista de espera. Hay momentos en que esa lista es más grande, y otros, como ocurre con cualquier realidad comercial, no tanto. Hasta ahora no hay desocupación de locales. Fíjese que Las Piedras se abrió con un 95 por ciento de ocupación.

¿Cómo se evalúa a una marca que pretende instalarse en el centro comercial?

Fundamentalmente, todas las marcas de vestimenta son buenas para el shopping. Los negocios que requieren mucha área de exposición, como mueblerías o ese tipo de negocios, son un poco más difíciles por la cantidad de metros que precisan y el rendimiento de los mismos. Pero, en general, el mix comercial tiene que abarcar la mayor cantidad de rubros y servicios posibles, y el shopping tiene que adaptar sus metros cuadrados a eso. Ese es un poco el esquema, si bien hay marcas que son más preferidas que otras.

¿Qué análisis hace del negocio de los centros comerciales en lo que va del año?

Las expectativas, viendo el contexto de la región, era que podía darse una baja en la actividad. En Uruguay, el pico de consumo se dio en 2012 y 2013, y a partir de ahí se ha mantenido. Pensamos que 2017 podía ser similar al 2016, pero los primeros cuatro meses muestran un crecimiento muy leve con respecto al mismo período del año pasado, siempre en pesos constantes, porque en dólares la variación es distinta, dado que hoy está muy bajo. Ese es uno de los problemas que puede impactar en el futuro, porque la rentabilidad de las empresas cae. Pero desde el punto de vista del consumo, Uruguay está bien, sobre todo mirando lo que son Argentina y Brasil, que están complicados.

garbarino3¿El consumidor uruguayo difiere en algo con el de otras regiones?

Yo creo que no. A todos nos gusta consumir e ir a pasear al shopping. Hay una competencia fuerte de las compras por internet. A la larga, creo que Uruguay va a tener que modificar esa política de que puedan venir las compras del exterior libres de todo tipo de impuestos y de IVA, porque creo que es desleal para los comercios establecidos. Mientras, habrá que ir adaptándose. En Uruguay, los shopping, además de un lugar de compras, son un paseo, y cuando uno está paseando siempre compra algo; además, nos gusta mirar lo que compramos. Creo que habrá cada vez más una competencia, pero la iremos sorteando. En Uruguay y la región se siguen haciendo centros comerciales, o sea que aún hay mucho futuro para el sector.

Ahora, como en tantos otros rubros, las compras a través de la web llegaron para quedarse, lo que obliga a reinventarse. ¿Cuál es el camino que han encontrado para contrarrestar ese fenómeno?

Un camino importante es dotar al shopping de otras actividades, como ser recreación, áreas gastronómicas, lugares de deporte; y después que la gente está en el shopping realiza múltiples actividades ahí. El ser humano es social por naturaleza.

Y después haremos que el que compra por internet tenga que venir al shopping a buscar la mercadería. Los shopping, con buen criterio, y es algo que ocurre también internacionalmente, están haciendo descuentos en ciertos períodos para favorecer el consumo. Las tarjetas de crédito también hacen su parte. Esos son mecanismos de defensa que los shopping tienen hoy y será igual en el futuro.

¿La iniciativa de un sitio web -Voy de Shopping-, que nuclea a todos los centros comerciales va en el rumbo de contrarrestar el negocio online desde el exterior?

Es una idea que va en ese sentido que hablábamos antes, y que hace que todos los shopping hagamos un centro de distribución a través de internet, y que a la vez hace que el comprador venga al shopping a buscar la mercadería.

Más allá de que no está en la dirección de Costa Urbana y Las Piedras, esos centros comerciales son parte de la organización. ¿Cuál es la realidad del negocio allí?

Costa Urbana es un shopping que ya se ha consolidado. Los brasileños dicen que los shopping se estabilizan al tercer Natal, es decir, a la tercera Navidad… Costa Urbana ya la pasó, y ha venido creciendo desde que nació al público e incorporando nuevos servicios. Últimamente, cambiamos la plaza de comidas de lugar, fortaleciéndola. Via Aqua va a inaugurar seguramente el próximo mes un centro de deportes muy importante. Tenemos un centro cívico que es de uso múltiple que lleva mucha gente al centro comercial. Lojas Renner va a abrir una tienda de 1.500 metros, y hay otras ideas para seguir creciendo. Es un shopping que se ha consolidado, que está en plena actividad de desarrollo y crecimiento.

“Dadas las características que tiene Uruguay, de ser una plaza con estabilidad jurídica, donde los tres poderes están separados, aparecen marcas internacionales manifestando su intención de instalarse acá. En el retailer mundial estamos muy bien posicionados”.

Las Piedras Shopping es imposible evaluarlo aún, pero si es por estos días le digo que la cantidad de gente es impresionante, nos desbordó totalmente. Se ve que esa zona estaba muy ávida por algo así. Aparte, no se trata solo de Las Piedras, sino también La Paz, Progreso, Canelones, Florida, Santa Lucía, entre otras zonas, que van a tener un lugar de encuentro. Desde el punto de vista arquitectónico creo que quedó espectacular. Además, considero que, por muchas razones, la plaza de comidas es la mejor del Uruguay.

Es muy difícil poner en funcionamiento un shopping… Los tres o cuatro primeros meses son complicados. Es inevitable que en ese período aparezcan algunas fallas. En los primeros años también se produce un recambio de locales, porque algunos no se adaptan o el mercado es distinto a lo que se pensaba. Después de esos procesos recién se estabilizan.

El próximo proyecto es un centro comercial en San José…

Sí, ahora vamos a encarar un centro comercial en San José, más chico que los anteriores, de entre 30 y 35 locales, con gastronomía y supermercado. El tamaño depende de la zona, de la densidad de población y de las posibilidades. Punta Carretas cuando nació era mucho más chico de lo que es hoy. Recuerdo que cuando empezamos con el proyecto, a los terrenos que estaban de Soliño para atrás le llamábamos así: la parte de atrás. Pero el arquitecto en ese entonces nos decía que algún día esa parte iba a ser la de adelante, que no minimizáramos el sitio ni lo vendiéramos, cosa que en algún momento de dificultad pudo ocurrir. Felizmente, mantenerlo fue los que nos permitió hacer ahora la obra que está en marcha.

¿Hay lugar para más centros comerciales en Montevideo o la plaza está saturada?

Yo creo que aún hay lugar. No hay una medición exacta, pero los números que nosotros tenemos es que, en el mercado en general, todavía se vende mucho más afuera de los centros comerciales que adentro. Para alguno más puede haber lugar, habría que estudiar mucho la zona, pero no creo que esté todavía saturado el mercado de centros comerciales en Montevideo.

“Los shopping se van dinamizando y creciendo con las necesidades de la población. La idea es que cuando la población piense en satisfacer alguna necesidad, el shopping se la pueda dar”.

En algún momento surgió la idea de algún desarrollador de sumar al mercado un shopping de outlet. ¿Su organización estudió esa opción?

Escuché esa opción, y hemos hecho algún estudio. El de Uruguay, a diferencia de otros mercados, no tiene fábricas ni volúmenes de compra demasiado importantes, por lo tanto, el mercado de outlet se hace más difícil como mercado en general. No digo que algún negocio puntual no haga outlet, pero para hacer un centro comercial de esas características se precisa mucha mercadería, no sé si de segunda, o llamémosle de contra estación. Así que no creemos que haya masa crítica aún para hacer un shopping de outlet general.

¿Cuántas personas dependen de los desarrollos de Garbarino Lombardo?

Deben de ser más de 10 mil personas. Tanto la actividad comercial como la hotelería, es decir, las actividades en las que estamos involucrados, concentran mucha mano de obra. Es una satisfacción para nosotros poder dar trabajo a mucha gente.

¿Qué representa para la organización la línea de negocio del turismo y la hotelería?

Es una actividad que después que uno entra es atrapante. Y en los últimos años hemos tenido momentos buenos y de los otros. Ahora estamos en un momento bueno para el turismo, aunque con una baja en la rentabilidad ahí sí más acentuada que la de los centros comerciales, porque nosotros vendemos en dólares y los costos son en pesos. Además, hay mayor competencia en Montevideo, pero son las reglas de juego. El fuerte nuestro está en Colonia, también tenemos presencia en Fray Bentos y Mercedes, que son dos plazas que andan bien tras la apertura de los puentes. Además, estamos en Rivera, en Almirón hay un hotel termal, en Rocha y en Montevideo.

¿Lo peor de ser empresario en Uruguay?

Yo no lo he sufrido, pero a veces se dice que los empresarios somos gente que no tenemos sensibilidad, los cual no es cierto. Repito, yo no he sentido nunca eso, al contrario, tengo grupos de trabajo muy buenos. Quizás influya también la manera de ser de cada uno.

¿Y lo mejor?

Que en Uruguay es posible ser empresario partiendo de cero. Cuando me recibí no tenía capital. Mis padres me habían dado lo mejor que me podían dar, que fue una buena educación. Y con eso pude desarrollarme y ser empresario. No sé si en otras partes del mundo ocurre igual. Este país sigue siendo un buen lugar para desarrollarse como empresario.


Uruguay despegado

¿Cómo ve la marcha de la economía?

La veo bien, aunque con algunos problemas que deberían preocupar. Tiene un dólar demasiado bajo, a pesar de que se están haciendo cosas para que no sea así. Pero es una realidad que a largo plazo no se puede mantener. Además, el déficit fiscal es muy grande, y ahí también hay un tema a corregir. Y hay dos aspectos fundamentales, que si se quiere están relacionados, que son la educación y la seguridad. Si Uruguay lograra revertir los problemas que tiene en educación a mediano plazo podría ser un país, culturalmente hablando, similar al que había cuando los de mi generación nos criamos. Fui a escuela y a liceo público, y mi papá nos mandaba ahí porque consideraba que era lo mejor que había para nuestra instrucción. Hoy esa situación ha cambiado, pero deberíamos hacer todo lo posible para volver a eso. No soy experto, pero es un tema que deberíamos encarar de otra forma y corregir, porque es vital para el desarrollo y el futuro del país.

¿Y cómo vislumbra al Uruguay inserto en la región?

Por suerte en este momento logró despegarse de Argentina y Brasil. Creo que si Argentina mantiene esta política actual, que dependerá mucho de las elecciones futuras, va a tender a la recuperación; y eso va a ser muy bueno para nosotros. Y Brasil en algún momento va a tener que sanear su parte política y recuperarse, porque es un país de grandes riquezas.


“Hoy la relación es excelente”

¿Cómo es su relación con Carlos Lecueder, un emprendedor con el que, en cierta forma, coinciden en el negocio?

Con Lecueder se da una característica muy especial: los dos hicimos la carrera juntos, nos recibimos con muy poca diferencia de tiempo, somos del mismo club deportivo, y ambos nos dedicamos a la actividad comercial y hotelera. Tenemos una muy buena relación. Por supuesto que en la competencia los dos queremos lo mejor para nuestros emprendimientos, a la vez que bregamos para que haya más negocios y desarrollos para el Uruguay. Al principio, sobre todo, hubo alguna diferencia, pero eso pasó y hoy estamos trabajando en muchas cosas juntos, incluso en Voy De Shopping, un proyecto que nuclea a todos los shopping. También coincidimos en algunas actividades en Nacional, así que hoy la relación es excelente.


Señas de identidad 

Mario Garbarino -66 años-, de profesión contador, es casado, tiene tres hijos y ocho nietos.

“Yo me crié en la Unión. Mi enseñanza fue pública… Fui a la Escuela República del Perú -de 18 de Julio y Juan Paullier-, después al Liceo Dámaso Antonio Larrañaga y luego a la Universidad de la República.

garbarino4Mi padre era contador y mi madre ama de casa. Además, tengo dos hermanos, los dos contadores”, dice resumiendo parte de su vida.

A lo largo de la charla aflora en varias ocasiones su fanatismo por Nacional. Su padre, también llamado Mario Garbarino, fue presidente de los tricolores entre 1986 y 1988. Fue precisamente bajo su égida que en 1988 el club fue campeón de América y del Mundo por tercera vez.

“Me hubiera gustado ser presidente de Nacional. En su momento me presenté, hice campaña y me fue bastante mal en la elección”, expresó. Hoy es el presidente de la Comisión de Obras del Parque Central. En torno a esa nominación, relata una anécdota. “Hoy tengo una muy buena relación con el presidente actual, pero cuando se presentó como candidato no lo conocía. En campaña, una vez vino a mi oficina buscando mi apoyo. Mi respuesta fue que yo tenía muchos amigos en Nacional y que no iba a apoyar a nadie en particular”. Lejos de molestarte la respuesta, en ese momento José Luis Rodríguez subió la apuesta. “Me dijo que si él salía elegido, yo iba a ser el presidente de la Comisión de Obras, y como yo no creí que ganara, le dije que aceptaba. Terminó ganando y tuve que cumplir con la palabra. Pero estoy muy a gusto con esa función”.

“El mix comercial tiene que abarcar la mayor cantidad de rubros y servicios posibles, y el shopping tiene que adaptar sus metros cuadrados a eso. Ese es un poco el esquema, si bien hay marcas que son más preferidas que otras”.

Cuando se le pregunta por tres jugadores de Nacional, no duda: Luis Artime, Luis Suárez y Santiago Ostolaza. Y aclara que este último se ganó su lugar por su performance en la final Intercontinental ante el PSV Eindhoven, donde el Vasco hizo dos goles, el segundo a los 120 minutos, cuando el alargue se iba, y después en la tanda de penales también anotó, convirtiéndose en el héroe de la consagración. “Esa fue una de las mayores satisfacciones de mi vida”, remata Garbarino.

¿Un centro comercial modelo fuera de Uruguay? “El Ventura Mall de Miami”, responde.

La emoción aparece en su rostro cuando se le pregunta por Graciela, su esposa. “Fue mi única novia. Es mi compañera, mi amiga… No tengo palabras para definirla. Gran parte de lo que soy se lo debo a ella”, dice, y su mirada transmite un sentimiento fuerte.

Al momento de definir quién es Mario Garbarino, lo hace con simpleza y con un dejo de timidez: “Soy alguien que ha tenido la suerte de desarrollar emprendimientos que ni soñó cuando empezó. Lo único que quiero dejar es un buen nombre, una buena familia; con eso ya me sentiría realizado y satisfecho”.