Asesor de la CIU: “Los sindicatos no influyen en el gobierno, son el gobierno”

Experto de Onudi> Recomienda trabajar  en el sector agroindustrial

Sebastián Pérez, asesor económico de la Cámara de Industrias del Uruguay se refirió al papel del gobierno en el contexto actual de la industria y señaló que vislumbra, para los próximos años, “que se continúe favoreciendo a más multinacionales y dejando de lado a las Pymes” y agregó que “los sindicatos no influyen en el gobierno porque son el gobierno”. Así lo aseguró durante el tercer desayuno de coyuntura industrial que se realizó en el Club de los Industriales.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

“Desempeño reciente y perspectivas para la industria” fue el nombre elegido por el Asesor Económico de la Cámara de Industrias (CIU), Sebastián Pérez y la jefa de Dirección de Estudios Económicos, Valeria Cantera. Tras la derrota de la selección sub 20 ante Venezuela, el pasado jueves en la mañana los industriales volvieron a tomar otro trago amargo al enfrentarse con la dura realidad que padece el sector.

En el tercer desayuno de coyuntura industrial, Pérez y Cantera explicaron que la producción del núcleo industrial creció muy poco en los últimos 10 años y a pesar de que los últimos datos atisben una recuperación, este repunte no se daría de forma generalizada. “Más de la mitad de los sectores de la industria contrajeron su actividad en el primer trimestre de 2017”, aseguró el contador y añadió que los sectores más intensivos en personal son los que reflejan peores resultados. En este sentido agregó que por su infraestructura, las Pymes industriales son las que se encuentran más amenazadas.

“La industria expulsó al 17% de su personal en 5 años”, señalaron los especialistas Sebastián Pérez y Valeria Cantera.

En este contexto, el empleo sigue cayendo y según los analistas de la CIU en los últimos cinco años la industria expulsó al 17% del personal lo que redunda en una disminución de 18.000 puestos de trabajo.

Según Pérez y Cantera, este fenómeno que culmina con la sustracción de puestos de trabajo se debe, en primer lugar, a la presión de los costos que provoca a fin de cuentas la pérdida de competitividad. Estos costos son, en primer lugar energético y en segundo lugar de costos laborales por los incrementos salariales.

Otro componente del escenario actual es el de la baja de la productividad a lo que se le suma la depreciación del tipo de cambio y hace de los tres factores (presión de costos, baja productividad y tipo de cambio desfavorable) un cóctel ideal para la pérdida de competitividad que también se encuentra apuntalada por el aumento de la presión fiscal.

Para el segundo semestre de 2017, los analistas no encuentran consuelo en Brasil ya que su recuperación no se avizora en el corto plazo. Por lo tanto las expectativas industriales siguen siendo negativas y se encuentran en un -20% mientras que la expectativa acerca de la economía se posiciona en un -10%.

Las proyecciones indican un magro desempeño de la actividad industrial que no permite que se pueda recuperar el empleo perdido en el sector. Los argumentos de los analistas para justificar esta afirmación son: “La gestión de recursos humanos se ha tornado muy compleja y costosa, existe una alta rigidez en el mercado laboral, se proponen iniciativas que darían menos flexibilidad al mercado laboral y los Consejos de Salarios no contemplan a las Pymes y a las empresas de menor productividad”.

A raíz de este panorama se espera lo que definen como un ciclo de menores inversiones.

Acerca de esto Pérez aseguró que, en su opinión, los gobernantes no defienden el interés general y apuntó que para los próximos tres años se espera que el gobierno “continúe favoreciendo a las multinacionales que realizan grandes inversiones y deje de lado a las Pymes” y agregó que en Uruguay existe un problema político ya que “los sindicatos no influyen en el gobierno sino que son el gobierno”.

“La industria uruguaya debe apostar a la agroindustria” sostuvo el experto de Onudi, Manuel Albaladejo.

Una industria más sofisticada y verde

En la segunda parte de la conferencia, el economista Manuel Albaladejo- representante de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) para Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay, disertó sobre “Industrialización y transformación productiva: ejes del crecimiento sostenible”.

Albaladejo  aseguró que el debate sobre la industrialización ha vuelto “más fuerte que nunca”.

En este sentido, el experto indicó que la sofisticación es fundamental para las economías pequeñas y aclaró que si Uruguay no realiza este proceso y apuesta más a la tecnología “va a pasarlo muy mal en el contexto internacional”.

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“La industrialización se ha convertido en una cuestión ideológica, matamos al mensajero porque el mensaje no nos gusta. La verdad es que al ver cifras no es así, el gran motor de crecimiento de 188 países es el valor agregado manufacturero que está estrechamente ligado al PBI”, explicó el representante de Onudi.

Por esta línea recalcó que es necesario no solo sentarse a ver el estado de la industria sino también planear qué se hará a futuro.

Según Albaladejo, por cada trabajo manufacturero se crean 2.5 trabajos en otros sectores. Los sectores que se proyectan como más fuertes dentro de ese sector manufacturero son los relacionados al medioambiente y a la agroindustria. Es por esto que el especialista recomendó a los industriales que enfoquen sus negocios hacia esta área y puntualizó que es aún mejor si dentro del sector medioambiental existe especialización en los productos o servicios que involucren más tecnología.

Finalmente, el economista comparó la industria uruguaya con la neozelandesa y comentó que allí se exporta cuatro veces más que en Uruguay. Este fenómeno lo explica por la falta de eficiencia que se podrá vencer siempre y cuando se apueste a un modelo más competitivo.