Si bien aún no se conocen los detalles, es una realidad que las Fuerzas Armadas brindarán cursos a hijos de militares y vecinos de la zona donde se ubican los cuarteles. Así lo aseguró el director del Departamento de Comunicación Social del Ejército, Wilfredo Paiva, a CRÓNICAS. Aunque la idea primaria no es atraer a jóvenes a este organismo, si así sucede “serán bienvenidos”, pues el número de militares hoy es poco más de la mitad que en 1984.
El Ejército Nacional trabaja en un proyecto para brindar capacitación en oficios a hijos de militares y a vecinos que vivan en el barrio donde están instalados los cuarteles. Si bien aún los detalles de la iniciativa se encuentran en una etapa de discusión, la idea se concretará, aseguró el director del Departamento de Comunicación Social del Ejército, Wilfredo Paiva, en conversación con CRÓNICAS.
Las unidades donde se brindarán estos servicios se encuentran en la periferia de Montevideo, en barrios como Casavalle, Cerro, Punta de Rieles, Cementerio del Norte y Peñarol, entre otros. La mayoría del personal pertenece al barrio donde están ubicados los batallones o cuarteles. En caso contrario, normalmente se muda a la zona donde trabaja.
Según expresó Paiva, el objetivo del proyecto es continuar colaborando, “con todos los medios que posee el Ejército”, con la sociedad civil. Al tiempo, aseguró que no se brindarán conocimientos exclusivos a las Fuerzas Armadas y por su parte, destacó la pluralidad de oficios con la que cuenta ya la institución.
En este sentido, dijo que el servicio militar ya imparte cursos tanto al personal, como a la ciudadanía. Además, mencionó convenios con la UTU relacionados a la acreditación de saberes, como, por ejemplo, la albañilería, donde la institución educativa toma una prueba a los militares y, en caso de aprobarla, se le dispensa un diploma. De igual forma, en la Escuela de Equitación del Ejército, se dictan módulos para la rehabilitación ecuestre a los que puede asistir la sociedad en general.
Igualmente, se posee un convenio con el Consejo de Capacitación Profesional (Cocap), para instruir en el manejo de maquinaria pesada. Por su parte, Montes del Plata donó un simulador de vehículos (camiones con remolques y ómnibus) para un curso que pueden tomar tanto civiles como militares, comentó. Todos ellos son gratuitos.
Paiva comentó que, hasta el momento, ex profesores de UTU y militares retirados se han ofrecido para prestar servicios en este proyecto, aunque hizo énfasis en que aún se deben disponer de los detalles del mismo. El trabajo de los docentes será honorario y se sumará a la capacitación que ya se brinda hoy en día.
Si bien aún es difícil determinar el número de posibles asistentes a los cursos, los hijos del personal ya han mostrado un cierto interés. “Ojala que sean muchos quienes vengan, más allá de la gente del barrio, porque eso quiere decir que hay mucha gente que desea aprender un oficio”, observó.
Consultado sobre si la iniciativa es una manera de atraer a los jóvenes al Ejército, Paiva negó, aunque reconoció que si lo logra, “es bienvenido”, puesto que hay variadas escuelas a las que se puede acceder con primer o tercer año de Ciclo Básico aprobado, como la Escuela de Música o de Comunicaciones. “Existen opciones para los adolescentes, a las que se puede llegar aún no teniendo 18 años de edad”.
Actualmente, el Ejército tiene poco más de la mitad de personal del que tenía en el año 1984. Hoy son 15 mil los efectivos con los que cuenta, entre oficiales y personal subalterno. Este número se debe a recortes que han tenido los distintos gobiernos respecto a esta fuerza, según alegó.
Por otro lado, dijo que según las encuestas, la sociedad tiene una buena imagen de las Fuerzas Armadas, y que esta idea se refuerza con los diversos apoyos que brindan los militares en períodos de vulnerabilidad, como las inundaciones que sufre el país o el tornado de Dolores.
“Se ve una gran empatía en las situaciones donde el Ejército va a dar una mano solidaria, como un plato de comida caliente, armar una carpa o ayudar a evacuar los muebles de una casa. En esos momentos vemos una gran receptividad”, mencionó.
“Los prejuicios”
Por su parte, el senador nacionalista Javier García, en diálogo con CRÓNICAS, opinó que la idea de las Fuerzas Armadas “es excelente y bienvenida”, sobre todo, en un país donde “el problema más grande es la crisis del sistema educativo”. En esta línea, expresó que “hay una cantidad de ejemplos donde participa el Ejército, vinculados a tareas que, a priori, deberían hacer otros organismos del Estado, como la rehabilitación”.
Además, opinó que “no se puede estar en un país donde se reconocen los problemas graves de la educación y que, cuando hay una institución dispuesta a dar una mano, se la critica”.
En este sentido, comentó que los prejuicios que hay respecto a las Fuerzas Armadas, vienen de “algunos sectores del ámbito político que todavía no pudieron superar los enfrentamientos del pasado”. Por el contrario, dijo que la “inmensa mayoría” de las personas tienen una excelente opinión y una muy buena relación con los militares.
Igualmente, resaltó que el 50% de los militares se encuentra en situación de pobreza, por lo que “conoce muy bien lo que es no poder acceder al sistema educativo, porque lo viven sus hijos”. De esta forma, aseveró que el nivel de pobreza en el Ejército es cinco veces más que el nivel general de Uruguay. “La institución reconoce este problema y sabe que justamente es ahí donde es necesario focalizar las políticas educativas y empezar dando el ejemplo”, reflexionó.