La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) anunció que concretará las advertencias respecto a las medidas sindicales, hará paros y ralentizará las exportaciones del sector. Por su parte, Ariel Londinski, secretario ejecutivo de la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU), en diálogo con CRÓNICAS, afirmó que la industria solo pide paz, y que trabajar hoy en la industria láctea es un privilegio no reconocido por los trabajadores.
Las medidas tomadas por la FTIL constan de un paro de dos horas por turno durante la jornada de hoy viernes y a esto se le suma un enlentecimiento de tránsito y entrega de información en las puertas de las plantas industriales. Asimismo, durante la semana del 20 al 25 de junio realizará un paro de jornada completa por trabajador y en la segunda quincena de este mes “se comenzará a tomar acciones de enlentecimiento de las exportaciones lácteas”, consignó la FTIL en un comunicado.
La 9ª ronda de convenios de salarios para la industria láctea iniciaba el 1º de enero de 2022, pero habitualmente en enero se otorgan las licencias y en febrero comienzan las negociaciones con los agremiados.
A fines de octubre, la cámara atendió el reclamo relacionado a la recuperación salarial de los trabajadores y adelantaron un 2% de aumento en diciembre. «Esto, como muestra de buena voluntad para alcanzar un acuerdo, pero no ha sido valorado por los trabajadores», enfatizó Londinski.
Al mismo tiempo, reflejó su malestar por entender que los trabajadores incumplen la cláusula de paz de la 8va. ronda de negociaciones.
En esa línea, el secretario resaltó que el sector lácteo lleva siete años de crisis y busca salir del mal momento. A pesar de esto, aseveró que el nivel de remuneración de los trabajadores es de los más altos, las condiciones de trabajo son de las mejores, y en la industria láctea prácticamente no hay rotación de funcionarios. «No se van porque encuentran muy buena remuneración y condiciones de trabajo. Es un privilegio trabajar en la industria láctea y no sé si eso es reconocido por los trabajadores», esgrimió.
«La única contraparte que la industria pide es paz… Paz para trabajar y poder desarrollar el sector lácteo y crecer en conjunto», añadió.
Las anteriores medidas tomadas por la federación se vinculan al trabajo a reglamento en todas las plantas, lo que implica que no se llevaron a cabo horas extras, cambios de turno o tareas especiales.
“Es una distorsión total del trabajo en una planta, y llama la atención que estando abierta la negociación, es decir, los consejos de salarios, los trabajadores inicien con medidas de fuerza, siendo que hay abierta una instancia, lo cual ejerce una presión al ámbito de negociación que no corresponde”, expresó Londinski.
La propuesta elaborada e incentivada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) no ha conformado a ninguna de las dos partes involucradas, pero desde la industria se la acepta en aras de lograr la paz sindical, lograr un acuerdo y cerrar el tema, explicó el entrevistado.
Esa propuesta incluye una erogación que según entiende el secretario es sumamente grande por parte de la industria en un corto tiempo y con condiciones muy favorables para los trabajadores.
«Ellos no aceptan especialmente la cláusula de paz, y para nosotros es un tema innegociable», indicó Londinski.
Si llegan a un acuerdo en los temas salariales la cámara espera que en los próximos cuatro años de convenio no haya nuevas reivindicaciones salariales.
«Para eso firmamos un acuerdo de pauta salarial, no sería de recibo reivindicaciones durante el periodo acordado», resaltó el ejecutivo.
Londinski aseguró que desde la cámara cedieron y se acercaron a lo que plantean los trabajadores: recuperación salarial por perdida en el periodo puente y en dos años, aseguramiento de la inflación en cuatro años, partida especial de $2.000 por trabajador por mes en el último año del convenio, que está relacionado al crecimiento de la industria en caso que supere el 2% -los litros de leche vinculado a horas trabajadas-.