El estudio de los precios de los alimentos que realiza la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por su siglas en inglés), registró un promedio cercano a los 172 puntos en diciembre de 2016, lo que marca que se mantuvo estable en relación al índice del mes anterior, con aumentos considerables de los precios de los aceites de origen vegetal y los productos lácteos que compensaron la caída de las cotizaciones del azúcar y las carnes.
A su vez, el año pasado, en su conjunto, el índice se situó en promedio de 161,6 puntos, 1,5% menos que en 2015 lo que representa el quinto descenso anual consecutivo. Los responsables de esta caída fueron los cereales, las carnes y los lácteos, mientras que los aceites de origen vegetal y el azúcar se incrementaron de manera significativa.
La carne mostró una clara tendencia a la baja de sus precios durante el año pasado de acuerdo a los datos de la FAO. El índice de precios de la proteína animal se situó en un promedio de 161,5 puntos en diciembre, 1,1% por debajo del valor revisado el mes anterior. Si bien en el transcurso del año los precios fueron de menos a más, en todo el conjunto de las carnes, pese a esto, el valor promedio del índice en 2016 fue 7% inferior al de 2015. A su vez, las principales caídas se originaron en las carnes vacunas y aves de corral.
Para los cereales la FAO registró un promedio de 142,1 puntos en diciembre, 0,5% más que en noviembre y, en líneas generales, estable desde setiembre. Los precios internacionales del arroz subieron ligeramente, debido a las medidas oficiales adoptadas por Tailandia para respaldar los valores locales, así como a la gran demanda de suministros de Pakistán. Si bien en diciembre también se reforzaron las cotizaciones del maíz, principalmente a consecuencia de la inquietud suscitada por las condiciones meteorológicas y la fuerte demanda, los valores del trigo se debilitaron como resultado del aumento en las estimaciones de la producción de Canadá, Australia y la Federación de Rusia, así como de las buenas perspectivas de las cosechas en Argentina. En el año el índice de precios de los cereales se situó cercano a los 147 puntos, 9,6% menos que en 2015 y 39% por debajo de los valores registrados en los cinco años precedentes.
El índice de precios de los lácteos de la FAO registró en diciembre un promedio de 192,6 puntos, marcando un repunte de 3,3% respecto a noviembre. Se registraron subas moderadas de los precios de la manteca, el queso y la leche entera en polvo, mientras que las cotizaciones de la leche descremada en polvo se mantuvieron estables. La limitada producción de leche en Oceanía y la Unión Europea y la demanda local e internacional continuaron sosteniendo el mercado. Si bien en 2016 el promedio del índice fue 4% inferior al año anterior, los precios internacionales de los productos lácteos mostraron una considerable recuperación a partir de mitad año, siendo la manteca y la leche entera en polvo los productos que registraron los mayores aumentos.
El índice de precios de la azúcar de la FAO se situó en diciembre en un promedio de 262,6 puntos, 8,6% menos que en noviembre. La brusca caída de los precios internacionales del azúcar se debió en forma prioritaria al continuo debilitamiento de la moneda de Brasil frente al dólar estadounidense, lo que impulsó las exportaciones de este país, el mayor productor y exportador a nivel mundial del producto. Los informes sobre una producción de azúcar mayor de lo previsto en 2016/17 (se habla de 18% más que la zafra anterior), en el centro sur de Brasil, la principal región productora del país, contribuyeron a la baja de precios. Sin embargo, el fuerte incremento que registró el índice de FAO se debió a la mayor escasez de suministros en Brasil, India y Tailandia.
Lluvias
Las precipitaciones que cayeron en el último fin de semana, dieron un importante respaldo a los cultivos de soja y de maíces. El maíz de primera está en la etapa de llenado del grano, en tanto para la soja, si bien falta mucho para completar el desarrollo del cultivo de primera, su estado actual es muy bueno pero necesitarán más lluvias, ya que se está cerca del período de floración, sin lugar a dudas, el momento más crítico de este cultivo.
Los cultivos de soja de segunda se encuentran un poco atrasados porque en su implante tuvieron falta de agua, algo que podría revertirse con futuras precipitaciones.