Tras el cierre de la cosecha, CRÓNICAS dialogó con la gerente general de la Asociación de Cultivadores de Arroz, la economista María Noel Sanguinetti. La situación financiera del sector, los incentivos que recibieron desde presidencia y el impacto del año electoral en el rubro, fueron algunos de los temas a los que se refirió.
Por Romina Peraza | @romiperaza
En mayo pasado, la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) se reunió con el presidente Tabaré Vázquez, para conversar y pedir ayuda ante la difícil situación que atraviesa el sector. La respuesta llegó semanas después.
En ese entonces, el mandatario informó acerca de la continuidad del descuento en la energía eléctrica a nivel industrial a lo largo de todo este año, y la devolución del IVA en el gasoil para los productores que tributan por Imeba, entre otros.
En diálogo con CRÓNICAS, la economista María Noel Sanguinetti, gerente general de ACA, expresó que el conjunto de medidas reclamadas fueron en pos de “ganar competitividad pero, sobre todo, para permitir planificar una próxima siembra”.
Además, señaló que la situación es “muy crítica” y que tienen “fuertes dificultades” a nivel financiero.
Entre los pedidos que ACA le hizo a Vázquez se destacó la restructuración de deudas. Desde la gremial se pidió puntualmente que no fueran tratadas únicamente las del Banco República.
“Se pidió seguir permitiendo la suba del tipo de cambio y no generar intervenciones que lo puedan distorsionar”, expresó. Según indicó, esto hace que el sector exportador gane competitividad.
Asimismo, se le solicitó al gobierno la ayuda en algunas negociaciones internacionales referentes a mercados más proteccionistas. En este sentido, Vázquez se comprometió a seguir intentando concretar acuerdos comerciales con el mundo.
En esa misma línea, indicó que falta competitividad y aseguró que si bien se obtienen buenos rendimientos a nivel productivo, los costos de producción hacen que la ecuación financiera no cierre.
Para Sanguinetti, el gobierno es conocedor de la realidad del sector, pero las medidas que implementa no están a la altura de los problemas que presenta el rubro.
“La economía uruguaya no se puede dar el lujo de perder el arroz por el impacto que tiene en muchas áreas de la economía y en lo social”, comentó.
Consultada acerca de cómo incide el año electoral en el sector, la economista expresó: “Parecería que es un año medio difícil para algunas cosas”.
“No creo que sea el mejor escenario. Pero en la situación que estamos ojalá que sea un incentivo- el año electoral- para preocuparse; por algunos problemas que tienen sectores de suma relevancia para el país, como es el arroz y la lechería. Si bien hay otros rubros que han crecido, sería impensable el Uruguay sin sectores agropecuarios”, puntualizó.