Con menos precipitaciones de las esperadas para la época, el panorama para el agro se fue complicando, lo que obligó al gobierno a decretar la emergencia agropecuaria en varias zonas del país. No obstante, hubo una gran cosecha de los cultivos de invierno. Las carencias más grandes la sufren los ganados en todas las categorías.
El informe elaborado por los técnicos del Plan Agropecuario explica que, durante el período comprendido entre el 15 de octubre y el 15 de diciembre de 2020, se registraron precipitaciones inferiores a lo esperado para la época. Hasta la mitad de noviembre la temperatura fue baja, luego fue aumentando, lo que, sumado a días soleados y viento, favoreció la evapotranspiración de agua en el suelo y las aguadas. Esta situación fue generalizada a excepción de algunos departamentos del norte del país.
Las aguadas naturales y artificiales (tajamares) mejoraron la disponibilidad de agua para abrevaderos, fundamentalmente en los departamentos del norte del país. Al sur, y principalmente en el este, existen problemas de disponibilidad de agua en tajamares pequeños y cursos de agua.
Como consecuencia de las condiciones que se arrastran del verano y otoño, la falta de lluvias y temperaturas, el crecimiento de las pasturas naturales no ha sido el esperado para la primavera, época donde se espera acumular forraje. El crecimiento fue inferior al promedio histórico en todo el país, no permitiendo acumular forraje para el verano.
El color del tapiz en las zonas más duras es amarronado y lo único que está reverdecido son las zonas bajas de los bañados o zonas donde se encuentran vertientes, o en departamentos del norte.
Los mejoramientos de campos, debido a las condiciones climáticas, no han tenido su mejor respuesta, y los crecimientos fueron bajos. El aporte de las praderas ya instaladas, en general fue bueno, exceptuando la zona este.
Comparado con el resto de las pasturas, los verdeos de invierno han tenido mejor respuesta; los de verano, sin embargo, se han atrasado debido a la falta de agua.
El estado del rodeo de cría en general es regular y de acuerdo a las observaciones a nivel de campo las condiciones corporales de los vientres son menores de 4,0%. Esta situación es consecuente con la encuesta de diciembre realizada en el marco del Registro de Información Nacional Ganadera, teniendo como resultado que el 84% de los productores tienen el rodeo de cría en condiciones corporales por debajo de 4,0% y el 12% por debajo de 3,5%.
Esta situación, que es bastante generalizada, dificulta que se logren buenos resultados de preñez en este entore si no se toman medidas de manejo tendientes a mejorar el estado nutricional de los vientres y disminuir sus requerimientos para que celen.
Respecto a las categorías de recría, hay diferentes situaciones. En predios que fueron suplementadas tienen buen estado, fundamentalmente en el norte donde llegan a la inseminación en buenas condiciones. En el este la situación en general es diferente: las vaquillonas llegan a la inseminación o entore con bajos pesos y poco desarrollo.
En el este, durante el período que abarca el informe, hasta la mitad de noviembre el clima tuvo temperaturas bajas y desde esa fecha hasta la mitad de diciembre se fue incrementando la temperatura, etapa en que durante el día el sol era intenso, mucho viento y las noches frescas. Estas condiciones hicieron que se viera favorecida la evaporación del agua del suelo y de las aguadas. Las precipitaciones fueron muy escasas, en algunas zonas casi inexistentes, y resultaron desparejas en las diferentes zonas de la región este.
Los entores en vaquillonas comenzaron antes que en años anteriores (10-15 días previos) con el objetivo de aprovechar los celos tempranos. Respecto al ganado parido la situación en muchos casos es muy compleja. Los rodeos en general están con menos condición corporal que años anteriores en la misma fecha (en muchos predios con 1,0% y más). En la actualidad se ven rodeos muy sentidos.