Durante el período comprendido entre el 15 de febrero y el 15 de abril, la situación climática se caracterizó por la ocurrencia de lluvias poco frecuentes y cuando las hubo, fueron dispares según las zonas.
En el centro sur y en el este del país, la situación fue complicada debido a la falta de precipitaciones hasta mediados de marzo y las altas temperaturas, lo que tuvo como consecuencia un marcado déficit hídrico y forrajero. Luego ocurrieron algunas lluvias que aliviaron los efectos de la sequía. La situación crítica determinó que el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, declarará la Emergencia Agropecuaria en varias seccionales de esas zonas. En general los registros de precipitaciones fueron inferiores que el promedio histórico en general, pero superiores en la zona litoral norte, de acuerdo al informe de los técnicos del Instituto del Plan Agropecuario.
Los niveles de las aguadas naturales y artificiales estuvieron determinados por las precipitaciones, por lo tanto, hay escasez de agua para abrevadero del ganado inclusive hoy, en la zona este. Luego de las lluvias de mitad de marzo, en la zona centro sur, las aguadas han ido mejorando sus niveles, los que eran muy bajos. En el resto del país se observa una disminución en los niveles de las aguadas artificiales y naturales según la zona, ya que en el noreste las lluvias han sido dispares entre seccionales policiales de Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo.
La disponibilidad y calidad de las pasturas naturales se corresponden con la variabilidad de las precipitaciones, no habiendo disponibilidad en las zonas donde las precipitaciones fueron bajas. Con las precipitaciones de abril, las pasturas reverdecieron pero no acumularon forraje, a excepción de la región litoral norte donde el crecimiento de las pasturas fue alto, aunque no ocurrió lo mismo al este de Artigas donde hubo falta de forraje en varios predios.
Los mejoramientos y praderas ofrecieron forraje de acuerdo al régimen de precipitaciones, no hubo grandes aportes en las zonas afectadas, aunque tuvieron una buena performance en el litoral norte del país.
La condición corporal de los rodeos estuvo determinada por el pasto disponible y éste por las precipitaciones. En consecuencia, en las zonas donde faltó forraje a causa de déficit hídrico se denota la diferencia en la condición corporal respecto a aquellas zonas donde el agua no ha sido escasa. En la zona este y centro sur, los animales tenían buen estado hasta marzo, disminuyendo sensiblemente, en particular en el caso de las vacas de cría, razón por la cual muchos productores decidieron destetar para mejorar su condición corporal.
Los primeros resultados de ecografías marcan resultados bien dispares, asociados los mismos al régimen hídrico de cada predio. Pero en general, son menores a los resultados del año pasado, los que habían sido buenos.
Respecto a la sanidad, las condiciones ambientales del periodo, han sido poco favorables para el desarrollo de parasitosis, ya que disminuyen las formas infectantes en las pasturas. El control de garrapatas también se vio favorecido, pero en zonas con este parasito, se han registrado muertes por tristeza.
Al inicio del periodo, las altas temperaturas acompañadas de altos porcentajes de humedad, han provocado algunos episodios de alerta por estrés térmico en los vacunos.