De los datos obtenidos surge que para este ejercicio, el Producto Bruto en las empresas con ciclo completo del Norte y Litoral Norte, desciende 7%, ubicándose en 146 dólares por hectárea. En la composición del Producto Bruto continúan teniendo un peso muy importante los vacunos, en el orden del 80%.
Se llevó a cabo una nueva jornada para la presentación de los resultados de las llamadas “carpetas verdes” que monitorean los técnicos del Instituto Plan Agropecuario (IPA), a cargo del ingeniero agrónomo Carlos Molina. En la oportunidad se realizó un análisis de empresas con ciclo completo y criadoras, distinguiendo empresas que se ubican al Norte y Sur del Río Negro, zonas que han sido muy influenciadas por el comportamiento del clima.
El técnico recordó que “la información es generada en el Programa de Monitoreo de Empresas Ganaderas, a través del cual, el IPA releva información de un conjunto de predios, que sus titulares comparten voluntariamente”. Agregó que “estamos convencidos que es relevante esta información para los productores ganaderos que participan en el Programa. El hecho de contar con información propia, objetiva y confiable, con la mirada puesta en lograr un mejor control de sus empresas y tomar decisiones más y mejor informados contribuye con el aumento de la competitividad de las mismas”.
En cuanto a los resultados de las empresas ganaderas, Molina señaló que “es sabido que en el ejercicio pasado (2014-2015) ocurrió un evento climático adverso en el país -déficit hídrico -sequía-. Esto afectó de manera muy diferente las distintas zonas ganaderas. Debido a esto, desde ese ejercicio hemos separado las empresas para el análisis de acuerdo a su ubicación y por tanto al grado de afectación de las mismas por el mencionado evento. En este ejercicio 2015-2016, aunque sin la gravedad de lo ocurrido en el ejercicio pasado, el clima afectó nuevamente la producción ganadera”.
Puntualizó que en las empresas con ciclo completo en el Norte y en el Litoral Norte, “para tener una aproximación al tamaño de las empresas, la superficie promedio de éstas es de 1.170 hectáreas, con un Índice Coneat promedio de 78”. El área con mejoramientos forrajeros no presenta cambios con respecto al ejercicio anterior. “El área ocupada es del 6,5% de la superficie total”.
Sostuvo que “la asignación de recursos forrajeros (dotación) medida en UG/, presenta cambios respecto al ejercicio pasado. La dotación vacuna crece 1%, alcanzando valores de 0,64 UG/ha, mientras que la ovina se reduce nuevamente 12% y se ubica en 0,07 UG/ha”.
Para este ejercicio los niveles de extracción crecen respecto al ejercicio pasado. El crecimiento respecto al ejercicio anterior es de 3%, situándose en 36%. Por su parte la tasa de marcación vacuna luego de la reducción sufrida, crece 1% en esta oportunidad, alcanzando muy buenos valores de 82%. “Es de destacar que estos predios venían mostrando crecimiento en los niveles de marcación de manera ininterrumpida desde el ejercicio pos-sequía 2008/09, con excepción del ejercicio 2014/15 únicamente”.
Por su parte la productividad vacuna, medida en kilos de carne producida por hectárea se ubica en 92 kg/ha, mostrando un crecimiento de 8% respecto al ejercicio pasado. La producción medida a través de la carne equivalente alcanza los 110 kilos por hectárea.
Molina dijo que “por tercer año consecutivo, y luego de 11 años de crecimiento (interrumpido solo en 2008/09), los precios recibidos por los vacunos descienden nuevamente. Los precios registran una caída del orden del 9% respecto al precio promedio recibido en el 2014-2015”.
Añadió que “los precios recibidos por los productores por los lanares también descienden, lo hacen 11% respecto al ejercicio anterior. Por su parte, el precio de la lana tiene comportamiento diferente de acuerdo a su finura, mientras que las lanas más gruesas crecen 5%, las de menor finura lo hacen 2% respecto al 2014/15”.
Molina sostuvo que “para este ejercicio, el Producto Bruto desciende 7%, ubicándose en 146 US$/ha. En la composición del Producto Bruto continúan teniendo un peso muy importante los vacunos, en el orden del 80% del Producto Bruto total”.
Acotó que “cabe mencionar que la actividad agrícola en estos predios prácticamente ha desaparecido este ejercicio. El descenso del Producto Bruto encuentra explicación por una parte en la caída del precio de los vacunos, a pesar de la mejoría en los kilos producidos y por otra en la reducción de productividad ovina -menos carne y lana- combinada con la caída del precio de los lanares, a pesar de la leve mejoría verificado por el precio de la lana”.
Nuevamente en este ejercicio, los costos vuelven a reducirse. Luego de la reducción del ejercicio pasado de 8%, en éste el descenso es de 2,5%. El costo de producción alcanza los 77 dólares por hectárea (sin incluir pagos por arrendamientos e intereses de deuda).
El ingreso de Capital (Producto Bruto – costos económicos de producción), se reduce respecto al ejercicio pasado, alcanzando valores de US$ 69 por ha. En tanto el ingreso neto (Ingreso de capital – pago por arrendamientos – pago por intereses), que difiere del ingreso de capital en que se consideran dentro de los costos los pagos por arrendamientos y por intereses de deuda (lógicamente en caso que existan realmente), se reduce respecto al ejercicio pasado 17%, llegando a valores de 43 dólares por hectárea.
Este-noreste centro
Respecto a las zonas este-noreste y centro, el técnico del IPA comentó que “la superficie promedio de estas empresas es de 953 hectáreas, con un Índice Coneat de 90. Estas dos variables estructurales no presentan cambios sustanciales respecto a los ejercicios anteriores”.
“El área con mejoramientos forrajeros en este ejercicio permanece sin cambios, llegando a valores de 21% respecto a la superficie total”, dijo.
Indicó que “por el lado de la dotación, la misma se reduce nuevamente. La reducción en este ejercicio es de 1%, llegando a valores de 0,84 UG/ha. Los vacunos se reducen 1,5%, llegando a valores de 0,75 UG/ha, mientras que los lanares se reducen 3,5%, alcanzando valores de 0,056 UG/ha”.
Por su parte la productividad vacuna, medida en kilos de carne producida por hectárea se ubica en 92 UG/ha, mostrando nuevamente una reducción del 3%. Mientras que la carne ovina también se reduce 42%, llegando a 3,3 kilos/ha; la lana también se reduce 7%. “La producción medida a través de la carne equivalente alcanza los 98,5 kilos por hectárea, valor 5% inferior al ejercicio anterior. Parece claro que el evento climático adverso ocurrido en 2014/15, continuó impactando negativamente a estas empresas”.
Destacó que “al igual que para los productores del Norte y Litoral Norte, por tercer año consecutivo, los precios recibidos por los vacunos descienden nuevamente. Los precios registran una caída del orden del 2% respecto al precio promedio recibido en el 2014/15. El precio de la carne ovina permanece sin cambios; mientras que la lana crece 9% en su precio de venta (tipo Corriedale)”.
Explicó que “el Producto Bruto de estos predios sufre una reducción, explicada fundamentalmente por la caída en la productividad y en los precios de los vacunos; aunque el rubro ovino también contribuye en el descenso del producto, debido a la caída de la productividad. La reducción es de 8% respecto al ejercicio pasado. El rubro vacuno en estos predios es el 86% del producto total. El Producto Bruto alcanza los 142 dólares por hectárea”.
Finalizó diciendo que “el resultado final medido a través del ingreso de capital se reduce 12% respecto a 2014/15, alcanzando los 44 dólares por hectárea. Mientras que para los arrendatarios, medido el resultado a través del ingreso neto, la reducción alcanza al 19%, logrando 17 dólares por hectárea. A la luz de estos resultados, aparece claramente que los efectos del evento climático adverso del ejercicio 2014/15, sumado al menor crecimiento de pasturas registrado en 2015/16 en esta zona del país, sin olvidar la caída de precios vacunos, afectaron nuevamente a estas empresas”.