En un contexto de precios internacionales que tiende a la baja y con un 2023 que las exportaciones del producto se vieron afectadas por la sequía y los impactos que tuvo en este segmento de la economía, el sector agropecuario aspira a producir nuevamente tres millones de toneladas de soja en 2024.
Este segmento de la economía aspira a llegar a esta cifra en una actualidad donde se prevé entre 10% y 15% de aumento de la producción, si se compara con la anterior zafra, donde fueron sembradas 1,23 millones de hectáreas, según información de Urupov. En el sector se espera que la superficie de la oleaginosa alcance los 1,25 millones.
Consultado por la Revista Verde, Nicolás Naredo, asesor del departamento de Durazno, declaró que la soja sembrada sobre colzas primaverales son los cultivos que han mostrado mayor desempeño.
Al mismo medio, el gerente de producción agrícola de ADP, Diego Guigou, confesó que el atraso en la siembra provoca una disminución en el potencial y el rendimiento, y es debido a esto que se apunta a una mejora en la productividad.
Guigou sostuvo que, si bien una parte importante del área de la soja tuvo demoras en su siembra, las previsiones de las precipitaciones “alientan a tener una buena productividad”, que será la que deberá pagar la baja de precios de los granos, que es “preocupante”.
Por su parte, el precio de la soja a pesar de acumular algunas semanas en retroceso, registró esta semana una recuperación del 0,28% hasta alcanzar los 449,10 dólares por tonelada, según cifras del mercado de Chicago.
A pesar de ello, el precio de la oleaginosa alcanzó el mínimo de estos dos años y los especialistas consideran que el aumento de las lluvias que impactaron positivamente en el rendimiento de las cosechas, junto con la incertidumbre sobre las importaciones de China, presionan los precios.