Durante el mes de noviembre, una delegación de 26 productores y técnicos realizaron una gira técnica por Australia y Nueva Zelanda en el marco del Centro Tecnológico Ovino (CTO) de Central Lanera Uruguaya (CLU), con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación. Participó el Cónsul honorario en Nueva Zelanda.
El informe brindado por la Central establece que visitaron Nueva Gales del Sur y Victoria en Australia, así como las islas sur y norte de Nueva Zelanda. En cada destino hubo visitas a productores de diversas razas y sistemas de producción, así como intercambio con técnicos y consultores de primer nivel.
Los objetivos de la gira consistieron en posibilitar a productores y técnicos vinculados al CTO, conocer de primera mano la realidad productiva de los líderes mundiales en producción ovina. Tomar contacto con los sistemas de producción intensivos modernos que los productores de ovinos de Oceanía llevan adelante.
Adquirir conocimientos técnicos y prácticos que puedan ser una base para implementar cambios en los sistemas de producción en Uruguay.
Conocer las nuevas tecnologías y procesos que aplican los productores. Observar las razas utilizadas así como los sistemas de cruzamientos que utilizan y conocer las tendencias de la oferta y la demanda de los principales rubros exportables: carne y lana.
Los protagonistas citaron las principales diferencias observadas entre Australia y Nueva Zelanda con respecto a Uruguay. Entre ellos mencionaron que los sistemas productivos tienen un mayor énfasis en la producción ovina intensiva (alta carga por hectárea), y los vacunos como rubro complementario (alta relación ovino/vacuno).
Los campos poseen una gran infraestructura de trabajo, con equipos de última generación para el manejo de ovinos. Cuentan con todo tipo de implementos mecanizados y automatizados para el manejo en bretes y portátiles, independientemente de la cantidad de ovinos que posean.
En Nueva Zelanda la base forrajera es un gran diferencial, posibilitando un manejo muy intensivo de los ovinos. En Australia si bien la situación es diferente, y en muchos casos similar a la de Uruguay, se pudo observar un manejo muy eficiente de los recursos forrajeros.
En los sistemas de producción recorridos en ambos países, se pudo constatar (independientemente de las razas), que a mayores pesos de las ovejas (+ 65 kilos) y corderas (+ 40 kilos) encarneradas, aumenta consistentemente el resultados de procreos, partos múltiples, y extracción de corderos al destete, llegando en muchos casos a 150%.
El manejo de la ecografía es utilizado por todos los productores visitados, permitiéndoles una adecuada separación de lotes por carga fetal, asignando diferencialmente el forraje según los requerimientos.
Principalmente en Nueva Zelanda pero también en parte de Australia, el 50% de los corderos son embarcados como pesados al destete en diciembre, mientras que el restante 50% se embarcan como pesados entre enero y abril.
El alto nivel de empotreramiento (potreros de 5 a 20 hectáreas) les permite un manejo muy ajustado de las pasturas y ovinos, posibilitando un adecuado manejo productivo, reproductivo, y sanitario, controlando las variables productivas. El pastoreo rotativo se constituye entonces en la base de los sistemas de producción.
Monitorean permanentemente las ganancias diarias, realizando pesadas sistemáticas de animales, como forma de medir y proyectar los resultados, así como manejar las diferentes categorías de acuerdo al objetivo de producción.
Se constató un gran conocimiento práctico por parte de los productores en el manejo de los potreros de acuerdo a la disponibilidad de materia seca producida.
El uso de perros de trabajo, en muchos casos con hasta 6 animales entrenados por operario, demuestran una cultura de trabajo basada en la eficiencia en el uso de los recursos humanos. En la misma línea se observa el uso de motos y cuatriciclos como herramienta fundamental de trabajo (ya hace dos generaciones que no utilizan caballos), entre algunas de las consideraciones.