Soja: una zafra heterogénea con buenos precios y malos rendimientos

Hay > más de un millón de hectáreas plantadas

En entrevista con CRÓNICAS, el gerente agropecuario de Casarone Agroindustrial SA, Daniel Gonnet, explicó la situación actual del cultivo y realizó un balance acerca de los buenos precios. 

Desde hace algunos años la soja se ha vuelto protagonista de los campos uruguayos: hay más de un millón de hectáreas plantadas del cultivo en diversas áreas del país. 

La zafra actual está mostrando un diferencial con las anteriores, y es que tiene mejores precios, pero peores rendimientos. 

Esta zafra tiene resultados heterogéneos, porque en momentos definitorios para el rendimiento- enero y febrero-, cuando se está formando el grano, en el Litoral del país hubo déficit hídrico y en la zona Este, por el contrario, hubo exceso hídrico. Esto provocó que los rendimientos se vieran afectados.

En diálogo con CRÓNICAS, el gerente agropecuario de Casarone Agroindustrial SA, Daniel Gonnet, explicó que actualmente el avance de la cosecha en el Este es de un 70%, mientras que en el Litoral es de un 40%. Agregó que los rendimientos en las zonas arroceras andan en el orden de los 1.800 kilos el promedio. 

Los precios

Durante la zafra pasada los precios llegaron a superar los US$ 600 la tonelada, lo que representó un récord porque a estos números no se llegaba desde 2006. 

Si bien no se ha superado esa cifra, los precios en esta zafra no son malos: el pasado miércoles el precio de la soja en Chicago alcanzó los US$ 585 la tonelada. 

“Son precios muy buenos en términos históricos y están explicados, principalmente, por la demanda de China. Eso para los productores es una muy buena noticia”, señaló Gonnet. 

Asimismo, indicó que en la agricultura siempre los resultados son variables, y se viene de años en que los precios eran relativamente bajos y donde, además, existían algunos problemas de rendimientos. 

“Estos datos puntuales son muy buenos en el año, pero sirven para recomponer situaciones complicadas que vienen de años anteriores”, reflexionó.

Acerca de la evolución en los precios, Gonnet explicó que de todos los informes de los analistas se desprende que hay fundamentos importantes para que los precios se mantengan en los valores actuales.

Sin embargo, indicó que hay volatilidad porque los precios de los alimentos están muy supeditados a la evolución de la economía y la misma está sujeta a la evolución de la pandemia, entonces se ha generado incertidumbre precisamente en los precios. 

“Estamos inmersos en una situación inédita en la historia de la humanidad porque tenemos un problema sanitario que afecta la oferta y la demanda, entonces cómo evolucionan esas variables va a ser determinante para ver qué va a pasar con los precios”, advirtió.

En lo que sí hay certezas es que China demanda alimentos. De hecho, el país asiático es el principal socio de Uruguay también en la soja, además de la carne. 


Más allá de los precios

Para Gonnet, hay que ir más allá de los precios de una producción en particular, y ver todo lo que le ha pasado a los productores agrícolas. 

“Tenemos que apostar al sistema por razones productivas y económicas; no hay un cultivo que por sí solo pueda tener sustentabilidad agronómica y económica en el tiempo. Nuestra apuesta, creo, debe de ser a los sistemas diversificados y complementarios”

En ese sentido, explicó que en el Este del país la soja tiene un lugar muy importante en la rotación de cultivos con el arroz y la ganadería.


El boom de la soja

Durante la década de 2005 a 2015 hubo un “boom” de precios y productos agrícolas, que coincidió con algunos problemas políticos con Argentina, que hizo que en ese momento se diera una migración muy importante de productores argentinos hacia Uruguay, explicó Gonnet. 

En esos años, que estuvieron marcados por los grandes grupos de siembra, se acumuló stock del producto. 

Luego vino una etapa de baja de precios y esos grupos grandes de siembras se retiraron y quedaron mayoritariamente productores uruguayos. A partir de este año puede haber un nuevo impulso por los precios y por la demanda intensa, con una estructura más sustentada por los productores locales, explicó el experto.