El volumen de faena alcanzó valores similares al 2010 ante una oferta que necesita colocación urgente

La necesidad de extraer los ganados de los campos por parte de los productores por diferentes razones, hace que la industria frigorífica se ubique en una posición dominante. Esto se traduce en una caída de los valores de las distintas categorías en forma semanal, algo que tiene realmente preocupada a la oferta.

Las preocupaciones se acumulan en los productores. Es sabido que con la primavera los campos incrementan la producción de pasto lo que se traduce en un engorde generalizado de todas las categorías, en especial las destinadas a faena. Los ganaderos ofrecen los animales que están prontos pero esa presión permite que la industria baje los valores semana tras semana y el ingreso de animales a las plantas se prolonguen en el tiempo.

La cantidad de ganado faenado se incrementa todas las semanas haciendo trabajar a pleno a las distintas plantas, es así que la cifra lograda la semana pasada se ubicó en valores similares a los logrados en el año 2010.

A esta situación se suma la necesidad de hacerse de caja por parte de los productores a los efectos de afrontar los compromisos de esta época del año, y por si fuera poco, el clima tampoco se presenta favorable. La menor cantidad de precipitaciones comienza a notarse junto al pronóstico de la presencia del fenómeno de  “La Niña”, hasta por lo menos el otoño, aunque en forma débil.

La sobreoferta de ganado trae también que los frigoríficos estiren las entradas -por lo menos hasta fin de mes- con la consecuente caída de los valores.

La Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) fijó en la reunión de esta semana, en US$ 2,82 el kilo, en cuarta balanza para los novillos, aunque la mayoría de los negocios se concretan entre US$ 2,75 y US$ 2,80 el kilo, tomando en cuenta el flete, el volumen y la planta. Por su parte el precio de las vacas gordas para la ACG fue fijado en US$ 2,53 y el de la vaquillona en US$ 2,69; mientras que se conocieron negocios por vacas a US$ 2,50 el kilo, llegando a los 2,55 dólares por kilo por las vacas pesadas.

La situación es compleja para el invernador. Por lo tanto, a pesar que la reposición se encuentra demandada y con abundante oferta para la época, los valores se vienen adecuando a la realidad del gordo. La exportación continúa demandando terneros enteros, lo que sirve de soporte a los precios.

Por su parte los consignatarios de ganado redujeron 1,37% la referencia del precio de los terneros de hasta 140 kilos a US$ 2,16 por kilo; en menor medida también cayeron los valores de los terneros de 140 a 180 kilos a US$ 2,09 y los de más de 180 kilos bajaron a US$ 1,97 por kilo.

Ovinos

Al igual que lo que acontece con los vacunos, las plantas proponen un pago menor por las distintas categorías semana a semana.

La industria frigorífica presenta interés por adquirir corderos mamones, los que logran un precio de US$ 3,60 por kilo en cuarta balanza; en tanto por los corderos pesados se paga US$ 3,30, por las ovejas la cotización es de US$ 2,80 el kilo, los capones US$ 2,90 y los borregos se colocan a US$ 3,15 el kilo.

Cabe destacar que a pesar de haberse logrado un nuevo récord anual (más de 35 mil ovinos) en el volumen de animales faenados, a excepción del cordero mamón, se hace difícil la colocación en las distintas plantas del resto de las categorías.

La información de la ACG señala que el frigorífico con mayor actividad en ovinos fue el frigorífico San Jacinto (9.023 cabezas), seguido por Las Piedras (7.088 ovinos), y tercer lugar Chiadel con 4.078 lanares.

El precio acumulado de exportación de la carne ovina, hasta fines de noviembre de este año, llegó a US$ 3.400 la tonelada, un 10,5% menor en la comparación interanual que se ubicó en US$ 3.797 la tonelada.

En tanto el precio de exportación acumulada de carne ovina de enero a fines de noviembre llegó a US$ 4.188 por tonelada, lo que significó un 9,9% menos que en 2015.