La economía argentina creció en el segundo trimestre del año, y las expectativas son más optimistas respecto al año pasado. Sin embargo, un problema que debe enfrentar la actual administración es el avance de los precios.
Por Sofía Tuyaré (*)
El comportamiento de la economía de los principales vecinos para Uruguay siempre es información que interesa, debido al efecto que puede tener en nuestros mercados.
Desde el punto de vista del comercio de bienes, Argentina representa el sexto destino de las exportaciones uruguayas en lo que va del año, según datos de Uruguay XXI. En el acumulado enero-setiembre de 2017, las ventas de productos uruguayos a la vecina orilla alcanzaron los 311 millones de dólares, este registro fue 14% superior al alcanzado para el mismo período del año pasado. En términos relativos, la participación de Argentina como destino de los bienes nacionales es del 5%.
Para el caso de las importaciones, la relevancia del país vecino es mayor. El 14% de las compras de bienes del exterior son de origen argentino, en lo que va del año a setiembre. En el acumulado al noveno mes del corriente año, las importaciones provenientes de Argentina fueron de 778 millones de dólares, según el organismo, y se registró una leve caída de 1,6% respecto del mismo período de 2016.
Para el comercio de servicios, Argentina también juega un rol importante. El turismo se ve fuertemente influenciado por la venida de visitantes de nacionalidad argentina. Según datos del Ministerio de Turismo, en el primer semestre del año los argentinos lideraban el ranking de los principales turistas, superando más del millón de visitantes con esta nacionalidad.
Nivel de actividad
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec), el Producto Interno Bruto de Argentina creció en el segundo trimestre un 2,7% respecto al mismo trimestre del año anterior. Es la segunda suba consecutiva para esta medición, en el primer trimestre se incrementó levemente el PIB un 0,4%, luego de caer el año pasado. En el cuatro trimestre de 2016, el PIB del país vecino cayó 1,9%. El crecimiento en el primer semestre del año es una buena señal para la economía argentina.
En términos desestacionalizados, el PIB aumentó 0,7% en el período abril-junio de 2017 respecto al trimestre inmediatamente anterior. En el primer trimestre, el nivel de actividad creció 1,2% respecto al trimestre anterior.
La explicación del crecimiento en este segundo trimestre se debe a la demanda interna, empujada principalmente por la inversión, acompañado en menor medida por el incremento del consumo.
Inflación
Las buenas noticias que vienen por el lado del nivel de actividad no se replican en el escenario de los precios de la economía del vecino país. Continúa siendo una preocupación para los agentes el avance del nivel general de precios.
Según el Indec, en setiembre la inflación fue de 1,9%, y con esto se acumula un incremento de 17,6% en los primeros nueve meses del corriente año.
La inflación anual ronda los 24%, y aunque se estima que se desacelere, sigue siendo una tasa muy elevada. Según la expectativa de inflación del Banco Central de Argentina, el incremento de los precios para los próximos doce meses sería de 16,9%.
Expectativas
La inflación es un problema que persiste en la economía del vecino país, no logran alcanzar niveles de crecimiento bajos y eso preocupa a los agentes. Se prevé que el incremento de desacelere pero que continúe a tasas elevadas. Según la Encuesta de Expectativas de Inflación que elabora la Universidad Torcuato Di Tella, en setiembre la mediana de las respuestas sitúan a los precios en los próximos doce meses con un aumento del 20%.
Para el nivel de actividad las noticias son más alentadoras, en la última revisión de octubre del informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) denominado “Perspectivas de la Economía Mundial” pronostican que el vecino país crezca los próximos dos años. El organismo estima un incremento de 2,5% para este y el próximo año para el PIB de Argentina, según explica el informe, empujado por el aumento de los salarios reales que reactivaría el consumo, sumado a la mayor inversión, al incremento de obras públicas y al crecimiento en las exportaciones, en un contexto de mejoría del comercio internacional.
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group International
