La Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay realizó días pasados la presentación de una serie de propuestas para implementar en el corto plazo y en el próximo período de gobierno en una instancia en la que estuvieron presentes entre otras destacadas personalidades del ámbito, los pre candidatos a la presidencia de la República.
En el documento de marras se expresa la preocupación que existe ante lo que se considera el deterioro de la rentabilidad y viabilidad de prácticamente todos los sectores activos del país, pero, al decir del presidente de la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) Carlos Delfino, existen algunas medidas que no pueden esperar hasta el comienzo del próximo gobierno y que deberían tomarse en lo inmediato.
Las 13 medidas inmediatas
La referencia del entrevistado entonces fue para lo que debe ser el abatimiento del gasto público para reducir el déficit fiscal, alineamiento del tipo de cambio a sus fundamentos, de manera de reducir el atraso cambiario, la adopción de las recomendaciones de la OIT en las regulaciones laborales, el incremento del control del informalismo y el contrabando, particularmente en el interior y zonas fronterizas, flagelo que viene en crecimiento dado el encarecimiento relativo del Uruguay, la formación de un ámbito de discusión inter partidario, e incluyendo a la sociedad en su conjunto (academia, sindicatos, cámaras empresariales, etc.), sobre la reforma de la seguridad social y la adopción de modificaciones en la reglamentación de la Ley de Inversiones para promover la inversión, así como otros estímulos impositivos.
Proyección generalizada
Al reflexionar sobre este acontecimiento Delfino puntualizó que “la Confederación de Cámaras hizo un análisis de la economía que está generalizado en todo el ámbito nacional porque está integrado por 26 cámaras de diferentes tipos, entre las que a veces hay encontradas posiciones, pero que en este caso se está armando para dar una proyección de todo lo que está pasando, por lo que se llega a conclusiones que son las mismas para todas”.
“Son cosas que necesitamos que se resuelvan porque vemos que no hay competitividad en las empresas, perdiéndose rentabilidad a nivel nacional, afectando al ámbito comercial, el industrial, a los exportadores y otros. Por eso se hizo una cantidad de pedidos a los posibles candidatos de todos los partidos”, resaltando los puntos anteriormente mencionados sobre los que se espera la adopción de medidas que hasta el momento no se han dado.
Negociaciones colectivas
En lo que hace específicamente a las recomendaciones de la OIT y consultado Delfino al respecto, indicó que “en las negociaciones colectivas la institución establece que deben ser tripartitas para poner las bases y luego entre el empresario y el empleado se deben dirimir las diferencias, mientras que acá se hace todo tripartito”.
“Y el tema de la rigidez laboral, pasa precisamente por el hecho que no deja crecer a las pequeñas empresas con normas que si se hacen generales para todas las categorías, resultan negativa”.
“Además está la parte de la ocupación de empresas, el establecimiento de mecanismos de descuelgue cuando las empresas no funcionan, así como considerar explícitamente la realidad de las Mipymes en las negociaciones salariales, considerando las diferencias sustanciales con las grandes empresas”.
Balanza inclinada
En el punto surgió la reflexión de Delfino sobre la falta de ecuanimidad cuando los últimos pasos de la negociación cuentan con la participación del Estado. “Nosotros no queremos que el Estado sea partidario ni de las empresas ni de los trabajadores, y que las negociaciones sean entre las dos partes sin que la balanza se incline, como lo vemos siempre, que está volcada más para la parte sindical que para la empresarial”.
En cuanto al desarrollo del encuentro realizado, el entrevistado lo consideró que “simplemente fue la presentación de todas las medidas que reclamamos que están divididas en 13 partes como la de política macroeconómica, funcionamiento del estado, empresas públicas y subsidiarias, política tributaria, relaciones laborales, educación y formación laboral, comercio exterior e inserción internacional, infraestructura, acceso al financiamiento, investigación y desarrollo, regulaciones inclusión financiera y compras públicas.
Equilibrio del Estado
En lo que hace a la política macroeconómica, el entrevistado manifestó que “solicitamos que se diseñe una regla fiscal que regule los gastos públicos ya que este gobierno ha gastado más de lo debido, dando paso a un endeudamiento que nos arrastra a todos y mientras dicen que se procura reducir los gastos éstos están aumentando y el déficit ronda en el 4%”
No está ajena la sugerencia de que “se reduzca la plantilla de los empleados públicos por distintas maneras y otras muchas medidas que hacen al equilibrio del funcionamiento del Estado y su población para el bienestar general. La idea es ayudar para que las cosas mejoren”, dijo.
“La idea es ahora esperar qué respuestas tenemos, pero las mencionadas medidas de pronta implementación son para este gobierno, las que se pueden hacer y que no se hacen”, subrayó Delfino.
Inviabilidad empresarial
En el final surgió la información en cuanto a que en la Confederación de Cámaras hay de todos los rubros, puntualizando Delfino que “son 26 Cámaras y Asociaciones que a su vez integran 27 gremios sectoriales que representan a 60 mil empresas”.
“Ello implica que en total son 200 mil empresas que hay en el país de las cuales el 50% es unipersonal y el otro 50% son mini y pequeñas empresas, lo que significa 1.200.000 puestos de trabajo, o sea el 82% del total. Y eso es lo que tratamos de hacer saber a quienes integran los equipos de los posibles gobiernos, porque es la gente que está pasando mal en estos momentos. Los comercios chicos no tienen mucha viabilidad, los costos son muy grandes, la diferencia cambiaria con otros países no se pueden enfrentar. Ojalá tengamos el eco suficiente y nos tomen en cuenta”, concluyó.