Tomando como ejes principales al reciclado y a la economía circular, estas instancias buscan abordar dichas temáticas desde diversos ángulos y plantear soluciones para el sector.
El Centro Tecnológico del Plástico (CTplas) abrió el pasado 25 de abril el ciclo de “Café con Polímeros 2018”, los cuales tendrán al reciclado y economía circular como ejes principales. El primer evento de este ciclo abordó las tendencias y conceptos en gestión ambiental, tanto a nivel europeo como local. Específicamente, el evento incursionó en tres grandes ejes: la situación y estrategia europea para el reciclado del plástico, la situación de este subsector a nivel local y búsqueda de alternativas por parte de CTplas, así como también la introducción a los conceptos de gestión ambiental. Las exposiciones estuvieron a cargo de Paula Iharur, Coordinadora General del CTplas, y Andrés Olivera, Consultor Senior del Departamento de Innovación y Desarrollo en Gestión del LATU.
Entre la información presentada (*), cabe destacar la situación general del plástico, en donde se señaló que la producción mundial se ha visto multiplicada por 20 desde la década del 60’, alcanzando 322 millones de toneladas en 2015, y se calcula que se duplicará nuevamente durante los próximos 20 años. En este escenario, la gran mayoría de estos productos plásticos terminan siendo desechados en vertederos, generando un volumen de basura y perdiendo la oportunidad de reutilización favoreciendo una economía circular.
En Europa, recién en el año 2016 se percibió un cambio en la tendencia existente; por primera vez el reciclaje fue superior al depósito en vertedero: de los 27,1 millones de toneladas de residuos plásticos generados, 31% fue reciclado, 41,6% se recuperó energéticamente y el 27,3% fue a vertedero. Esta situación se debió en gran medida a las prohibiciones al depósito de vertedero, las cuales fomentaron mayores tasas de reciclaje. Pese a esto, actualmente la demanda de plástico reciclado sólo representa alrededor del 6% de la demanda total de plástico, generando que el sector del reciclado frene posibles inversiones en nuevas capacidades frente a las escasas perspectivas de rentabilidad del sector. Esta situación es similar en el Uruguay: el sector debe enfrentarse a diversas dificultades como la falta de mercado para la colocación de productos reciclados, material post consumo de baja calidad y cantidad, así como una coyuntura de precios internacionales que no favorece a la industria del reciclado y falta de incentivos al sector.
Por su parte, la presentación de Andrés Olivera se basó en la experiencia europea en cuanto al reciclaje, poniendo como ejemplo la iniciativa llevada adelante en la ciudad de Hampshire junto con la empresa Veolia, en donde existen depósitos cerrados en donde se realiza el proceso de selección y separación de residuos secos para reciclar. También existen espacios especiales para realizar compost de todos los residuos orgánicos, lo que redunda en una disposición mínima de desechos en vertederos. Esta nueva dinámica a la hora de tratar los residuos domiciliarios llevó a la ciudad europea a disminuir del 80% a un 7% el desecho final, mientras que paralelamente se vivió un aumento del 19% al 38% de residuos domiciliarios reusados, reciclados o compostados.
La ciudad de Surrey fue otro de los ejemplos expuestos. Aquí existen espacios especiales con contenedores de todo tipo en donde los ciudadanos pueden (y deben) llevar sus desechos a reciclar. Existen contenedores para textiles, máquinas y electrónica, entre otros, y se aprecia un grado minucioso de separación de desechos, como puede ser la separación del vidrio según su color. Esta ciudad posee un parque ecológico en donde se produce gas para la energía eléctrica a través del reciclado.
Los objetivos de estas iniciativas son lograr la disminución gradual de costos y contaminación, a la vez de aumentar la cantidad y calidad de los materiales a reciclar. También se persigue la reutilización, prevención de desperdicios, rellenos sanitarios y recuperación de energía, lo que redunda finalmente en más seguridad y salud para los ciudadanos.
El segundo evento de este ciclo se realizó el 3 de mayo y abordó el concepto de la sustentabilidad en el mundo del plástico, haciendo hincapié en las oportunidades de crecimiento de cara al futuro. El evento incursionó también en el análisis de ciclo de vida del plástico, en los conceptos de materiales oxi y biodegradables y la importancia del reciclado, así como en las materias primas de fuentes renovables existentes en el mundo y su importancia. Las exposiciones estuvieron a cargo de Yuki Kabe y Lucía Ino, expertos internacionales de la empresa Braskem.
El experto de Braskem dedicó parte de su exposición a derribar paradigmas como por ejemplo el que “los plásticos contaminan”. A través de la presentación de datos, demostró cómo en el ciclo de vida de diversos productos existen varias etapas en donde se genera un impacto ambiental, incluso muchos de ellos ampliamente más notorios que el impacto que puede generar la elaboración del envase plástico que lo envuelve y protege (reduciendo los márgenes de pérdidas). Así, señaló que la alimentación a escala mundial es el mayor responsable por el impacto ambiental generado en este sistema económico (31%) en 7 de las 8 categorías evaluadas, luego le sigue la vivienda (24%) y el transporte (19%).
Por tal motivo, se propone pensar el ciclo de vida de los productos plásticos con información basada en hechos científicos, teniendo en cuenta la norma ISO 14040 y teniendo en consideración que el impacto ambiental es dominado por las etapas de producción de los materiales y uso de recursos naturales; el transporte, embalajes secundarios y su disposición final tienen una baja influencia en el desempeño ambiental. Señaló que, independientemente del material que sea, la clave para reducir los impactos ambientales es el reuso.
Finalmente, abordó la problemática de los residuos plásticos en los océanos, reconociendo que es un tema serio y que hay que tomar todas las medidas posibles para evitar que esto siga sucediendo.
(*) Información obtenida de la COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES – Estrasburgo 16/01/2018