Déficit fiscal

Columna > Confederación Empresarial del Uruguay

El déficit fiscal se produce cuando en una administración pública los gastos son mayores que los ingresos en un periodo de tiempo, normalmente un año.

Concepto

El Déficit Fiscal es la diferencia que aparece cuando los gastos presupuestados por el Gobierno Central resultan mayores a los ingresos. Lo anterior se puede presentar por tres razones: política fiscal expansiva (es decir, gasto expansivo), descensos en las tasas impositivas y, por último, una interacción de ambos.

El Déficit por sí mismo no resulta un problema de gravedad dentro de una economía, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias para su control, inclusive, existen países que mantienen sus economías con finanzas públicas deficitarias (Estados Unidos en el 2003 contaba con un Déficit de casi medio billón de dólares ocasionado en su mayoría por recortes tributarios para estimular la empresa privada y un alto gasto en defensa, producto de la intervención en Irak).

Las implicaciones de los déficit públicos para las economías dependen de cuál es el destino del gasto realizado en exceso sobre los ingresos o de las implicaciones de la administración tributaria adoptada. Si el gasto se realiza en educación, salud, mejoras en la infraestructura, ayudas sociales e incentivos tecnológicos a empresas y, en conjunto, se adopta una administración tributaria que promueva el desarrollo empresarial, es muy probable que si el Déficit no se corrige en el mediano y largo plazo, tenderá a disminuir al mismo tiempo que proporcionará bienestar a los agentes económicos bienestar.

El Déficit comienza a presentarse como un problema cuando los gastos que se realizan no afectan al sector real de la economía y, por lo tanto, no estimulan su crecimiento, es decir, no inciden sobre el multiplicador del gasto y, de esta manera, no generan crecimiento. Por otro lado, la recaudación tributaria resulta un detonante del Déficit cuando se observa dentro de un contexto altamente burocratizado (gran cantidad de impuestos con trámites  complicados) y de índole regresivo (no gravando sectores económicos dinámicos).

Consecuencias del déficit fiscal

Mientras que un superávit fiscal es generalmente bueno (no hay que detraer de la economía privada más que lo necesario), el déficit fiscal puede ocasionar la falta de liquidez y necesidad de financiación de los gastos presupuestarios, ya sea mediante deuda (recurso más utilizado), como demorar los pagos, y en ocasiones, si la diferencia entre ingresos y gastos es grande, una administración puede ir a la quiebra. Es el caso de Grecia o Portugal con la crisis de 2008, donde el estado no ha sido capaz de financiar sus gastos por sí mismo, recurriendo a financiación exterior (rescate).

Cómo paliar el déficit fiscal

La forma de paliar los déficits en las cuentas públicas de las administraciones son tres:

  • Incrementando ingresos para financiar los gastos
  • Reduciendo gastos
  • Una combinación de ambas.

Los déficits fiscales a menudo son vistos como malas praxis en las administraciones públicas, bien porque hayan gastado mucho o porque no tengan una política fiscal eficiente para recaudar.

El déficit fiscal además de incrementar la deuda puede incidir directamente sobre los ciudadanos, ya sea mediante recortes en prestaciones y servicios públicos como en aumento de impuestos a las actividades privadas.