Haciendo un balance de lo que ha sido la actividad comercial en el transcurso del año que termina, el presidente del Centro Comercial e Industrial de Salto, Atilio Minervine estableció que al pasar raya “en lo comercial fue un año difícil durante el cual se ha perdido muchas fuentes de trabajo, han cerrado muchos comercios y la rentabilidad de las empresas de hoy ponen en riesgo su subsistencia”.
Agregó entonces que “la rentabilidad ha sido negativa, la inflación nos está pasando por arriba, pese a lo cual somos optimistas en cuanto a que para el año que viene se den cambios”, aunque resaltó el hecho que por ser un año electoral hay que hablar de pros y contras”.
Un repago complicado
Preguntado respecto a si su lectura va en consonancia con lo afirmado días atrás por el Cr. Luis Lecueder haciendo un balance de la caída de las ventas en el Salto Shopping en el segundo semestre respecto al primero, el entrevistado lo afirmó con contundencia. “Lamentablemente estamos dentro de lo que es la media nacional y un poco más abajo, porque en realidad el interior tiene una realidad distinta a la de Montevideo y nosotros como departamento de frontera tenemos otros factores que inciden en la rentabilidad, más allá del costo de las tarifas públicas, los costos ocultos que tienen las empresas de controles de Bromatología y trámites para los que hay que ir a Montevideo y generan costos extras. Todo ello nos lleva a considerar al que termina, un año muy malo y en el que incluso el repago de muchos comercios se está complicando, debiéndose refinanciar créditos tomando más plazos para poder llegar a pagar las cuotas”.
Trabajo y rentabilidad
Retomando el tema de los comercios que han cerrado sus puertas en Salto, ante la consulta concreta Minervine señaló que “nosotros, números no tenemos en el momento para brindar información clara. Pero sí sabemos de un alto número de empresas que cerraron, lo que determina que el número de gente en el seguro de paro ha crecido. Esta realidad a veces en las empresas más chicas no se aprecia tanto, porque se ven lugares donde cierra una empresa y aparece otro emprendedor que está con ganas e impulso. Pero lo cierto es que también está muy difícil la realidad para las Pymes porque no subsisten”.
Fue cuando consideró que “en ello incide mucho la competencia desleal, la carga impositiva, las tarifas del Estado que son muy agobiantes, porque las tarifas de luz y agua de comercio es increíble lo que cuestan”.
Entonces manifestó su esperanza de que “los políticos que vengan tengan más visión para entender que el Estado se mantiene con trabajo y con la rentabilidad de las empresas y no con los costos de las tarifas públicas, lo que al cabo termina perjudicando al consumidor final”.
Próximos gobernantes
¿El costo de la mano de obra influye en el encarecimiento de las empresas?
“Todas las empresas tienen una estructura de costos que incluyen servicios públicos, personal, los costos administrativos y los de inclusión financiera que en verdad al ser obligatoria no es bueno, porque faltan medios tecnológicos y físicos, porque en definitiva no en todos lados hay cajeros. Y en cuanto a los sueldos, el trabajador también sufre ese costo, porque del sueldo se le va mucho dinero en impuestos y que le impiden, por ejemplo, cobrar hasta un 30 por ciento más de lo que hoy llega a su bolsillo”.
“Estoy seguro que el trabajador con todo ese impuesto que se le retiene podría pagar luz, agua, teléfono y no sé si hasta la Contribución Inmobiliaria. Entonces la política es que los próximos gobernantes trabajen para aflojar la carga tributaria y generar más trabajo, apoyar a las empresas para evitar que caigan incluso aquellas que tiene décadas de existencia y están cayendo por esa estructura de costos que les impiden competir con mejores costos a la hora de llegar al consumidor”.
Políticas de frontera
¿Qué puede hacer la institución que preside para que de alguna manera se concreten esas aspiraciones?
“Nosotros estamos dispuestos a apoyar a los comerciantes para que se puedan tecnificar, que se capaciten y puedan bajar costos y que su personal se capacite para poder adaptarse a los cambios del mercado laboral”.
“Estamos trabajando –agregó- en las políticas de frontera que al Centro Comercial de Salto, por ejemplo, le sería muy beneficioso así como ocurre con las mejoras que permiten menores costos en los combustibles. También en conseguir mejoras para los productos de la canasta básica y que siempre convenga consumir en nuestro departamento y no ir a realizar compras afuera”.
“Estoy seguro que cualquier persona preferiría comprar en su ciudad, su departamento mientras el precio les resulte accesible”, dijo para agregar que “en Salto y el Interior tenemos un gran problema donde habilitar una empresa sale muchísima plata”, haciendo referencia a bomberos, timbres, viajes a Montevideo para algunas gestiones lo que implica consumir dinero en pasajes y tiempo”.
Atraer la inversión
Entonces no faltó el apunte a “la burocracia que tenemos”, señalando que “si hay una empresa en Salto que produce productos que están habilitados por la Intendencia local, para estar en una góndola de Montevideo tiene que hacer todo ese mismo trámite allí, lo que genera un costo altísimo”.
“Sin embargo, quien está habilitado en Montevideo puede vender en todo el país, generándose situaciones incomprensibles con Bromatología que son diferentes y otras cosas que ponen al interior en situación desventajosa. Por eso estamos trabajando con nuestros socios para generar vínculos que permitan traer inversores, convencer al gobierno que nos apoye, bajándonos los impuestos o dándonos beneficios de manera que se vuelva atractiva la inversión. Porque la génesis de las empresas es la rentabilidad y si esta no existe, por más ganas que se tenga para invertir en el lugar, no es posible”.
“Ocurre que el salteño, como toda la gente del Interior, es aguerrido y le pone ganas al trabajo. Pero solo con eso no captamos empresarios y esa es una lucha histórica y los tiempos pasan y se van desgastando las intenciones”.
Buscándole la vuelta
En el final, al requerírsele un mensaje para el comerciante e industrial de Salto, decidió extenderlo “a la ciudadanía de Salto”, puntualizó en la necesidad de “ponerle ganas, cuidar al departamento donde el Centro Comercial trabaja para apoyar en muchas áreas para lograr el desarrollo”.
“Por eso les pedimos que se acerquen a la institución, que es un lugar que hace de caja de resonancia donde llevar sus inquietudes y reclamos. Que también nos apoyen haciéndonos llegar información, porque nosotros relevamos información mes a mes sobre el nivel de las ventas que nos permiten llegar a Montevideo a plantear nuestros reclamos con información clara y no con un nos parece”.
“Les decimos además, que somos optimistas, que seguimos trabajando con ganas, conscientes de la realidad, pero que le vamos a buscar la vuelta para hacer de Salto el departamento que todos queremos y donde deseamos crecer económicamente, en paz, desarrollarlo y criar a nuestros hijos”, concluyó.