El consumo de los hogares pierde impulso en los últimos tiempos, a pesar del leve crecimiento en el tercer trimestre está lejos de ser el motor que fue hasta 2014. El índice de confianza del consumidor en noviembre disminuyó un punto respecto a octubre.
Por Sofía Tuyaré (*)
Según los datos de Cuentas Nacionales publicados a mediados del mes de diciembre de 2019 por el Banco Central del Uruguay (BCU), el nivel de actividad de la economía uruguaya en el tercer trimestre de año pasado se incrementó 0,9% respecto al mismo período de 2018. Para la serie desestacionalizada, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó 0,6% respecto del trimestre inmediatamente anterior.
Uno de los métodos para calcular el PIB es a través del enfoque del gasto. Esto consiste en sumar todos los gastos finales de los distintos agentes económicos. En otras palabras, se suma el consumo de los hogares e instituciones sin fines de lucro, el gasto en consumo final del sector público, la inversión de las empresas y familias y el valor de las exportaciones netas, que es el valor de las exportaciones menos las importaciones.
Desde la perspectiva del gasto, en el período julio-setiembre de 2019 se observó una disminución en la demanda interna respecto al mismo período del año anterior. Esto se explica por el aumento en el gasto final y la formación bruta de capital fijo fue contrarrestada por una creciente desacumulación de stocks en términos interanuales.
Consumo
Según el BCU, en el tercer trimestre de 2019 el gasto en consumo final creció levemente un 1,2% respecto del mismo trimestre del año anterior. El consumo muestra debilitamiento en los últimos trimestres. En la primera mitad del año pasado el consumo se enfrió respecto a años anteriores. Recordemos que en el segundo trimestre este indicador se mantuvo constante para la misma medición, producto de la caída del consumo de las familias en el período abril-junio de 2019.
Este incremento en el período julio-setiembre del año pasado fue respuesta del comportamiento expansivo del consumo privado que creció 1,3% para dicho período. El gasto del gobierno se mantuvo constante en este plazo de tiempo.
A pesar del ligero aumento en el tercer trimestre de 2019, el consumo de los hogares muestra un debilitamiento en los últimos años. Después de recuperarse de la crisis que golpeó duramente a Uruguay en 2002, hasta 2014 el consumo privado fue motor del nivel de actividad, pero entre 2015 y 2016 esta tendencia cambió y prácticamente se mantuvo constante (-0,5% y 0,1% respectivamente). En 2017 volvió a incrementarse el gasto final de las familias y aumentó un 4,6% pero en 2018 se desaceleró fuertemente con una variación 1,5%.
Evolución trimestral del Gasto en consumo final, índices de volumen físico, variación interanual
Factores
Los factores que pueden incidir a corto y largo plazo en el consumo son diversos. Pero dentro de las variables que son interesantes analizar, se destacan: el nivel de empleo, el salario, la inflación, la evolución del tipo de cambio y el financiamiento al consumo.
El mercado laboral muestra en los últimos tiempos señales de debilitamiento. Según las estadísticas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de empleo se ubicó en 57,2% en noviembre de 2019, esto significó una caída de 1,4 puntos porcentuales respecto de mismo mes del año anterior (58,6%) pero un aumento de 0,7% respecto de octubre (56,5%).
La tasa de desempleo en el penúltimo mes del año pasado fue de 9,2%, en esta variable se observó un incremento significativo. Respecto a noviembre de 2018, la tasa de desocupados del mes de noviembre de 2019 fue 1,8 puntos porcentuales superior a la de un año atrás (7,4%), y respecto al mes inmediatamente anterior, la tasa fue 0,4 puntos porcentuales mayor a la de octubre de 2019 (8,8%).
Los precios de la economía se aceleraron en la segunda mitad del año pasado y continúan por encima del rango meta oficial de 3 a 7%. La inflación en 2019, medida a través del Índice de Precios al Consumo (IPC) elaborado por el INE, fue de 8,79%. En el mes de diciembre el indicador se mantuvo prácticamente constante respecto de noviembre, debido a que los aumentos en los rubros alimentos, transporte, restaurantes, entre otros, se contrarrestaron con la baja en la vivienda producto de la disminución en la electricidad debido al Plan UTE Premia y Plan Primavera.
El salario real muestra una desaceleración en el último tramo del año. Según el INE, el Índice de Salario Real disminuyó 0,4% en noviembre de 2019 respecto a octubre, es el cuarto mes de caída consecutiva para la medición mensual. Con esto, acumula en los primeros once meses del año una baja de 0,32%. En los últimos doce meses, el salario real creció 0,59% respecto a noviembre de 2018.
Variación interanual del Índice de Salario Real
El valor del tipo de cambio en el mercado local acompañó lo sucedido a nivel global y regional. El valor del dólar en 2019 se apreció significativamente. El dólar interbancario billete punta a punta, es decir del último día de diciembre del año pasado respecto al cierre del último día de 2018, creció 15%.
Según los datos publicado por el BCU, en noviembre de 2019 los créditos al consumo de las familias en peso se incrementó 27% respecto de noviembre de 2018. Por su parte, los créditos en dólares disminuyeron 15% en la medición interanual, pero la utilización de crédito por tarjeta de crédito se incrementó 3% en la moneda extranjera para mismo período.
Expectativas
Según la Encuesta de Expectativas Económicas que elabora el BCU, en diciembre-última encuesta disponible- la mediana de las respuestas proyecta que el nivel de actividad de la economía uruguaya creció un 0,4% en 2019, dato oficial que tendremos en marzo, y que crecería 1,7% en 2020.
Esto va en línea con lo que proyectan los organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional estima que la economía uruguaya crezca 0,5% en 2019 y 2,1% en 2020.
Respecto al consumo contamos con el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por la Universidad Católica del Uruguay. El ICC en noviembre se contrajo un punto respecto de octubre, esto se explica principalmente por la caída en la predisposición a la compra de bienes durables, producto de la baja en la predisposición para comprar automóviles y viviendas.
El informe destaca que la medición fue posterior al balotaje del 24 de noviembre, y al igual de lo que sucedió en el penúltimo mes de 2019, se registró una disminución del ICC luego de los actos eleccionarios de noviembre de 2009 y de noviembre de 2014.
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group International.