Se realizó en Salto el Taller denominado “Agroturismo: la valorización de los recursos de productos turísticos exitosos” Experiencia y asociativismo, a cargo de Marina Cantera, quien preside la Sociedad Uruguaya de Turismo Rural y Natural (Sutur).
El mismo tuvo lugar en el marco del programa de ANII “Industrias Creativas”; Proyecto “Saber mejor; agro+turismo como factor de innovación y competitividad”, la organización corrió por cuenta de la Comisión de Turismo del CCIS y docentes del Área de Estudios Turísticos (UdelaR – Cenur Noroeste).
CRÓNICAS dialogó con ella quien precisó que Sutur nuclea a productores agropecuarios que a la vez brindan servicios de turismo, recalcando los 20 años de experiencia que tiene la institución “y la experiencia que tenemos con nuestros socios”.
Una gama muy variada
La consideración es que “la actividad turística complementa en forma muy interesante al negocio agropecuario, por lo que con ese pregonar es que llegamos a distintos puntos del país”.
¿Cómo se refleja esa complementación?
“El turismo rural y natural empezó hace 20 años básicamente con un turismo de estancias tanto ganaderas como agropecuarias y hay una diversidad enorme de distintos establecimientos ya sea que tengan o no alojamiento o que solamente realicen determinadas actividades”.
¿Por ejemplo?
“Podemos hablar desde cabalgatas hasta paseos náuticos para lo que tenemos aproximadamente unos 40 socios en todo el país, número que ha crecido mucho, lo que se constata sobre todo en la zona norte, por una mayor demanda de turistas”.
¿Entonces hay que hablar de una exitosa actividad?
“Claro. El producto turismo rural y natural está creciendo mucho, ya no solo en el Uruguay sino en todo el mundo, pudiéndose comprobar que la gente se quiere acercar cada vez más a la naturaleza y sobre todo al trato cordial con la gente. Cada vez más significa no solamente el contacto con la naturaleza sino también el contacto con la gente, lo que básicamente creemos que está cambiando mucho”.
“Para brindar un buen servicio debemos tener gente con ganas de mostrar, que el turista conozca el lugar al que viene”.
Ampliando categorías
¿Qué pasos sigue Sutur tras la presentación de interesados en incorporarse al sector del fomento del turismo rural y natural?
“Cuando alguien se quiere hacer socio de Sutur no hacemos ninguna verificación del trabajo que hacen y solamente solicitamos que nos cuenten qué hacen para tener una idea de con qué tipo de socios estamos trabajando, porque la idea es colaborar con los socios en la comercialización, por lo que debemos saber si tienen habitaciones, cuántas o si no tiene ninguna, si hacen cabalgata, etc. Pero no constituimos un filtro para incorporar socios”.
“Lo cierto es que incluso se van ampliando las categorías porque vemos cómo la realidad viene cambiando y si bien antes pensábamos en emprendimientos particulares, hoy en día hay un montón de emprendimientos asociativos y estamos creando precisamente una categoría asociativa de pequeños lugares que de pronto no reciben turistas todo el año, que la turística no es la actividad principal del establecimiento, pero que sí lo están haciendo asociados con otros”.
“Algunos de los polos turísticos tienen pequeños conglomerados de productores que se reúnen algunas veces al año para ofrecer productos turísticos, por lo que estamos trabajando sobre una nueva categoría de socios, colectiva, donde todos pueden asociarse”.
¿Qué zona del país tiene mayor actividad de ese tipo?
“La zona Este siempre ha sido la que tiene más propuestas. En cuanto al Norte del país, por varios años tuvimos solamente dos socios (en Tacuarembó y Paysandú) y no teníamos muchas propuestas de otros departamentos (hoy suman 10), aunque igualmente no tenemos ningún socio de Salto. Ello habla a las claras de la oferta que se está generando en esa zona”.
Para todos los bolsillos
¿Alguna reflexión final sobre el particular?
“A mí me interesa que la gente se quede con la idea de que es posible hacer turismo más allá de la actividad agropecuaria del tipo que sea, no pensando en una estancia de vacas y ovejas, sino pensar en otras producciones alternativas que permiten la oportunidad de encarar un negocio turístico donde el turista viene interesado en conocer cual es la realidad de esas producciones y de cómo se relaciona con cosas que tienen que ver con la cotidianeidad, cómo se accede a un producto de la comida que puede ser local, natural, mucho más cuidada y que salga del empaquetado”.
“Todo ello permite que para ser parte de estos emprendimientos no se necesitan inversiones importantes”, apuntó Marina Cantera, quien a su vez señaló que las diferentes propuestas para los distintos bolsillos de los turistas, haciendo referencia a que “las hay muy lujosas con costos muy altos, pero también con precios muy accesibles, por lo que solamente hay que buscar las adecuadas, también relacionadas no solo con la calidad del servicio sino con la cantidad de habitaciones, por ejemplo”.