El comercio mundial siente los impactos de la pandemia generada por el Covid-19. En ese escenario, la Organización Mundial del Comercio (OMC) proyecta una caída de los volúmenes del comercio de mercancías de entre un 13% y un 32% para 2020.
El comercio mundial ya venía creciendo a tasas bajas desde la crisis financiera mundial de 2008 y 2009, y este proceso se intensificó a partir de principios de 2018, en gran medida debido a la acumulación de barreras comerciales entre los Estados Unidos y China y su efecto en cadenas de valor globales. En 2019 el volumen de comercio mostró la primera caída desde la crisis económica y financiera mundial (-0,4%), y a pesar de que en enero de 2020 las perspectivas se vieron favorecidas por la firma de la fase 1 del acuerdo comercial entre los Estados Unidos y China, la propagación del Covid-19 y su transformación en pandemia redundó en un colapso de los flujos de comercio mundial.
A partir de la expansión de la pandemia, las medidas de confinamiento implementadas se tradujeron en una reducción significativa de la producción manufacturera primero en China y luego en otros de los principales centros del comercio mundial, como los Estados Unidos y Alemania.
La interrupción de la producción en países integrados a cadenas de valor ha sido un factor determinante del deterioro del comercio de bienes intermedios, a lo que se suma la menor demanda generalizada de bienes de consumo e inversión como consecuencia de la crisis. Con datos disponibles hasta mayo, ya se observa una caída importante del volumen de comercio de bienes y para el año completo la OMC ha proyectado una caída de entre un 13% y un 32%.
En crisis anteriores, el sector de bienes ha tendido a presentar peores resultados que el sector de servicios en términos de la caída del comercio global (Ariu, 2016). Sin embargo, en esta oportunidad, es el sector de servicios el que está sufriendo la peor parte del colapso económico, por lo que cabe esperar que el comercio de este muestre una caída aún mayor.
En particular, el comercio internacional de servicios de transporte, por ejemplo, se ve afectado en la porción que atiende al comercio de bienes, debido a la profunda contracción que está experimentando este último. También el comercio de servicios de viajes (turismo) y el transporte de pasajeros están entre los más afectados, debido a la naturaleza específica de la crisis actual. Por tratarse de una crisis originalmente sanitaria, la restricción al movimiento de las personas, el cierre de las fronteras y la suspensión de viajes ha afectado a este sector en una magnitud muy superior a la que se observó en las crisis anteriores. En este sentido, la Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que en los primeros cinco meses de 2020 el turismo cayó un 56% (OMT, 2020b) y que para el año completo la caída podría llegar a un nivel de entre un 60% y un 80% (OMT, 2020a).
Fuente: Cepal Estudio Económico de América Latina y el Caribe – 2020