En principio es importante hacer hincapié en varias cosas. Por un lado, entender cuál es la naturaleza de la crisis y sus alcances y derivado de ello cuáles serían las etapas de la crisis en sí misma. Por supuesto es distinto hablar de crisis derivadas o detonadas desde un contexto de conflictos políticos, bélicos, sociales o financieros a hablar de crisis como las derivadas de emergencias del COVID 19. Lo cierto es que esta última implican por un lado grandes retos sociales que al mismo tiempo orillan a cambios y reacomodos sociales pasando por transformaciones de formas de comportamiento. Esto es, históricamente siempre hay un antes y un después. Lo que nos lleva por supuesto a analizar cómo dichas transformaciones inciden también en las empresas.
Es importante mencionar que, en la literatura de administración de crisis, se habla a menudo de sus etapas como lo son la detección, preparación y prevención, contención y control de daños, recuperación y aprendizaje. Sin duda cada etapa tiene sus retos, pero también sus oportunidades. En principio las organizaciones buscan poder continuar su operación en materia de suministro de insumos, producción, ventas, funcionamiento de cadenas de distribución, salud financiera, etc. y por otro lado en cuestiones de índole más particular donde podríamos mencionar las relacionadas con la comunicación y funcionamiento dentro de los equipos.
Por otro lado, es importante también mencionar que las preocupaciones varían de acuerdo con el tamaño, contexto de la empresa. Que puede ir desde el pago de salarios e insumos en el caso de las micro hasta el mantenimiento del precio de la acción en el caso de las grandes.
Hoy ante la presencia de estas circunstancias muchas veces no favorables, conceptos de toma de decisión estratégica que consideren volatilidad, incertidumbre, complejidad del entorno y ambigüedad de este se vuelven fundamentales.
Medidas inmediatas a tomar en cuenta por una empresa en la cola de una crisis económica
Sin duda se puede coincidir en que mantener en la medida de lo posible un sano flujo financiero (por ejemplo de liquidez) es uno de los puntos primordiales, la otra es diseñar y definir una pronta, coordinada y efectiva respuesta a cada uno de los involucrados o partes interesadas (en inglés stakeholders) de acuerdo al papel y expectativa de cada uno, así como obligaciones que se tienen en el ámbito de la empresa en cuestión y el deber ser y el evitar la pérdida y falta de atención a los incentivos en todo momento. Otro punto importante es que se debe por un lado entender la profundidad e impacto de la crisis, pero sin olvidar que se debe estar preparado para cuando se transite al final de esta en todo momento, cuidando los recursos claves en cada etapa desde el recurso humano e infraestructura operativa hasta las relaciones con proveedores y en todo momento no perder el enfoque del mercado de consumo.
Principales errores de las empresas durante un proceso de crisis
Uno de los errores más comunes es no darse la oportunidad de entender el contexto y naturaleza de la crisis y por ende sus alcances, esto implica la imposibilidad de prepararse para algo que no se comprende. No se puede perder el enfoque y para ello se requiere hacer una evaluación por un lado de cuál es el objeto de la empresa y qué implica su modelo de negocio. Por otro lado, es importante también entender qué riesgos trae para la continuidad operativa, financiera, relacional, etc. la crisis en si misma pero también qué oportunidades pudiera conllevar la situación. Muchas veces se busca continuar una operación como se hace habitualmente, ignorando la posibilidad de adaptación e innovación entre otras que la coyuntura presenta. Por ejemplo, si aplica que mi modelo de negocios en punto de venta se ve comprometido habría que ver qué oportunidades de compraventa por internet o medios móviles hasta logística y experiencia de consumidor podrían adecuarse y aplicarse. Esto es, hay que propiciar modelos de negocio en la medida de lo posible que presenten flexibilidad de adaptación a las circunstancias presentes, pero también a las futuras. Desde la adopción de tecnologías hasta de procesos basados en las mismas. Mucho se habla de la transformación digital, por ejemplo, aquí el tema es que la sociedad ya está inmersa en ello, y muchos negocios no están en condiciones o no han entendido las oportunidades que la misma parcial o más integralmente podrían proponer o apoyar dentro sus procesos y potencial de negocios. El tema es no paralizar el negocio, sino parcializar y recomponer el mismo. Es entonces donde el concepto de innovación cobra una enorme relevancia.