La Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) integra, junto con otras cámaras empresariales, la lista 22 de cara a las elecciones del Banco de Previsión Social (BPS) el próximo 28 de noviembre. Como objetivo principal para los comicios, Carlos Delfino, presidente de dicha gremial, explicó a CRÓNICAS que se buscará “seguir con el trabajo que se ha hecho”, pero también volver al BPS “más rentable”, “totalmente sustentable” y autofinanciado.
– ¿Cómo se prepara CEDU de cara a las elecciones del BPS?
– Tenemos un integrante de la lista 22, la que representan casi todas las cámaras empresariales. Pedimos a todas las empresas, en general, que apoyen a la lista 22, porque este año tenemos competencia.
Es la lista de la institucionalidad, de la que ha estado hasta ahora, porque Elvira Domínguez (exrepresentante del sector empresarial) ha hecho un excelente trabajo durante muchos años, y esta es la continuidad. Quien va es el contador Marcelo Ríos, de la Cámara Nacional de la Alimentación, seguido por integrantes del sector rural, de la Cámara de Industrias, la propia CEDU y la Asociación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Anmype). Estos son el titular y los suplentes de la lista 22, que además cuenta con el apoyo de prácticamente todas las cámaras establecidas.
Esta lista se armó directamente para trabajar todos juntos, tanto el director como los suplentes. Va a ser un frente común, vamos a trabajar en conjunto para poder motivar y lograr cosas para el empresariado y sacar las dudas de todos los problemas que siempre surgen.
– ¿Tuvieron que llegar a consensos con las distintas cámaras empresariales?
– Consensos siempre hay, cuando somos todas cámaras y con diversos intereses… Hay que llegar con todas las cámaras y tratar de conseguir el apoyo del resto.
– ¿Cuáles son los temas principales para CEDU en estas elecciones?
– Seguir el trabajo que se está haciendo. Siempre hay reclamos para mejoras de la jubilación o que haya avances en otros aspectos; creo que la base de los representantes ahora es tener que escuchar a las cámaras, ver qué es lo que proponen en el sentido de modificar algunas cosas, mejorar los tiempos… Hay que hacer más rentable al BPS, y que eso perdure en el tiempo.
Entonces, hay que proyectar el BPS para que sea totalmente sustentable, que se autofinancie. Hoy en día, creo que la mitad de lo que consume el BPS lo aporta el Estado, la otra mitad recién es lo que se puede recaudar, o sea, tenemos un déficit importante. Por eso creo que la reforma es imprescindible, tanto para el BPS como para el Estado, y en ese orden hay que escuchar a todas las partes —qué es lo que pretenden, qué es lo que se quiere cambiar— para plantearlo después en el directorio y trabajar en conjunto para encontrar una solución.
– ¿Cómo es la situación hoy para las empresas del Interior?
– El empresariado —como todos los comercios, como toda la industria— está bastante mal. Hay sectores que se han mantenido, otros que en algunos aspectos han mejorado. Por ejemplo, CEDU representa a la mayoría de los centros comerciales del Interior, entonces el comercio en sí en este tiempo se ha visto disminuido.
La preocupación de CEDU es tratar de bajar los costos del Estado para hacer más rentables a las empresas y, de esa forma, poder generar más trabajo. Estamos en un período bisagra porque, si bien nosotros hemos tomado muy bien todas las medidas implementadas por el gobierno a raíz de la pandemia, hay un punto de quiebre en cuanto a que el Estado va a tener que estirar un poco en el tiempo los seguros de desempleo parciales o totales cuando se termine la pandemia. En ese aspecto, tanto el BPS como el Ministerio de Trabajo (MTSS) van a tener que ver de estirar la situación como para que las pymes se vayan acomodando.
“Vemos con preocupación que se van a abrir las fronteras y todavía no tenemos una política para proteger a las ciudades limítrofes y así defender el comercio nacional”.
Por otro lado, también está la frontera, que se va a abrir a partir de setiembre. En el litoral, que ha mejorado la situación económica en los comercios por estar las fronteras cerradas, al abrirlas, si se deja el libre paso como era antes, muchos comercios van a volver de vuelta a tener problemas económicos. Por el lado de CEDU venimos insistiendo hace años con el tema de política de fronteras, pero lamentablemente hasta ahora no ha pasado nada. Vemos con preocupación que se van a abrir las fronteras y todavía no tenemos una política para proteger a las ciudades limítrofes y así defender el comercio nacional.
Al respecto, pretendemos que se conforme un tipo de canasta básica, con artículos que la gente va a comprar a otros lados, que tenga una mínima diferencia de impuestos, aunque sea solo con tarjeta. Eso formaliza el negocio, hace que no se tenga que mandar al personal al seguro de desempleo, formaliza el trabajo, e incentiva a la población a no cruzar al otro lado por artículos que acá los compran igual aunque un poquito más caro, pero que no sea la diferencia tan abismal que hay hoy con Argentina y Brasil.